La enseñanza de otras religiones ya está normalizada

Autor: Marta SERRANO

La formación religiosa en los centros públicos y concertados está regulada por una serie de convenios rubricados por el Ministerio de Educación (MEC) y por los organismos que representan a las distintas confesiones. Las entidades reconocidas como interlocutoras legítimas para firmar estos acuerdos son la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (Ferede), la Federación de Comunidades Israelitas (FCIE), la Comisión Islámica de España (CIE) y la Conferencia Episcopal (CE), como representante en España de la Santa Sede. Éstas son las instituciones que se encargan de designar a las personas que ejercen como profesores de las distintas confesiones, así como de elaborar los libros de texto que se utilizan.

De hecho y en virtud a estos acuerdos, hoy por hoy, por ejemplo, la enseñanza de religión evangélica está normalizada en comunidades como Galicia, Castilla y León, Madrid y Andalucía. Por otra parte, en otras regiones (Valencia, Cataluña, País Vasco y Castilla-La Mancha) este proceso se está dilatando más en el tiempo, como resultado de su también más lenta implantación.

Según reconoce Francisco Calvache, del Consejo General de la Enseñanza de la Religión Evangélica, “lo habitual es que existan ciertas reticencias a la hora de impartir clases de esta religión en un centro, sobre todo por el desconocimiento de los padres. De todas formas, al implantar una clase de este tipo en un centro público no hay problema alguno. Los obstáculos aparecen en el caso de los centros concertados cuando se dan choques entre el ideario del centro y la religión evangélica”.

¿Qué ocurre con la Religión islámica? Según Antonio Carrasco, de la Comisión Islámica de España (CIE), “un acuerdo, firmado en 1992, sentó las bases para elaborar el convenio de colaboración, rubricado en 1996, pero está superado. Hemos planteado repetidas veces su revisión, pero no hemos obtenido respuesta alguna hasta ahora por parte del MECD”.

La CIE es una institución formada por dos federaciones, una de orientación chií y otra sunní. Esta bicefalia era hasta ahora el origen de todos los problemas respecto a la implantación de la Educación islámica en los centros estatales, ya que cualquier acuerdo entre MECD y CIE debe contar con el acuerdo de ambas federaciones. El anuncio de la directora general de Asuntos Religiosos, Mercedes Rico-Godoy de comenzar en enero de 2005 a impartir clases de Religión islámica en CCAA como Madrid, Cataluña, Andalucía y Comunidad Valenciana ha sido acogido como una “buena noticia” por la Unión de Comunidades Islámicas en España. No obstante, el anuncio no ha dejado indiferente a nadie y desde Concapa-Andalucía se critica la contradicción de que “mientras el Gobierno casi quiere eliminar la clase de Religión Católica, pretende además introducir las clases del Islam”.

Profesores adecuados

Por su parte, desde el PP exigen que se cumplan los acuerdos suscritos con las distintas confesiones y que los profesores tengan la titulación adecuada y las condiciones ‘idóneas’ respecto al idioma y la asignatura. Un tema al que el Gobierno no se ha referido aunque ha anunciado que subvencionará con tres millones de euros a las confesiones minoritarias (judíos, evangélicos e islamistas).

La Religión en Europa

En lo referente a la legislación, países como Alemania, Bélgica, Grecia, Irlanda o Suecia tienen garantizada, por sus constituciones, una Educación en valores religiosos plenamente curricular. Otros estados, como Dinamarca, Reino Unido, u Holanda, también han elegido esta opción, aunque han preferido regularla a través de una ley parlamentaria.

En los casos de Italia y Portugal la formación religiosa es parcialmente curricular, es decir, ofertada de manera obligatoria por el Estado pero de libre elección por parte de los alumnos. La modalidad elegida por Francia, Croacia, Hungría y Polonia es la opción extracurricular, esto es, la impartida fuera del horario lectivo. La demanda de formación religiosa es muy elevada en general. El último curso el 90% de los estudiantes del Reino Unido optaron por cursarla, el 93,6% la eligieron en Italia y el 85% en Alemania. Los países que registraron menos demanda de esta asignatura fueron Bélgica (45% de los estudiantes) y Portugal (57,3%).