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"El éxito es para los países rápidos en adaptarse y lentos para quejarse"

Los lectores encontrarán también, en el número de febrero de PADRES Y COLEGIOS, otras cuestiones que completan las aquí tratadas por el responsable del Informe PISA
Martes, 29 de enero de 2008
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Decía el sociólogo Armando de Miguel que la prosperidad de un país no se mide en cuanto al número de estudiantes universitarios, al número de trabajadores del sector servicios; ni siquiera al número de licenciados. El hecho es que el avance cultural de un Estado se evalúa en cuanto a la capacidad lectora de los estudiantes, algo aparentemente simple. Si atendemos a este principio, un axioma que suena a perogrullada, España tiene uno de los niveles de evolución educativa menos desarrollados de Europa, y el informe PISA así lo revela.

MAGISTERIO ha tenido el placer de compartir unos minutos de conversación con Andreas Schleicher para hablar sobre el informe PISA y la situación del sistema educativo español.

¿Qué aporta exactamente a las sociedades del siglo XXI este estudio?
Antes sabíamos mucho acerca de cuánto se gasta en Educación o cómo están estructurados los centros de enseñanza, incluso de cómo funcionan a nivel teórico, pero antes de PISA sabíamos muy poco acerca de los resultados obtenidos en cada lugar.

El éxito de PISA ha crecido exponencialmente en los últimos cinco años. ¿A qué se debe su buena implantación y su desarrollo?

Pienso que PISA consigue llenar un vacío y permite a los sistemas educativos ser más ricos en el mismo entorno del conocimiento.

De alguna manera hablamos de eficacia…
Por supuesto. La Educación siempre ha sido una industria del conocimiento en el sentido de que se refiere a la transmisión de sabiduría, pero está lejos de convertirse en una industria del conocimiento en el sentido en que sus propias prácticas están siendo transformadas por el mismo conocimiento y su eficacia.

¿Cómo piensa que puede cambiar PISA los sistemas educativos?

Nuestro análisis sugiere que las escuelas y países en los que los estudiantes trabajan en un clima caracterizado por las altas expectativas de rendimiento, la buena relación profesor estudiante y la alta moral del maestro tienden a lograr una mejor tasa de resultados. La mayor atención a estos en muchos  países, ha impulsado el esfuerzo para articular las expectativas que tienen las sociedades en relación con el aprendizaje y traducir los resultados de estas expectativas en el establecimiento y supervisión de las metas educativas y sus normas.  Junto a ello han estado los esfuerzos por devolver la responsabilidad de la primera línea, el fomento de las necesidades locales, y el fortalecimiento de los sistemas de rendición de cuentas.

Hablamos, por lo tanto, de evaluación y  autoevaluación.
Sí, pero como herramienta capaz de proporcionar los instrumentos para revelar las mejores prácticas e identificar los problemas comunes, a fin de que los profesores y las escuelas puedan desarrollar más apoyos y entornos de aprendizaje productivo.

España ha invertido grandes esfuerzos en los últimos 30 años en materia educativa. Sin embargo, los últimos seis años parece haberse estancado…
La tendencia a largo plazo para el sistema educativo español ha sido muy positiva, a nivel europeo, por lo menos. Se ha producido un progreso significativo para que más personas puedan pasar a la Educación superior. Sin embargo, sigue habiendo graves dificultades para elevar la calidad en los resultados del aprendizaje.

En el último PISA no obtuvimos un resultado siquiera convincente, aunque desde el Estado se asegura que se hace lo suficiente.

Prácticamente, observamos que en todos los países que obtuvieron buenos resultados en PISA es responsabilidad de las escuelas y los profesores participar de manera constructiva con los diversos intereses de los estudiantes, la capacidad y los contextos socioeconómicos, sin tener la opción de hacer que los alumnos repitan el año escolar o se produzca el traslado a escuelas con menor nivel de esfuerzo y de desarrollo.
Estas últimas soluciones suelen existir en el desarrollo escolar de los países más pobres, entre ellos España, donde los maestros o directores de colegio, todavía demasiado a menudo, se dicen a sí mismos que hacen lo correcto, pero tienen los estudiantes equivocados. En muchos de los sistemas de alto rendimiento, los profesores reconocen que el común de los estudiantes tienen la capacidad y es capaz de contrarrestar las desventajas y fomentar la excelencia.

