"Luchar contra el acoso hace más fácil la vida al docente"
Mona O´Moore es fundadora y coordinadora del Centro Anti-Bullying, en el Trinity College de Dublín. Pionera en su país en el estudio del acoso escolar, ha escrito varios artículos sobre el tema, y ha desarrollado el programa ABC sobre antimaltrato escolar, base de un programa nacional para contrarrestar el acoso escolar en Irlanda.
Brevemente, ¿en qué consiste el programa ABC que han diseñada para Irlanda?
En un programa que adopta un nuevo enfoque escolar, que incluye a toda la comunidad: además de la escuela, a vecinos, conductores de autobús, sacerdotes… Es básico basar la política escolar en una relación con las escuelas, y desarrollar recursos para padres, profesores y alumnos. Luego hay que implantar medidas en diversos niveles: escuela, aula, individuo, integrándolas en el día a día del centro. Hay que diseñar medidas dirigidas no sólo a los docentes, sino también a padres e hijos.
Pero hay dos aspectos críticos: un desarrollo de un red profesional de asistencia e implantación del programa, con base regional o nacional, y lograr un compromiso real de los docentes con el programa. No es sólo el modelo que se aplica, importa la pasión con que se hacen las cosas.
¿Cómo se implanta?
En tres fases: primero se forma la red profesional, luego éstos forman a los profesores de las escuelas participantes, y después se implementa en la escuela, tratando de involucrar a todos. Los docentes trabajan con la clase, y deben enseñar a los alumnos que los comportamientos violentos no van a ser consentidos, que tanto víctimas como observadores deben informar inmediatamente, y que todos los alumnos son a partir de ahora responsables, que deben ayudar.
El acoso, ¿es un problema de dentro de la escuela o no?
El bullying es un problema tan amplio que no puede responsabilizarse totalmente a la escuela o los docentes, pero tanto la una como los otros forman parte, y mucho, de la solución. Es un problema social, pero está claro que lo que se necesita es una intervención en la escuela, porque los estudios dicen que es en la escuela donde mejor se previene.
Muchos –políticos, directores– dicen que no es problema de la escuela si ocurre fuera.
Eso es ver el problema con cortedad de miras. Una situación dentro afecta siempre fuera. Las medidas que se apliquen contra el acoso deben repercutir tanto dentro como fuera de la escuela, y deben afectar a todos los estamentos sociales si queremos que incidan en la sociedad. Los programas ABC intentan expandirlo a través de la escuela hacia la sociedad.
¿Cómo se conciencia a la sociedad y a los docentes de que es un problema importante?
Para una concienciación general es conveniente promover campañas nacionales. Si se organizan contra el tabaco o las de tráfico, ¿por qué no una contra el acoso escolar? Las que hay se organizan porque se es consciente del coste del tabaco o los accidentes, pero la sociedad no es consciente del coste social del bullying, y por eso no se organizan. Pero todos deberían colaborar. Es importante incidir sobre la Educación de los padres, y estos deben saber actuar ante un problema de este tipo. Además, hoy estamos formando a los padres de mañana.
Uno de los problemas para corregir el bullying es que los padres de los acosadores no colaboran.
Educación, Educación y Educación. Hay que buscar medios para ganarse a los padres antes de que surja el problema, hacerles conscientes, prepararlos. Promover campañas nacionales debería funcionar para concienciar a los padres. Antes de expulsar a un acosador, es mejor atraer a los padres a un consejo asesor, para que participen en la reforma conductual de su hijo.
En la conferencia ha insistido en que es un buen sistema actuar sobre el acosador, no sólo contra él.
Ese es el reto. Un reto de tipo psicológico es entender los resortes por los cuales se convierte en acosador. Esto debe contemplarse en las actuaciones. La familia y la escuela deben actuar a nivel social. Pero el compromiso político es lo que importa, la Administración debe comprometerse a actuar: si no, no hay nada que hacer.
En mi tierra decimos: «Si hay voluntad, hay remedio». Es necesario concienciar a la sociedad y a los políticos. Ahora conocemos el problema, sólo hay que ponerse a ello.
¿Pueden los docentes, con su buena voluntad, hacer frente al problema del bullying?
En Noruega pasó lo mismo. Los docentes se veían desbordados, y se transformó en un problema nacional cuando hubo algunos casos de suicidio de adolescentes a causa del acoso. Entonces el gobierno fue quién cogió las riendas, y confeccionó un plan nacional.
¿Han establecido un sistema para incentivar a los docentes que participan en estos programas?
En nuestro país tienen un reconocimiento en forma de créditos universitarios para los docentes dedicados, e incluso pueden llegar a obtener un máster. También tienen incentivos en verano, en días libres, pero lo que mejor funciona es incentivarles con créditos para avanzar en su carrera profesional.
Es un sistema complicado de adaptar a la situación española, al menos como está diseñada actualmente.
Entonces quizás sirva este argumento: luchar contra el acoso escolar y la violencia te hará la vida más fácil.