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“Queremos concertar el Bachillerato, por coherencia”

Entrevista en exclusiva con Francisco Fiol Amengual, nuevo Consejero de Educación de Islas Baleares.
Miércoles, 1 de octubre de 2003
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Comprometido, práctico, inteligente… Un gran gestor. Así es, en un primer contacto, Francisco Fiol. Saltó a la política desde el mundo de la abogacía. Primero como consejero de Sanidad, después, cuatro años como parlamentario en la oposición y tras las elecciones de mayo es el flamante consejero de Educación de las Islas Baleares. No obstante, sabe algo de Educación: su mujer es catedrática y tiene otros familiares que son docentes.

—Se enfrenta a un nuevo cargo, ¿cuál es su espíritu?
—Con independencia de que se haga mejor o peor, al final, el no ser del sector significa que no tienes compromisos. Yo de eso, en Sanidad, me di cuenta enseguida. No era de ningún hospital, no tenía que volver a ninguna clínica, ni aspiro a ascender en el escalafón… Eso es importante.

—Tiene claro que está de paso en Educación…
—En la política siempre se está de paso y el que no lo entienda así se lleva muchos disgustos al salir. No obstante, mi idea es estar la legislatura completa, es decir, hasta las próximas elecciones. Cuatro años, para lo que yo quiero hacer, es suficiente, porque cuando llevas mucho tiempo en un sitio la rutina te domina y los compromisos que al principio no existían acaban apareciendo. Los clanes o grupos de presión dentro de una consejería acaban haciendo daño. Cuatro años no están mal para una responsabilidad tan complicada como es esta.

—¿Cuáles son las dificultades más importantes con las que se ha topado al llegar?
—Hay unas dificultades que son innegables, sobre todo por un crecimiento poblacional impresionante, que en cifras estadísticas supone que somos la única comunidad en los últimos 10 años que está en un vector de crecimiento. Si se ven los últimos datos del MECD (véase MAGISTERIO del 17 de septiembre), hay CCAA que han llegado a perder hasta un 30% y un 33% de población estudiantil, mientras las IslasBaleares es la única (junto con Melilla) que se sitúa en valores positivos, por el aumento de la natalidad, por los flujos incontrolables de inmigración… El factor de provisión de gente, gente joven con otras culturas y en edad de tener hijos… Hemos crecido casi cinco puntos en número de alumnos con respecto al año pasado en todo el conjunto de las Baleares. La escolarización es difícil con tal aumento de la población.

—Con todas estas dificultades, ¿qué primera valoración se puede hacer del comienzo del curso?
—Teniendo en cuenta que el nuevo equipo entró en la Consejería hace sólo 70-80 días puedo decir que hemos comenzado, que no es poco. No obstante, aunque en Baleares hay una planificación y se han construido centros, hay que replantearse un nuevo Plan de Infraestructuras que se hace necesario para atender la demanda.
Realmente con los colegios e institutos que tenemos cumplimos en algunos sitios y en otros no, así que necesitamos generar más recursos, más infraestructuras. Por eso vamos a intentar lanzar un Plan de Infraestructuras, y, para ello, vamos incluso a crear una sociedad que se va a dedicar exclusivamente a eso, a crear infraestructuras y que estará controlada por el Parlamento balear, por supuesto.

—¿Al estilo de la Ciegsa en Valencia?
—Sí. Creo que alguna otra Comunidad ha hecho algo así. Esta solución nos da cierta capacidad de agilidad en la gestión, cierta capacidad de maniobra y de endeudamiento, que es fundamental porque si no, no podríamos llevar a cabo este Plan que estamos empezando a diseñar, aunque esté sometida a todo tipo de control fiscal, etc.

—¿Qué previsiones hay en las Baleares respecto al aumento de la demanda de plazas?
—Está claro que la demanda es creciente y que merece ser atendida bien y con urgencia. Si tuviéramos un crecimiento vegetativo sabríamos qué población tendríamos dentro de diez años, pero con un crecimiento expansivo producido por corrientes incontrolables de gente que aparecen incluso cuando los plazos de matriculación están cerrados y a mitad de curso, ¿cómo planificas? ¿Cómo atiendes a la gente? Pues como se puede.

—¿Hablamos de aulas prefabricadas?
—A veces, desde luego, no son las condiciones óptimas, son instalaciones poco adecuadas como algún aula prefabricada e incluso algo peor, algún salón parroquial como aula. Pero que ha sido una medida excepcional e inevitable.

