"En el MEC siguen los mismos que hace 20 años y los tiempos cambian"
Autor: J.M. MOYA/P. ROVIRA
En este curso ya no tendrá las competencias de Cultura ¿Cómo asume el reto de la Educación ‘full-time’?
La política cultural, aparentemente, tiene un componente de mayor brillantez, pero también tiene problemas muy prosaicos. No echó especialmente de menos esta materia y tendré más tiempo para profundizar el políticas educativas.
El inicio de curso se llena de datos, en ocasiones, contradictorios. ¿Hemos centrado demasiado el debate en los números del sistema?
El problema de España es que las leyes marco adolecen de defectos tan conocidos que son reconocidos en privado por aquellos que las defienden en público. Mientras el socialismo español no repare la inspiración Logse del sistema, difícilmente las autonomías podremos hacer mucho. A pesar de eso, intentaremos a lo largo del año que viene trabajar sobre una Ley Valenciana de Educación que profundice en algunos elementos de calidad que entendemos abandonados, que se plantearon en la LOCE y que ahora no están recogidos.
¿Qué capacidad hay para innovar si todo el esfuerzo se va en mantener un sistema que no para de crecer?
Intentamos hacer ambas cosas mediante la optimización de recursos. El nuevo impulso del plan Creaescola –que adelanto a MAGISTERIO y anunciaré el día 25– ya está en 490 centros y hemos ampliado las anualidades hasta 2014, de los cuales 217 ya están en alguna fase de su desarrollo administrativo y más de 90, en construcción. También hay que aumentar el profesorado. En cuanto a la calidad, impulsaremos las evaluaciones diagnóstico, porque no hay que esperar a la OCDE y los Informes PISA para que nos cuenten las cosas.
¿Por qué la Comunitat no ha pedido una muestra ampliada del Informe PISA?
Este informe es caro y heterogéneos, con cuestionarios en los que nuestro alumnado tiene un hándicap previo que no lo tienen otros países.
¿El Ivece (Instituto de Evaluación) se difumina en una dirección general con la nueva organización de la Conselleria?
No, lo que hace es crecer, de la crisálida del Ivece surge la mariposa de la dirección general de Evaluación, Innovación, Calidad y Formación Profesional.
¿No se puede minar el resultado de la cultura de la evaluación cuando todo se integra dentro del sistema evaluado?
No creo que se corra ese riesgo, porque nosotros no vamos a hacer ningún tipo de manipulación, ni en esto, ni en violencia escolar, ni en nada.
En esta cultura de la evaluación, ¿qué papel se le va a dar a trasladar esa información al conjunto de la sociedad?
Se debería poder sin problemas trasladar la información a la sociedad. A la larga, la sociedad demandará esa información. Ahora se conoce por la Administración educativa, pero no se hace público.
¿Piensa que en estos planteamientos, el socialismo español se está quedando aislado con lo que ocurre en otros países europeos?
Totalmente. Vamos hacia elementos de calidad y exigencia. Más allá de los Pirineos, hay reválidas. En España se piensa como hace veinte años y los tiempos cambian.
En este análisis, ¿cómo valora la propuesta ministerial de nuevo Bachillerato?
Continúa la misma filosofía de la Logse. En el entorno de los ministerios socialistas siguen las mismas personas que crearon aquella filosofía: como no se puede igualar por arriba mediante el esfuerzo, igualemos por abajo, por medio de un artificio nominalista. Sería bueno recuperar los itinerarios de la LOCE para que el alumnado que llegara a Bachillerato lo hiciera motivado. El MEC propone un Bachillerato de rebajas.
Y aun así, el 30% del alumnado no lo supera.
Claro, por este camino, el alumno espera que siempre pueda ser más fácil. Sin hablar de que complica la vida de los institutos de una manera tremenda. Ahora, las clases no podrán coincidir en el tiempo.
Esta semana, la ministra señaló que “difícilmente” se llegará a los objetivos de Lisboa, pero es prácticamente imposible; estamos a veinte puntos de cumplir esos objetivos.
Con dos medidas como ésta, no habrá fracaso. Si el MEC regala los títulos, obviamente, nadie fracasará.
Quizás por eso las universidades, ante la falta de alumnado, prefieren no poner cortapisas para que los estudiantes superen la Selectividad.
Somos el país europeo con mejor porcentaje de aprobados en Selectividad. Es llamativo que las carreras de mayor dificultad son las que menos demanda tienen. La Logse preparó a los alumnos en el no esfuerzo, y éstos son sus frutos.
¿Inauguraría el conseller un curso cero, que son la constatación de este fracaso?
No me parece mal. Al final, los barcos también tienen que llevar salvavidas.
¿Qué responsabilidad tienen para usted los agentes educativos en esta situación?
En algunos foros con agentes sociales, me siento como en las Cortes Valencianas. Veo demasiado seguidismo de consignas que emanan de los partidos. Me gustaría que todas las tendencias afloraran en los órganos consultivos.
“Tras las elecciones suprimiremos EpC”
¿Qué podemos esperar de la Ley Valenciana de la Educación que ha anunciado?
Gracias a ella, muchas cuestiones que figuran dispersas, quedarán marcadas con fuerza de ley, por ejemplo, la prevención de la violencia escolar, o concretar los derechos y deberes. También se incluirá la necesidad imperativa por ley que exista un plan de evaluación con su financiación.
¿En qué momento administrativo está el decreto de derechos y deberes?
Ahora está en servicios jurídicos. Luego haremos una última lectura con los agentes sociales.
Al final, ¿se recogen las medidas dirigidas a asegurar que los padres atienden su tarea educadora?
Pretendemos que, al menos, en las situaciones de abandono grave con lesión en el derecho de educación, que se pueda incoar un expediente para poder intervenir.
¿Cree que en este curso, los problemas de convivencia no volverán a las portadas?
No lo creo. No todo se soluciona con textos legales cuando se trata de cambiar actitudes sociales. Me gustaría que se participara más en la notificación de casos. Por eso, nuestra intención es a través de la Ley, que haya obligatoriedad de notificar los casos de violencia escolar.
En Educación para la Ciudadanía, ¿con quién está, con la FERE o con el obispo?
Con el futuro de los alumnos, que corren un riesgo con esta asignatura, ya que se abre la puerta para que, por primera vez, y de una manera obligatoria, les hablen de una serie de cuestiones delicadas. El que la ha introducido piensa que todo el mundo enseñará esta asignatura como él quiere que se enseñe, pero eso no va a ser así. Por ejemplo, qué pasará con esta asignatura donde haya nacionalismo rampante, donde ya han anunciado que servirá para enseñar el derecho a la autodeterminación.
¿Usted hubiera objetado?
No, yo la hubiera suprimido. Más bien, a partir de marzo (de las elecciones), tendré el gusto de, con mi partido, suprimirla.