El IESE propone mejorar la retribución fija y crear categorías académicas

El profesor Gómez López-Egea es un experto en el área de Recursos Humanos y, como tal, ocupa la Cátedra Seat del Instituto de Estudios Superiores de la Empresa (IESE). Fue invitado al Congreso Nacional de CECE para “hacer reflexionar al profesorado y a los directivos sobre la necesidad de ampliar el concepto de retribución”, según sus propias palabras. Un concepto que se apoya sobre tres planos: material, profesional y ético o de los valores.

“La retribución no sólo es la compensación material de un trabajo –señaló– sino que debe ser reflejo de la estrategia y valores de la empresa y consecuencia de las distintas posibilidades de desarrollo profesional que tiene una persona”. Gómez López-Egea propuso para el sector educativo el establecimiento de categorías profesionales o académicas y una valoración de los distintos puestos de trabajo, como medio para mejorar la parte fija del salario. Estas categorías serían la base sobre la que se apoyaría la retribución.

“Cuando defines un sistema de retribución –indicó este profesor– defines una progresión material y unos valores, lo cual produce mucho impacto sobre la persona, ya que incides sobre los tres planos en que se basa la política retributiva y consigues motivar a las personas”.

A la compensación material se une, en este caso, un reconocimiento profesional a su trabajo, sus ideas y su creatividad. Gómez reconoció que en la política retributiva de las empresas estos aspectos no están presentes. “El mapa de retribuciones de las empresas españolas es impresentable”, aseguró.
Su propuesta concreta para el sector educativo se basa en el reconocimiento de la trayectoria profesional docente, en la evaluación de un período amplio de tiempo y en una retribución acorde con esos parámetros.

En este sentido, Sandalio Gómez advirtió del peligro de evaluar “rendimientos puntuales”, ya que es “menos objetivo que evaluar la trayectoria de una persona en un período suficiente”. El método de evaluación propuesto por este profesor pasaría por una comisión formada por, al menos, tres personas, sobre la base de unos criterios objetivos entre los que citó el número de horas lectivas que se imparten; la relación con las familias de los alumnos; el tiempo dedicado a las tutorías; la formación docente; la capacidad de transmitir ideas; la superación de retos o el nivel de colaboración con sus compañeros y con la institución docente a la que pertenece.

Gómez aludió también al Convenio Colectivo de Enseñanza privada actualmente en vigor. Indicó que en él no se contemplan las categorías profesionales o académicas aludidas, sino una sola función –la de profesor– y unos complementos en función del desempeño de cargos directivos.

Para este experto en Recursos Humanos, los grupos profesionales permiten establecer unos retos para el trabajador. “Si quiero calidad –dijo Gómez– tengo que pensar en todas las dimensiones; en caso contrario se reclamaría una motivación vocacional, o una automotivación”. Sandalio Gómez también defendió la retribución variable, pero siempre sobre la base de una base fija bien estructurada.

Isabel Bazo, presidenta de CECE, reclama igualdad de trato

Bajo el lema, Libertad y calidad. Escuelas del siglo XXI, el XXXI Congreso Nacional de CECE ha reunido en Santiago de Compostela a más de 500 congresistas. En la sesión inaugural, la presidenta de la patronal, Isabel Bazo, reclamó igualdad de trato para las familias. En relación con los conciertos afirmó que “no hay desvío de dinero sino igualdad de oportunidades”. Bazo también aludió a la calidad, “para conseguirla –dijo– hay que motivar al alumno y a los profesores, a los que la sociedad no reconoce la labor que están realizando”.