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“La LOCE es una oportunidad, no una imposición del MECD”

Entrevista en exclusiva para MAGISTERIO con Francisco Javier Alvárez Guisasola, consejero de Educación de Castilla y León.
Miércoles, 19 de noviembre de 2003
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Ha pasado de viceconsejero de Educación a consejero con el comienzo de la nueva legislatura autonómica. Javier Álvarez Guisasola se ha tomado con la misma seriedad y dedicación sus tareas. Este asturiano fue rector de la Universidad de Valladolid, es médico y bajo su batuta se han realizado en estos últimos años pasos importantes para el sistema educativo en la extensa región castellanoleonesa.

—¿Cuándo estará terminado y adaptado a las nuevas exigencias de la LOCE el mapa escolar de la región?
—La cuestión no es cuándo está acabado, porque el mapa escolar es algo cambiante que hay que ir actualizando continuamente. Se puede decir que con el inicio de cada curso hay un nuevo mapa escolar. El de este año ha contado con dos novedades importantes. En primer lugar los centros específicos de Formación Profesional –que han sido cuatro– que pasarán a ser centros integrados con los desarrollos de la Ley de Calidad. Y en segundo lugar, la creación de los CEO y los IESO que se han ido implantando según las necesidades y la viabilidad de las zonas rurales, que suponen un alto porcentaje en nuestra Comunidad en proporción con otras regiones. Este esfuerzo se ha hecho para solucionar la escolarización de la etapa de la Secundaria Obligatoria. Somos de los pocos que mantenemos unidades de Infantil y Primaria de escolarización con tan sólo cuatro alumnos.

—Con este panorama el gasto de transporte escolar será elevado…
—Pues sí. Desde las transferencias en tan sólo un año se duplicó el gasto de 3.000 millones de pesetas a 6.000 millones. Además de dar un impulso muy importante a la figura del acompañante. La Ley de Fomento daba 7 años de plazo para establecer una regulación del transporte nueva (se incorporó la figura del acompañante entre otras novedades) y nosotros ya hemos alcanzado lo que ahí se regula en este curso escolar.

—Junto con Galicia, son las dos Comunidades que presentan mayores dificultades de transporte escolar en las zonas rurales…
—Sí, por eso nosotros hemos articulado dos soluciones que damos a elegir a los padres, o bien utilizar las líneas de transporte –que se procura que no superen trayectos de más de 45 minutos de duración–, o bien las residencias gratuitas, en las que el alumno permanece sólo los días lectivos y el fin de semana lo pasa en casa, con su familia. Es cierto que muy pocos padres optan por la residencia, pero nosotros lo ofrecemos y además con la mayor flexibilidad posible. Además, se hace un esfuerzo en provincias como León o Ávila de realizar desplazamientos de alumnos en taxis, vehículos todoterreno… no sólo en autobuses.

—¿Qué índice de fracaso escolar sufren aquí?
—Primero me gustaría aclarar qué es fracaso escolar. Se puede aplicar a aquellos alumnos que abandonan el sistema escolar sin obtener titulación alguna o bien aplicarlo a los escolares que no promocionan adecuadamente. En Castilla y León tenemos unos porcentajes un poco por debajo de la media nacional en Secundaria y estamos en la media en lo demás. Como datos del curso pasado tenemos en Primaria un 95,49 por ciento de alumnos que promocionan adecuadamente, un 73,44 en Secundaria y un 70,5 en los alumnos de Bachillerato.

—¿Cree que la LOCE aliviará algo este fracaso escolar?
—Creo que sí, porque introduce dos medidas que van a ser de gran repercusión en el sistema educativo. La primera que quiero mencionar es la promoción en la etapa de Secundaria no por ciclo –como venía siendo– sino por cursos. Se establece la superación de cada curso por medio de una evaluación ordinaria además de la existencia de una evaluación extraordinaria individual. La segunda medida que contribuye a aliviar el fracaso es mucho más importante aún si cabe: me refiero a la implantación de una enseñanza mucho más individualizada, a través de los itinerarios –en tercero y cuarto de la ESO– y de los Programas de Iniciación Profesional (PIP). Esta opción no saca al alumno del sistema como ocurría, en parte, con la Garantía Social. Ahora, con los PIP los alumnos se están formando para un empleo y a la vez no pierden la posibilidad de obtener una titulación.

—Eso está bien, pero ¿va a ser posible de hecho implantar todos los itinerarios en todos los centros?
—En principio sí. Habrá, lógicamente, excepciones en centros de una sola línea o algunos de la escuela rural. Sabemos que hay muchos centros, concertados o de la escuela pública, que no tienen Programas de Iniciación Profesional. Por eso estamos estudiando con otras comunidades autónomas el establecimiento de un sistema zonal. El modelo lo tenemos en la comunidad navarra, que nos aporta muchas ideas, y también estamos estableciendo contactos con Madrid. Por lo demás no veo mayores problemas para los itinerarios.