—¿Lo considera una mala herencia que ha recibido?
—No me gusta plantearlo como una herencia. La responsabilidad es ahora mía y de mi equipo. Para el arranque de este curso la verdad es que podíamos hacer poco más que arrancar. Pero soy consciente de que esto no puede ser. Que no se puede dar clase en aulas prefabricadas y en “aulas externalizadas”, que es un eufemismo cuando al colegio se añade un techo y una pared. No puede ser. Esto hay que corregirlo, y eso se consigue creando infraestructuras.

—La idiosincrasia en Baleares y la alta ocupación en el sector servicios, en turismo, supone un gran absentismo…
—Tenemos un problema que me preocupa enormemente. Somos los líderes, o casi los líderes, por desgracia, en deserción. Tenemos mucho abandono, así como también somos líderes en no concurrencia a la Universidad aproximadamente con 15 puntos sobre la media de otras CCAA. Me gustaría poder decir que estos dos lideratos los abandonaremos pronto, aunque hay un problema estructural muy grave.

—¿Hay algún proyecto previsto en este sentido?
—Vamos a ver cómo podemos crear políticas que conciencien a las familias y fundamentalmente, a los chavales, que si aceptan ir a poner cañas, aceptan que han llegado al tope de su desarrollo profesional para siempre. Que si ahora tienen 15 años, cuando tengan 50 sólo sabrán eso. En ese sentido, ser una sociedad de servicios es tremendo, es una sociedad sin liderazgo.

—Pero con pleno empleo…
—Tiene ciertas ventajas, como el aumento del nivel de renta pero, al final, estás creando una sociedad sin liderazgo. Con mucho servicio y poca clase directiva.

—¿Y qué opinan las familias?
—Muchas veces los alumnos tienen la complicidad de las familias, aunque otras no. No siempre se tiene la conciencia clara de que conviene y es necesaria la formación. A veces es más perentorio atender el negocio, etc. El sector servicios unido a la temporalidad es un explosivo.

—¿Qué otros retos se ha planteado para esta legislatura?
—Vamos a intentar que crezca el nivel de la Concertada porque hay demanda. En la actualidad el nivel de concertación es bastante alto en Baleares, yo lo situaría en un 50%, y en Palma de Mallorca incluso por encima, aunque la Privada no concertada casi no existe.

—¿Cómo fue tratada la Concertada por Damià Pons?
—Mi percepción es de que ha sido maltratada, limitando su crecimiento. Además, se quejan de la excesiva burocracia, de una especie de fiscalización exagerada. Nos gustaría aliviar esa presión y además trataremos de ser capaces de concertar el Bachillerato porque ahí vemos un tema de coherencia para que el coste de las familias que han optado por la Concertada no sea tan difícil de soportar. Bueno, ese es un proyecto que está ahí, pero que se traduce en euros, y hay que tener esos euros para ponerlo en marcha y atender a toda la familia.

—¿El 3-6 está concertado 100% en Baleares?
—Totalmente. En ese sentido, vamos adelantados a la LOCE.

—¿Cómo se regulará el modelo de dirección escolar, ¿renunciarán cómo en Castilla-La Mancha a la designación de los directores?
—Nosotros no vamos a renunciar a designar a los directores en la medida en que podamos, porque el director, creo yo, es el representante de la Consejería en el propio centro educativo, con una vinculación jerárquica evidente y eso se tiene que reflejar de alguna manera.

Sobre la financiación de la LOCE

Según Fiol, “todas las CCAA salvo la nuestra tienen menos población estudiantil cada año y, hasta ahora, han tenido un nivel de financiación óptimo. Es decir, hay CCAA que han perdido el 30% de su población escolar y tienen la misma financiación y veo que hay CCAA que han crecido y tienen la misma financiación”. Según el consejero de Islas Baleares, “esto no es justo”. Fiol advierte que “en algún momento habrá que pensar si esto es lo correcto y lo adecuado más allá de que la implantación de la LOCE genere gasto”. Fiol explica que hay que darle muchas vueltas, “pero creo que si alguien puede hablar al final es quien está creciendo, por si que necesita algún tipo de compensación, no por la vía del propio MECD, más bien apunto a temas de financiación global, a mecanismos de estabilidad financiera, a mecanismos que la Ley de financiación prevé, aunque ahora sea prematuro explicar”, añade.

El conseller de las Baleares apunta que “si ha de haber una corrección y modular de determinados crecimientos, es en el conjunto de la financiación, al margen del gasto que genere o no la LOCE”. Fiol dejó claro que “el debate es otro. Pero quizá lo es sólo para mí, porque represento a la única comunidad que ha crecido en los últimos 10 años, y probablemente la única comunidad que ha crecido tres puntos más que la media nacional en el último año. No es justo medir a todas las CCAA por el mismo rasero. Hoy no reivindicamos nada, pero habrá que observar detenidamente el conjunto de la financiación. 

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