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El MEC redacta tres borradores de la Ley educativa para llegar al pacto

Semana decisiva para el Ministerio de Educación. El equipo de María Jesús San Segundo no renuncia al pacto. Lograr el consenso parece sobre todo un mandato de Ferraz. El PSOE está dispuesto a renunciar a buena parte de lo que hubieran sido sus preferencias a cambio de apoyo de la mayor parte de la comunidad educativa. ERC complica el puzzle.
Miércoles, 9 de marzo de 2005
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Autor: Marta SERRANO

La mano izquierda de Manuel de Puelles parece la clave para lograr que la mayor parte de las instituciones que forman la comunidad educativa se adhieran a un nuevo documento que firmarían según lo previsto el próximo día 14 de marzo (justo tres días antes de que la ministra presente el borrador de la Ley ante la Conferencia Sectorial).

Para ello el MEC mantiene esta semana contactos bilaterales y reuniones secretas en las que demostrará que el PSOE tiene cintura para poder “contentar a todos”. Tarea harto difícil pero que responde a la estrategia dictada desde Ferraz: Renunciar a lo que sea necesario con tal de lograr el apoyo de la comunidad educativa. Toda salvo el PP, claro. Porque en el fondo la consigna implica de algún modo una pinza al principal partido de la oposición, que dejaría al PP en una posición muy incómoda de lograrse dicho acuerdo. Lo que está claro es que la entrada en escena de ERC complica la situación, ya que para llegar a un pacto de legislatura a puesto a Zapatero encima de la mesa el pacto en Educación como primer requisito.

Al margen de ésto, el MEC trabaja para que el malogrado pacto filtrado interesadamente hace días llegue finalmente a buen término y sea firmado el día 14 por la mayoría de grupos del Consejo Escolar del Estado. De hecho, distintas fuentes afirman que podría haber preparados hasta tres borradores distintos de la Ley y en función de lo que pase de aquí al día 14, el MEC presentaría ante las autonomías uno u otro. Al respecto, Tiana confirmó a MAGISTERIO que “hay uno pero algunos aspectos aún no están cerrados”.

Cada organización está poniendo sus mínimos y para muestra un botón. El sindicato CSI-CSIF, por ejemplo, consultado sobre la posibilidad de adherirse al documento ya le ha hecho saber al MEC que “discrepando en la mitad del texto, pero sin hacer un casus belli de esta circunstancia, estaríamos dispuestos a suscribirlo poniendo como condición innegociable el no a la comprensividad en 3º y 4º de ESO; y no a la promoción automática”.
 

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