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Las comunidades del PSOE a la cabeza del ranking del fracaso escolar

¿Por qué uno de cada cuatro alumnos fracasa en su intento por obtener el título en Graduado en Enseñanza Secundaria? Los alumnos opinan.
Miércoles, 18 de septiembre de 2002
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Los protagonistas de que España sea uno de los países con la tasa más alta de fracaso escolar creen mayoritariamente que las clases son aburridas, poco conectadas con la vida práctica y reprochan a sus profesores no saber motivar a los estudiantes.

Estos alumnos, que antes de acceder al mercado laboral suelen pasar por los actuales Programas de Garantía Social (de hasta dos años de duración), proceden mayoritariamente del contexto socio-cultural más bajo. No obstante, en general estos alumnos valoran positivamente el centro en el que han estudiado y exculpan de sus problemas tanto a sus padres como a sus compañeros.

A su juicio, la ESO debería ser menos teórica, más flexible, con contratación de profesores más variada, más prácticas y con grupos de alumnos más reducidos, según los datos recogidos por la Fundación para la Modernización de España en el estudio “Fracaso escolar y transición a la vida laboral”, que fue presentado por el ex secretario de Estado para la Educación y coautor del informe, Álvaro Marchesi, y el profesor Richard Sweet, de la división de formación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Para Marchesi, “los índices del fracaso escolar en España han disminuido un 13,4 por ciento en los últimos diez años”, si bien la tasa media en España de fracaso escolar ronda el 30 por ciento, aunque esta cifra varía por comunidades.
Por su parte, Sweet indicó que “la proporción de jóvenes españoles en paro es 2,5 veces mayor en España que en el resto de países de la OCDE” debido a que “hay peores condiciones para que los jóvenes se incorporen al mercado laboral”.

Espaldarazo a la LOCE

Por su parte, el secretario de Estado de Educación y Universidades, Julio Iglesias de Ussel, criticó al PSOE por ser en las comunidades donde gobierna donde se contabilizan los índices más altos de fracaso escolar, superando en casi cinco puntos a las autonomías gobernadas por el PP. Como ejemplos sirvan Baleares, con el mayor índice de abandonos de todo el país, casi el 40 por ciento, debido a la alta ocupación en el sector servicios, o en Castilla-La Mancha, donde sólo el 66,6 por ciento de los escolares alcanza los objetivos básicos de la Educación Obligatoria. Además, Andalucía también se sitúa a la cabeza del ranking de las comunidades con mayor índice de fracaso escolar entre sus alumnos.

Según el secretario de Estado, estas cifras avalan la necesidad de una respuesta por parte del Ministerio de Educación y Cultura que se concreta en las medidas recogidas en la futura Ley de Calidad.

Más alumnos a los PIP

Entre las iniciativas propuestas se encuentra la flexibilización de la ESO en itinerarios (dos en el tercer curso de la ESO y tres en cuarto) y la potenciación de la Garantía Social, a través de los Programas de Iniciación Profesional (PIP).
Según la ministra de Educación y Cultura, Pilar del Castillo, “los programas de Garantía Social, que han funcionado adecuadamente en muchos aspectos, no conducen al título de Graduado en ESO, una posibilidad que sí tendrán los alumnos de los PIP y por tanto, que supondrá un estímulo adicional, una puerta abierta a aquellos que, por las circunstancias que sean, no han obtenido en su momento el título de ESO y por esta vía podrán obtener esta acreditación que les abre las puertas para continuar sus estudios o para incorporarse a la vida laboral”.

Y es que no tener esta acreditación básica del sistema educativo sitúa a los alumnos, según la propia Pilar del Castillo, “en una posición muy difícil”.

Una asignatura pendiente en el sistema educativo

El descenso de alumnos en prácticamente todos los niveles educativos no ha afectado a las unidades de Garantía Social, que han pasado según las últimas estadísticas del Ministerio de Educación y Cultura (MECD), de 13.996 matriculados en el curso 1995-96 a 42.027 durante el curso 2001-02, lo que supone más del triple de alumnos que no obtendrán el Graduado en Educación Secundaria Obligatoria.

Según Pilar del Castillo, “los Programas de Iniciación Profesional no podrán ponerse en marcha de forma inmediata porque hay que desarrollar anteriormente una serie de aspectos y porque tiene que empezar a afectar a los chicos a partir del inicio de uno de los ciclos educativos”.

Pero al margen de las estadísticas, lo cierto es que los estudiantes de Garantía Social han sido los grandes olvidados tanto por el sistema educativo, que hasta ahora sólo reconoce con un certificado las horas cursadas y las calificaciones obtenidas en Lengua y Matemáticas, las dos únicas asignaturas del currículo oficial que cursan como tal, (aunque siempre adaptadas a su nivel, mucho más bajo). Y además, las grandes olvidadas por el mercado editorial, que no ha elaborado ningún tipo material escolar que sirva de referencia a docentes y alumnos sobre objetivos, contenidos, metodología o criterios de evaluación. Así pues, el éxito de los Programas de Garantía Social hasta ahora se debe sólo el esfuerzo de los centros educativos por dar a sus alumnos una formación práctica y que facilite después la inserción laboral de estos adolescentes, a través del establecimiento de convenios de prácticas con algunas empresas. Y como no, al empeño de los docentes por motivar a los llamados “objetores escolares”.

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