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El MECD tratará de repartir a los catedráticos: uno por departamento

El Ministerio que dirige Pilar del Castillo pretende evitar la acumulación de catedráticos que se da en la actualidad en muchos departamentos didácticos. Según los planes del MECD un sólo catedrático asumiría las tareas de organización y dinamización.
Miércoles, 7 de mayo de 2003
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Autor: Marta SERRANO

La compleja atribución de competencias entre el MECD y las distintas Consejerías de Educación está causando más retrasos de los previstos en los planes de Pilar del Castillo a la hora de desarrollar la Ley de Calidad de la Educación. La ministra va presentando los proyectos con cuentagotas y según sus propias palabras, “el acceso a la función pública docente y la reforma del extinto INCE” serán los próximos.

No obstante, en cuanto a la organización de los centros, MAGISTERIO ha podido saber que la intención del MECD es que cuanto antes todos los departamentos tengan un coordinador “que tire del carro y anime a todos los compañeros en la mejora de la vida académica del centro”.

Respecto a los institutos más concretamente, el Ministerio de Del Castillo pretende que cada Departamento tenga un catedrático como responsable y dinamizador, siguiendo la fórmula de: Un catedrático, una asignatura.
Precisamente esta fórmula coincide con las tesis defendidas durante estos años por la Asociación Nacional de Catedráticos de Bachillerato (Ancaba). “Es el mejor modelo para restañar en parte la pérdida de calidad en la enseñanza”, afirma su presidente, Julian Martín.

Pero claro, este catedrático no puede ser una figura decorativa como lo era con la condición de regulada por la Logse, y no puede reducirse a cobrar más, porque debe tener unas funciones específicas.

No obstante, actualmente no es posible llevar esto a la práctica inmediatamente, porque muchos departamentos tienen cubiertas todas sus plazas. Y aunque al Ministerio de Educación y Cultura le gustaría poder repartir mejor a estos coordinadores didácticos, entiende que deberá hacerlo pausadamente.

¿Solución práctica?

Ancaba, por su parte, le ha pedido que promoviera un Concurso General entre Catedráticos, pero esto mismo sólo es viable coincidiendo con otro concurso del Cuerpo de profesores de Secundaria, ya que el catedrático sólo podría obtener destino en los departamentos donde hubiera vacante una plaza o en aquellos de nueva creación.

Esta solución serviría para que nadie viera amenazada su plaza al tiempo que se acaba con la acumulación de catedráticos en algunos departamentos y en algunos centros.

Todos con «la condición»

Se da el caso de que en algunos departamentos de los institutos de la ciudades todos los profesores cuentan con la condición, algo “incompresible por improductivo o estéril”, señala Julian Martín.

La fórmula definitiva pasaría, por tanto, por tratar de derivar, siempre voluntariamente según las intenciones manifestadas por miembros del MECD, a muchos de esos catedráticos hacia los nuevos institutos que se están creando en las ciudades y en los pueblos, propiciando que algunos de esos catedráticos encabezaran los nuevos departamentos mediante traslados voluntarios de Instituto.

No obstante “no puede ser nadie director o jefe de algo sin la decisión de adquirir responsabilidad, sin haberse preparado para ella (la preparación es la primera forma de experiencia)”, afirma el presidente de Ancaba. “Un catedrático joven que haya optado por asumir la responsabilidad que conlleva la cátedra puede suplir la ausencia de experiencia con la preparación y dedicación”, añade.
Además, entre los profesores con experiencia ocurre con frecuencia que muchos no quieren compromisos y deciden que vaya rotando la responsabilidad del cargo porque no queda más remedio. Por eso, desde el MECD están decididos a eliminar esa provisionalidad en las jefaturas de cada Departamento didáctico.

Lo ideal, según el MECD, es que en cada centro hubiera una mezcla de catedráticos veteranos y de catedráticos más o menos jóvenes. De aquéllos se puede tomar algún consejo, incluso ejemplo, mientras los jóvenes aportan una mayor capacidad de dinamización, de movilización y de entrega. Desde el MECD “llegar a catedrático después de muchos años de servicio (ya reconocidos por los trienios y los sexenios), suponía crear sin más un estrato de gerontocracia, ineficaz en la mayoría de los casos si se acumulaban los catedráticos en determinados institutos”.

Según fuentes del MECD “Las categorías profesionales hay que ganárselas, no recibirlas por dejarse llevar por la inercia de los años. Es lo que hay que conseguir ahora sin violentar el sistema y sin eliminar los plazos. Conviene buscar la calidad”, señalan. 

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