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"Hay que evaluar para aprender"

Vinculado desde hace tiempo al campo de la formación, Juan Manuel Moreno fue vicerector de la UNED, pero ahora vive en Washington donde trabaja como experto en Educación del Banco Mundial.
Miércoles, 20 de diciembre de 2006
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Distintos estudios relacionan los resultados de los alumnos con los indicadores económicos del país. ¿Cómo pueden afectar los malos resultados académicos de los españoles en PISA a la productividad?
Los datos son como las estadísticas, como un muñeco en manos de un ventrílocuo. Dicen lo que tú quieres que digan: cualquier dato estadístico debidamente torturado  acaba confesando.

¿Cree entonces que están mal interpretados?… Hasta ahora había unanimidad en admitir que había que mejorar…
Creo que hay un fuerte componente de debate político en cómo se interpretan los resultados. No estoy de acuerdo en que los datos de los alumnos españoles en PISA sean malos. Por supuesto, sí creo que podrían ser mejores o que tenemos mucho camino por recorrer. La razón principal de que los resultados de pruebas como PISA, Timms u otras grandes pruebas estandarizadas de rendimiento estudiantil tienen tanto impacto y preocupan tanto actualmente precisamente por lo que me está preguntando, porque sabemos que hay una relación entre resultados educativos y competitividad nacional, entre resultados educativos y crecimiento y desarrollo económico.

¿Hay alguna evidencia concreta de dicha relación?
Sabemos que un país que crezca o mejore en un estudio como PISA un 0,25% o que mejore en un punto al año durante cuatro años, según la evidencia de lo ocurrido, gana un punto completo de PIB. Es de sentido común que si tienes una población joven entrando al mercado de trabajo, con las competencias laborales correctas, con las competencias cognitivas y sociales correctas, tendrás una fuerza laboral mucho más productiva y por ello la competitividad va a mejorar.

Me sorprende de todas maneras que diga que nuestros resultados en PISA no son malos…
Bueno… Yo no voy a decir que nuestros resultados son espectaculares. Creo que son moderadamente aceptables. Creo que son los que “España se merece” dado lo que invertimos en Educación.

¿Invertimos poco, entonces?
Invertimos relativamente poco y lo que invertimos no lo invertimos todo lo bien o todo lo eficiente que podríamos estar haciéndolo, porque no es sólo gastar más, sino gastar mejor. Y luego hay algo muy importante que es que PISA no sólo evalúa o mide lo que enseñan las escuelas, sino que evalúa o hace una panorámica de todo el esfuerzo educativo que realiza la sociedad, es decir, incluido el ámbito familiar, el de los medios de comunicación y el de cualquier otra agencia o institución que tenga un efecto sobre la Educación de nuestros hijos, de los alumnos de 15 años. O sea que no es sólo el sistema escolar lo que se refleja ahí al contrario que Timms, que sí fotografía más específicamente el currículo de Ciencias y el de Matemáticas.

¿Es usted partidario de que se evalúen los sistemas, que haya transparencia en los datos e incluso rankings?
Hasta ahora en España no había datos. Ahora hay que preguntarse, ¿qué queremos conseguir haciendo estas evaluaciones a nivel nacional y también participando a nivel internacional? –haciéndonos esta pregunta y dependiendo de lo que queramos hacer con ellas vamos a estar a favor o en contra, por ejemplo, de hacer rankings de escuelas–. Me parece que la importancia de estas pruebas es que son capaces de decirle a la sociedad y decirle a los profesionales de la Educación qué es lo que está pasando. Y lo importante es utilizar esa información y ese conocimiento para mejorar. Es decir, que esa información pueda volver a los profesores, a los directores y a los centros y que éstos con esa información en la mano puedan tomar decisiones. Eso es lo que marca la diferencia en términos de calidad. Si tienes datos puedes reaccionar y si no vas a ciegas. En mi opinión hay que evaluar para aprender. Quienes dicen: pongamos las escuelas a competir, hagamos rankings, evalúan para rendir cuentas, para supuestamente premiar a los buenos y castigar a los malos y esto es muy peligroso en Educación porque se profundiza en la brecha de desigualdad que existe en todo sistema educativo. Entonces, no estoy en contra en que tengamos un buen sistema de medición y rendición de cuentas y en que cada parte del sistema asuma la responsabilidad que le corresponda, pero la información en mi opinión debe volver a los centros y debe ser adaptada para que sirva de modo eficaz para mejorar. No es sólo la evaluación del aprendizaje sino también evaluación para el aprendizaje.

¿Cómo debe España optimizar su inversión en Educación?

Esa es la pregunta del millón y la respuesta que le puedo dar es que hay que invertir más en el profesorado. No sólo políticas de formación inicial y formación permanente, sino reclutando a los mejores profesores para motivarlos y tenerlos contentos. La clave de la calidad en la Educación sin duda ninguna es el profesorado. Y no sólo invertir en la formación sino también tener una política completa del profesorado: atraer a los mejores titulados que se pueda seleccionar, asignarlos bien, formarlos, incentivarlos y motivarlos, y no estoy hablando sólo de sueldo… Eso  marca la diferencia en términos de calidad y así lo demuestran países como Finlandia o Corea que tienen claro que su éxito reside ante todo en su profesorado.


Presupuestos y PIB

Los presupuestos presentados por el equipo de Mercedes Cabrera para 2007 se vuelcan sobre todo en el alumno, en la atención a la diversidad, en los desdobles, etc. más que en el profesorado.
Al respecto, Moreno cree que “tener un sistema escolar inclusivo, donde quepa todo el mundo y todo el mundo y todos tengan posibilidad de progresar y de tener éxito es una de las condiciones de calidad porque si volvemos a los resultados de Finlandia, Corea, Hong Kong, Taiwan… esta gente lo que ha hecho es reducir al mínimo el porcentaje de alumnos que tiene resultados malos. Igualar por arriba, pero igualar. No es que hayan llegado a tener una curva estadística normal sino que han dejado prácticamente a cero los alumnos  de los niveles más bajo y han engordado los de nivel 4 y nivel 5”. Según Moreno, “lo que han hecho es eliminar el porcentaje de alumnos que están por debajo del nivel 1, el 2 y el 3 del nivel PISA”.
En cuanto al porcentaje mínimo razonable que debemos gastar del PIB, el experto del Banco Mundial asegura que ese 6% mágico que gastan los países de nuestro entorno y que en principio es el espejo es el que hay que mirarse es una cifra macro, pero “lo verdaderamente importante es invertir bien el dinero que gastas ahora y el que puedes conseguir extra. Es muy fácil conseguir consenso entre partidos políticos, etc., en que hay que gastar más en Educación pero al mismo tiempo es muy difícil ponerse de acuerdo sobre qué queremos conseguir con esa inversión”, explica.


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