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“Los profesores tienen razón cuando dicen que los padres deben cambiar”

Entrevista en exclusiva para MAGISTERIO con Mariano Calabuig, presidente de Cofapa.
Miércoles, 11 de septiembre de 2002
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“Tengo que entregar un colegio este viernes, no sé si podemos retrasarlo una semana”, es la contestación ante la primera petición de entrevista. “Si no, los niños no pueden empezar las clases”. Y es que Mariano Calabuig, nuevo presidente de la confederación de padres Cofapa, es ingeniero de Caminos, y este verano lleva la remodelación de un colegio en Galapagar. “Por eso estoy tan moreno”, dice cuando nos vemos.

—¿Cuales son los objetivos de Cofapa para los próximos años?
—El primer objetivo es potenciar la confederación con incremento importante de federaciones. El segundo y mas inmediato es, en cuanto a la Ley de Educación, hacer todo lo que se pueda, desde hoy hasta su aprobación definitiva, para que se contemplen la mayoría de nuestras propuestas, especialmente la libertad real de elección de centro por los padres.
Ya dentro de las federaciones que pertenecen a nuestra confederación, ayudarles a que tengan unas APA participativas, que no sean unas APA donde se limiten a controlar la gestión de los centros. Las APA son asociaciones de padres, y lo que deben hacer es ayudar a los padres a educar a los hijos. Porque los padres, por diversos motivos –dejadez en la propia sociedad, por la misma presión de algunos medios de comunicación– hemos dejado la Educación en manos de los colegios. La Educación está en casa con los padres, y el colegio es un medio que debe ayudar a los padres en la Educación de los hijos.
¿Qué queremos hacer con esas federaciones y con esas APA? Ayudarlas con medios como la formación de padres en las diferentes etapas de sus hijos. Cuando un profesional de ese tema te habla de las diferentes etapas de un niño y te empiezan a contar lo que te va a ocurrir, puedes hacerle caso o no, porque los niños te ponen muy nervioso, pero te ayuda un montón. Yo he sido presidente de un APA durante ocho años, y sé que eso ayuda.

—Mi madre siempre decía que nadie te prepara para educar a tus hijos…
—Tampoco te van a decir: mira, estas son las reglas y cuando el niño te mienta y le pilles tienes que hacer… No, pero tienes que saber que el niño te va a mentir y que va a hacer esto y lo otro, y simplemente que no te pille desprevenido es una ayuda, aunque luego cada uno reacciona como sea.
Desde la confederación queremos también potenciar la fuerza de la familia en la sociedad, pues está absolutamente desprestigiada. Y el sitio que le corresponde en la sociedad es fundamental, igual que en la Educación. Por ejemplo, los padres –yo lo dije el día que presentamos COFAPA– tenemos que ser los primeros en ser preguntados por el Ministerio. Entiendo que haya sindicatos de profesores, entiendo que existan patronales para defender sus propios intereses como empresas, pero que los padres estemos siempre los últimos no lo entiendo. Porque –lo dice la Constitución– el derecho y el deber de educar es de los padres. Y la Administración tiene que poner los medios para ayudarnos a educar y lo único que se nos ha puesto son trabas y más trabas, y somos los últimos en participar en la Educación de nuestros hijos.

—Cuando preguntamos a los profesores sobre las reformas muchos de ellos dicen que no hay nada que hacer hasta que no cambien los padres. ¿Qué habría que hacer?
—Ya me gustaría saber a mí qué hay que hacer con un padre que no se da cuenta de esto. Solo se me ocurre animarle: “Oye, que la educación de tus hijos es lo más importante”. Son ellos los que se tienen que dar cuenta. Hay campañas que haremos desde la Confederación, pero la otra parte le corresponde a la Administración. Hay una cosa que se llama marketing: creo que igual que se venden coches a través de anuncios entiendo que desde la Administración se puede hacer algo, no sé ahora mismo el qué.
Pero tienen toda la razón los profesores, no se hará nada mientras no se cambie a los padres. Pero que no se olvide que se nos ha cambiado desde la propia sociedad, a lo largo de una serie de años: se nos ha ido quitando una serie de ideas sobre lo que es el deber de un padre.

—Maite Pina decía la pasada semana en MAGISTERIO que la escuela sólo debe ser pública. ¿Qué le parece?
—Nosotros defendemos la libertad de enseñanza y apoyamos a los que defienden la escuela pública. No veo por qué la Educación tiene que ser pública: la Educación tiene que ser la que quiera el padre, y si un padre quiere llevarlo a la pública, pues a la pública, y si lo quiere llevar a un colegio confesional, pues que lo lleve, y si a uno donde les enseñen sólo en inglés, pues lo mismo. Ahora, no me tienen que obligar a que sea pública porque sí, eso es coartar obviamente la libertad de los padres.