No creo que esto sea generalizable.
Por supuesto, muchas escuelas y profesores en España han adaptado los planes de estudios y métodos de enseñanza para satisfacer las necesidades de los niños y los jóvenes con gran éxito durante muchos años. Pero lo que distingue a los sistemas de Educación de, por ejemplo, Victoria, en Australia, Alberta en Canadá o Finlandia es el impulso para hacer esas prácticas sistémicas, mediante la creación de vías de aprendizaje a través del sistema educativo y el fomento de la motivación de los estudiantes a ser independientes a la hora de adquirir conocimientos.
Evidentemente, esta enseñanza individualizada exige una amplitud de estudio y de interés personal.

¿Estudio e interés?
Los países con mejores resultados comparten un compromiso de profesionalización de la enseñanza. La imagen aquí es la de un profesor que usa datos para evaluar las necesidades educativas de sus estudiantes y consecuentemente amplían su repertorio de estrategias pedagógicas para dirigir la diversidad de los intereses y capacidades de sus alumnos.

Los resultados de PISA para España se ajustan a un modelo socioeconómico en nuestro país, pero esta visión frena nuestro avance. ¿Cree que España puede compararse con Irlanda o Alemania, de acuerdo con el progreso?

Es una excelente pregunta. Podría parecer injusto comparar a España con Alemania o Irlanda, porque su contexto socioeconómico ha sido menos favorecedor. No obstante, si tenemos en cuenta que los alumnos de familias ricas o pobres compiten por los mismos puestos de trabajo, ¿no debemos dejar de ampararnos en ese punto de vista? El mundo es indiferente a las ventajas o desventajas del pasado. El éxito está en el futuro, no en el pasado.

¿Es una nueva pauta para el desarrollo?
No cabe duda. El éxito será para las personas y los países que sean rápidos para adaptarse, lentos para quejarse y dispuestos a abrirse a los cambios.

¿Qué propone PISA para superar estas situaciones?

Quizá lo más importante es que resultados muy buenos en las competencias clave son posibles. Muchos países muestran extraordinarios resultados globales, pero, igualmente importante, que los pobres resultados escolares no son consecuencia irremediable de la procedencia socioeconómica. Por último, algunos países han demostrado que el éxito se puede convertir en un resultado consciente y predecible del sistema.
En Finlandia, las diferencias de resultados entre las distintas escuelas son del 5%, con lo que los padres pueden confiar en cualquier colegio que elijan.

¿Hay algún camino trazado para ello?
El éxito de los sistemas de educación pasa porque la enseñanza salte a la preocupación pública y gubernamental, lejos del mero control sobre los recursos y contenidos.

Las claves
El informe
“Antes de PISA sabíamos muy poco acerca de los resultados obtenidos en cada lugar.”

Mejores resultados
“Nuestro análisis sugiere que las escuelas y países en los que los estudiantes trabajan en un clima caracterizado por las altas expectativas de rendimiento, la buena relación profesor estudiante y la alta moral del maestro tienden a lograr una mejor tasa de resultados”.

Autoevaluación
“Proporciona los instrumentos para revelar las mejores prácticas e identificar los problemas comunes, a fin de que los profesores y las escuelas puedan desarrollar más apoyos y entornos de aprendizaje productivo”.

En España
“Donde los maestros o directores de colegio, todavía demasiado a menudo, se dicen a sí mismos que hacen lo correcto, pero tienen los estudiantes equivocados. En muchos de los sistemas de alto rendimiento, los profesores reconocen que el común de los estudiantes tienen la capacidad y es capaz de contrarrestar las desventajas y fomentar la excelencia”.

Desventaja social
“Debemos tener en cuenta que  los alumnos de familias ricas o pobres compiten por los mismos puestos de trabajo. El mundo es indiferente a las ventajas o desventajas del pasado. El éxito está en el futuro, no en el pasado”.

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