"La transparencia de datos no se cuestiona”
Autor: Marta SERRANO
El departamento de Stephen Twigg, ministro de Educación para Primaria y Secundaria en Reino Unido, se encarga fundamentalmente de mejorar la calidad en los centros. Desde su cargo, Secretary of State for Schools, Twigg ha impulsado numerosas reformas.
—¿A qué se debe la decisión de incrementar las tasas universitarias en el Reino Unido casi en un 40%?
—Básicamente, este incremento se debe a que en los últimos 20 años las cantidades de dinero que están entrando en los fondos de las universidades han sido insuficientes. Simplemente se necesitaban otras fórmulas de financiación. Además, queremos garantizar que la calidad de la Educación en Gran Bretaña sea la más alta posible. Para poder dar una calidad óptima se necesita más dinero.
—A raíz de este incremento, ¿cambiará la política de becas?
—Sí. Hace seis años, cuando entramos en el gobierno, se habían erradicado las becas. Nos hemos dado cuenta después de un tiempo de que eso fue una equivocación. Entonces, para poder ofrecer las mismas oportunidades a los estudiantes con menos poder adquisitivo, vamos a volver a introducir el sistema de becas y subir las cuotas de las matrículas para ciertos cursos y líneas de Educación para posgraduados.
—¿Qué opina sobre el aprendizaje del inglés en el sistema educativo español?
—La verdad es que estoy bastante entusiasmado y creo que nosotros, en el Reino Unido, podríamos aprender muchísimo del sistema español, porque creo que el estándar de inglés en España es muy superior a la enseñanza tanto de español como de francés en Reino Unido.
—No obstante, en España se critica que a pesar de estar el inglés implantado en el currículo escolar y ser cursado durante unos 10 años, la mayoría de los estudiantes recurren a academias privadas para aprender el idioma…
—En ese sentido no puedo comentar nada, porque no sé que es lo que realmente ocurre en torno a las academias privadas de idiomas aquí, pero reitero que uno siempre tiene que intentar mejorar la enseñanza de los idiomas extranjeros, tanto en cantidad como en calidad.
—¿Cómo es la enseñanza del español en las escuelas del Reino Unido? ¿Qué datos se pueden aportar?
—En el Reino Unido más que de calidad habría que hablar de cantidad, porque creo que los estándares de calidad son bastante buenos. Pero hay que tener en cuenta que sólo un 9% de alumnos de 16 años están cursando español u obtienen alguna cualificación en español, comparado con un 50% ó 60% que optan por el francés, por ejemplo.
—¿Hay colegios públicos bilingües en Reino Unido o la intención de ponerlos en marcha como está ocurriendo en el sistema educativo español?
—Actualmente en el sistema educativo público no existen escuelas bilingües porque tradicionalmente la Educación bilingüe no es algo que se haya potenciado. Sin embargo, creo que de cara al futuro es algo que deberíamos tener en cuenta.
—¿Cuáles son los retos actualmente en el sistema educativo inglés?
—Como retos esenciales señalaría dos. Tradicionalmente, no hemos sido muy buenos a la hora de invertir en la Educación Temprana. Queremos mejorar la Educación de los más pequeños. Y en segundo lugar, tenemos un grave problema y es que hay muchos niños que cuando llegan a la edad de los 16 años abandonan el sistema. Lo que queremos es fomentar entre los alumnos de 16 y 17 años que continúen en el sistema educativo e implicarles en la importancia del aprendizaje a lo largo de toda la vida.
—¿Qué importancia tiene tanto para las familias como para los propios centros que haya transparencia en los resultados académicos de los alumnos? ¿Es positiva la competitividad entre centros?
—La transparencia en términos estadísticos no es un problema en el Reino Unido. De hecho, se publican estadísticas frecuentemente y la polémica no va por ahí. Hay bastante información en cuanto al tema de fracaso escolar, etc.
La polémica viene por todo lo contrario. Porque se publica una especie de ranking de escuelas y entonces hay centros que opinan que no es un sistema muy justo y que hay una información que quizá no se corresponde con lo que hacen en realidad unas escuelas y lo que hacen otras.
—¿Se puede medir la eficacia de la Educación en términos estadísticos?
—Lo que hacemos actualmente para publicar los resultados es ofrecer unos datos, digamos, en términos generales, además de hacer un seguimiento del progreso que están haciendo los alumnos. Esa es una mejora para plantear mejor el crecimiento de las escuelas.
—Las críticas a la falta de información son cada vez más frecuentes en España.
—Queremos que se publiquen los resultados. Tenemos que ser más claros y ofrecer información acerca del rendimiento y los resultados y trataremos de utilizar un sistema justo.
—Cundo algún centro no va bien, ¿se implanta otro sistema de gestión en el centro o se trata de algún modo de volver a las grammar school?
—Si se da un caso muy extremo, los rendimientos son cada vez peores y los niños están fracasando en todo, el centro se cierra. Pero ese sería el caso extremo. En otros casos hay un cambio en del director de la escuela. En este sentido, la calidad de las escuelas es mucho mejor ahora que hace 15 años. Y creo también que la inspección es un punto crítico porque a través de ella podemos identificar problemas.
Utilizamos la inspección como medida para evitar el tener que cerrar una escuela o cambiar la dirección. Se aprovecharían los informes de inspección para tratar de cambiar y mejorar los puntos débiles de una escuela antes de cambiar al director o cerrar la escuela.
La reforma de Tony Blair
Tras algunas apreturas, (en concreto tan sólo por cinco votos), cuando los laboristas tienen un margen de 161, Tony Blair sacó adelante su ley sobre las tasas universitarias. A partir de ahora, las cosas cambian y las universidades públicas inglesas podrán subir sus tasas hasta los 4.300 euros y, por primera vez, cada campus decidirá cuánto cobra.
La situación que se produce es nueva y no sólo por el aumento de las tasas, sino porque además se da la circunstancia de que hasta ahora las tarifas estaban fijadas para todas las titulaciones superiores en una cantidad fija que ascendía hasta los 1.650 euros. Para compensar dicha subida, que casi supone un 75% más que el año anterior, el gobierno del país anglosajón ha regulado una serie de becas y ayudas, además de préstamos de pago aplazado, para los jóvenes provenientes de familias con menos recursos.
A pesar de ello, la oposición de los laboristas más a la izquierda ha sido evidente, aliados con las clases medias conservadoras partidarias de mantener el statu quo.
No obstante, las razones alegadas por el equipo de gobierno apuntan a la búsqueda de nuevas fórmulas en la financiación de los centros de estudios superiores y en el impulso a la mejora de la calidad de la enseñanza. Objetivos que coinciden con los señalados por la comisaria de la Unión Europea para la Educación, Viviane Reding.