Libros, carpetas y vestuario están en septiembre en la lista de la compra

Las penas nunca vienen solas. Por si no bastara con el fin de las vacaciones, los padres ahora tienen que hacer frente a los gastos que supone la vuelta (o incorporación) a la vida escolar de sus hijos.

Muchas son las asociaciones de consumidores –OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), UCE (Unión de Consumidores de España), FUCI (Federación de Usuarios y Consumidores Independientes) y otras asociaciones regionales– que han elaborado estudios en los cuales se recogen datos muy similares sobre el coste que supondrá a las familias la escolarización de cada uno de sus hijos para el curso 2003-04: unos 600 euros.

Grandes diferencias

Sin embargo esta cifra puede sufrir variaciones sustanciales dependiendo del circuito educativo que sigan los escolares. Los gastos totales a realizar para matricular y equipar a un alumno en un centro privado ronda los 1.000 euros, mientras que el curso en un centro concertado cuesta unos 800. Lo más asequible para los bolsillos paternos es la Educación pública, con un desembolso de alrededor de 300 euros. Estos contrastes no sólo derivan de la diferencia en los precios de las matrículas en los centros y del nivel educativo cursado, sino también de los gastos de transporte y de comedor.

Ropa y libros más caros

El vestuario es otro de los factores que marcan el coste de la incorporación a las aulas, sobre todo porque este año ha experimentado un aumento de precio del 8% de media, según datos de la UCE. En un principio se podría pensar que este problema sólo atañe a los matriculados en centros que exigen uniforme, pero lo habitual, según estos estudios y como recuerda la Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE), es que todos los escolares se equipen con ropa y calzado nuevos al arrancar el curso. Algunos padres prefieren el uniforme para evitar gastos a largo plazo y para alejarse del “peligro” de la ropa de marca, que puede llegar a encarecer el gasto en 225 euros adicionales. Y tengamos también en cuenta que los libros de texto han subido un 3%, según la Asociación Nacional de Editores y Libros y Material de Enseñanza (Anele). Este año, las familias deberán desembolsar entre 45 y 90 euros en este concepto, dependiendo de la editorial elegida por el centro de estudios y del curso en el que se matriculen los alumnos.

Estos datos son el término medio para toda España. Sin embargo, otro factor determinante a la hora de calcular lo que costará la Educación de los hijos es el lugar donde se viva. Dos de los casos más destacados son los de Extremadura y el País Vasco. La vuelta al colegio para los escolares extremeños será, según la Unión de Consumidores de Extremadura (UCEx), un 31,5 por ciento más barata que la media nacional. Si se analizan los datos con más detalle, el informe de UCEx desvela que en Extremadura el gasto por vestuario está un 3,3 por ciento por encima del promedio español. Por su parte, la Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (Ceaccu), estima que el gasto medio para los jóvenes vascos será de 400 euros.

La gratuidad de los libros de texto

Las consejerías de Educación no son ajenas a las dificultades que suponen estos gastos para muchas familias. Una de las medidas más destacadas para facilitar el acceso a la Educación es la gratuidad de los libros de texto. Sus modalidades varían de una Comunidad a otra, si bien la mayoría está implantando poco a poco el acceso sin costes a esta herramienta educativa básica.

La Autonomía más avanzada en esta faceta es Castilla-La Mancha, donde los alumnos de Primaria y primero y segundo de ESO tienen libros de texto gratis. En Aragón el Pacto para la Educación, firmado en el curso 2001-02, establece un programa de gratuidad para los alumnos del tramo obligatorio en los centros sostenidos con fondos públicos, y su implantación se se está realizando de manera progresiva durante cinco años; los alumnos reciben los libros en préstamo.

El polo opuesto, donde la gratuidad es aún un futurible, lo representan Baleares, Cataluña y Castilla y León, donde aún hay que pagar los libros, ya que las consejerías aún no han tomado medida alguna para proporcionar a los estudiantes libros con coste cero.