—¿Y el nuevo proyecto de LOCE va a garantizar eso?
—Se ha perdido una oportunidad histórica con esa nueva Ley. Es un tema tan serio que si la Ley de Educación hubiera tenido que esperar un año para resolver este tema, pues que se espere un año. No cabe duda de que hay avances, sobre todo en el tema académico y en el fracaso escolar –que es más cultural que escolar–, pero se ha perdido la oportunidad de hacer una Ley de Educación que contemple los derechos de los padres.
Yo soy el primero que voy a defender a la gente de Ceapa en su derecho a elegir una Educación pública, y a defender que sea una buena Educación. Pero a la vez voy a defender mi derecho a elegir la Educación que yo quiera para mis hijos.
Además, la LOCE es una ley general, pero me pregunto si se va a aplicar igual en todas las Autonomías: seguramente no. Hoy en día los más beneficiados son los vascos –no sé quienes son los mas perjudicados– pero, ¿por qué tiene que haber ciudadanos de primera clase y de segunda?

—¿Crees que la escuela pública está bien en este momento?
—Creo que hay institutos que funcionan y hay otros que están mal. En cuanto al tema académico, no sé si está bien o mal porque no tengo experiencias personales, pero me da la sensación de que no hay una gran formación académica, debido sobre todo a que los profesores se sienten muy desamparados con respecto a los padres y a la Administración.

—El nuevo proyecto de LOCE, ¿que cosas positivas tiene en opinión de Cofapa?
—Primero, se hace mención –se vuelve a hacer, lo dice la Constitución– al derecho de los padres a la Educación de sus hijos, lo que ya es un punto positivo. Sin embargo, no aclara como se va a llevar a cabo.
Segundo, la gratuidad de la enseñanza de tres a seis años, pero estamos en lo de siempre: ¿gratuita para qué tipo de colegios? ¿sólo para los colegios de la Administración? ¿O también para los concertados? ¿Y para los demás no? Y es que, aparte de la libertad, defendemos la gratuidad para todos en la enseñanza.
Y por último, los itinerarios, la PGB –que me parece fundamental para terminar el Bachillerato, igual que la salida hacia la FP me parece fundamental. Positiva también la asignatura de Religión y su alternativa, que por fin van a ser evaluables.

—¿Algo más concreto sobre estos puntos?
—A mí me parece fenomenal el que haya tres itinerarios, como antes o algo parecido, pero es importante la posibilidad de poderse cambiar: mi hija pequeña –tiene 16 años– sólo tiene claro que tiene que planteárselo, porque le gustan varias cosas. En estos años eso es normal, hay muchos que están hechos un lío.
Y a los que desde la Universidad tanto se quejan con este sistema de la revalida –y esto es una opinión personal mía–, ¿no querían autonomía? Pues decidan quién entra y quién no, no le carguen con ese muerto al Ministerio. El MECD hace lo que tiene que hacer, dar un título certificando que están preparados. En resumen, que me encanta como queda el tema académico en la LOCE.

—La Ley parece apostar tímidamente por colegios con carácter propio, incluso los públicos. ¿Qué le parece?
—A mí me parece bien, los colegios deben distinguirse y tu debes poder llevar al niño a un colegio con ese carácter. ¿Por qué se llaman colegios de iniciativa social? Pues porque salen de grupos de padres que son los que dan el carácter al centro. Me encantaría que todos los colegios saliesen de iniciativas de padres, incluso los institutos crearan desde dentro ese carácter propio de cada centro.

—En los colegios públicos parece que marcará el carácter el equipo directivo.
—Es que son los padres los que tienen que marcar el carácter.

—Y el equipo directivo debería ejecutar…
—…Lo que quieran los padres. Nosotros debemos decir lo que queremos y ellos como profesionales nos tienen que dar lo que nosotros queremos, pero sin meterse en cómo hacerlo. Yo quiero esto para mis hijos; usted, profesional que se ha preparado para esto, démelo. A mí el carácter del centro me encanta y lo deben marcar los padres.

—Antes ha hablado de que se ha perdido una oportunidad histórica. ¿Qué cambiaría, por ejemplo, económicamente hablando?
—El dinero debe ir para los padres, no para los centros. Que sea el padre el que elija cualquier centro en total libertad.

—¿Estamos hablando de cheque escolar?
—No soy yo quien debe decirlo, sino los profesionales. Por eso digo que habría que sentarse un año más, y verlo desde todos los puntos de vista.

—Cambiando de asunto, ¿qué os diferencia de otras confederaciones de padres?
—No nos debería diferenciar nada, porque todos somos padres. De CEAPA claramente nos diferencia el que no defienden nuestra libertad, mientras que nosotros sí defendemos la suya. Con CONCAPA tenemos muchas cosas en común, pero nos diferencia que son APA de colegios confesionales católicos, y nosotros de colegios laicos.

—Y eso, ¿qué supone?
—Que CONCAPA reúne junta directiva y lo que decida tiene que pasar por la Conferencia Episcopal, mientras que lo que yo hable con mi gente, ahí se acaba, nadie me tiene que ratificar nada. 

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