—En el resto de campos, ¿cómo va el desarrollo de la LOCE?
—De libro, al pie de la letra. En este primer año de implantación tenemos que cumplir dos cometidos: incorporar las pruebas extraordinarias de la ESO y aplicar los nuevos currículos y el Decreto de mínimos. En ambos casos ya hemos cumplido.

—¿Por qué las pruebas extraordinarias de Secundaria en el mes septiembre?
—En primer lugar porque en Bachillerato ya están establecidas así. Por otra parte, para nosotros no es serio volver a examinar a los diez días a un alumno de lo que no ha sido capaz de superar en todo un curso. Existe la posibilidad de hacerlos en julio, pero esta opción tiene otros problemas, ya estudiados y de difícil solución. Soy más partidario de dejar descansar al alumno y darle esa segunda oportunidad.

—Otros consejeros, como el de Canarias, se apoyan en estudios que indican que en septiembre el alumno rinde aún menos…
—Esos resultados hay que valorarlos en su justa medida. Está claro que el alumno que suspende en junio no es un alumno brillante. Si en nueve meses no ha sido capaz de superar unos conocimientos mínimos, teniendo el verano por medio el porcentaje de superación no puede ser excelente. Habría que organizar un sistema de tutelaje, de cursos de recuperación y hacer un examen pasado tan sólo un mes, es decir, en julio. Esto plantea otras dificultades, como romper con costumbres vacacionales del país, de las familias y del profesorado. Se trata de no trastocar la vida familiar y de no emprender aventuras que conduzcan al fracaso.

—¿Cómo valora la actitud de las comunidades autónomas del PSOE de pedir más financiación para la LOCE?
—Es una cuestión de enfoque. Para nosotros la calidad es una necesidad, no una imposición del Gobierno. Si se considera una imposición es lógico que quieran que el Gobierno se lo pague. De hecho, nosotros hemos puesto en marcha muchas de estas medidas independientemente de la LOCE, como por ejemplo la gratuidad de la Infantil. Porque consideramos que el momento actual de Castilla y León requería la gratuidad e incluso la obligatoriedad. Hoy por hoy no es obligatoria, pero tenemos un índice del cien por cien de escolarización. Una vez cubierto de los 3 a los 6 años podemos dedicarnos al 0-3. En otras comunidades que no quiero mencionar pero que están en la mente de todos se tiene sólo un 60% de escolarización. Así, es lógico que se exijan recursos.

—Por cierto, la etapa 0-3 ¿educativa o asistencial?
—Está claro que la atención de un niño de un mes tiene un escaso componente educativo. No es que despreciemos el aspecto educativo, pero la proporción sería un 80% asistencial y un 20% educativo, por ejemplo. Más tarde, a partir de los 3 años, la proporción se invertiría hasta un 10-90%. Nosotros nos quedamos con un modelo educativo-asistencial en el que participan la Consejería de Educación y la de Familia, y que será coordinado por esta ultima.

Diferencias con el PSOE

—Desde el PSOE se defiende el aspecto educativo del tramo 0-3, sin embargo, en las comunidades donde gobiernan no lo están regulando desde Educación sino desde Asuntos Sociales. ¿No es sorprendente?
—Es sorprendente además porque el único acuerdo unánine dentro y fuera de la Conferencia Sectorial de Educación ha sido que ese tramo sea educativo-asistencial. La realidad ha emostrado que hacerlo sólo educativo llevó a que ninguna Comunidad Autónoma lo cumpliera. Recuerdo una reunión de países de la OCDE en Estocolmo en la que un ponente francés alabó el planteamiento de la LOGSE de 0 a 3. Cuando preguntó a los españoles allí presentes por su aplicación se produjo un silencio total. La LOGSE era estupenda en el papel pero en la realidad, nada. Las leyes no pueden ser de laboratorio, se deben poder cumplir.

—¿Qué opina de las Comunidades que esperan a que se les financie la LOCE desde el Gobierno central?
—Que está claro que una cosa es tomarse la LOCE como una oportunidad para crecer en calidad y otra, tomarla como una imposición. La sociedad no puede esperar a que el gobierno de turno compense.

—¿Asistirá a la reunión de consejeros de Educación convocada por Castilla-La Mancha al margen del Ministerio?
—No. Pero que no se me malinterprete, es que creo que el foro adecuado debe ser el de la Conferencia Sectorial y en torno al Ministerio.
 

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