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Malos datos en Cataluña para parar una huelga general en la enseñanza

La Fundació Jaume Bofill ha publicado dos informes sobre la enseñanza catalana recientemente, uno sobre la situación general y otro sobre el profesorado, que parecen apoyar la reforma de Maragall
Martes, 29 de enero de 2008
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No es la primera vez que en España se intenta justificar una nueva ley empleando de cara a la opinión pública datos parciales, sesgados o, simplemente, mal elaborados y mal empleados. De la mayor campaña de desinformación salió la Logse, y desde entonces prácticamente todos sus intentos de reforma han ido por el camino de su maestra.

En plena presentación de las bases de lo que pretende ser la nueva Ley de Educación de Cataluña, salió un informe, denominado L’estat de l’educació a Catalunya 2006-2007, patrocinado por la Fundació Jaume Bofill, que hacía un diagnóstico bastante catastrofista de la enseñanza catalana y que en sus conclusiones apuntaba en la misma dirección que las bases de la Ley de Educación elaboradas por el ejecutivo de Maragall.

El problema de ese informe es que apenas aportaba datos nuevos, y además los empleaba a menudo mal, ya sea por basarse en cálculos de dudosa solvencia técnica, o por utilizar datos poco representativos cuando existen otros mejores, ya por evitar las series en puntos donde serían esenciales para comprender lo que ocurre en la enseñanza.

Por ejemplo, con gasto público en Educación hacen la “trampa” clásica de poner el gasto en relación al PIB mezclando países con regiones –ya la denominamos en MAGISTERIO como “el timo del PIB”. Con la forma de medir del informe sólo se averigua qué regiones tienen un mayor o menor PIB per cápita, pero nada te dice sobre el gasto en Educación. Naturalmente, con tal sistema los que menos gastan son siempre Cataluña y Madrid, y los que más Extremadura y Andalucía.

Más adelante se utiliza las series de la tasa de escolarización a los 15 años, que es bastante poco representativa, salvo si se quiere destacar el papel de la Logse. Es más significativa la serie a los 17 años. Además, sostienen que el porcentaje de alumnado en el sector público ha pasado del 57,9% (curso 1996-97) al 60,4% (curso 2005-06) “debido mayoritariamente a la escolarización del alumnado inmigrante”. Pero no se debe sólo a eso: también influye no poco la súbita elevación de la tasa de repetición, que afecta sobre todo a la Pública.

Este desconocimiento de los efectos de la LOCE en Cataluña, además de que en este caso deciden no emplear series, les lleva a graves errores a la hora de analizar las tasas de repetición y graduación, buscando razones peregrinas para datos que se entienden perfectamente si se conocen los nuevos criterios de evaluación que introdujo la LOCE, y que en Cataluña tienen una mayor incidencia precisamente por ser la comunidad donde más estrictamente se aplicaba la promoción automática.

Si los datos están mal empleados, ya se imaginan qué puede pasar con las conclusiones y las propuestas (que, por cierto, se apoyan muy vagamente en los datos, y que son demasiado vagas para llevar a ninguna parte: todo son “mejorar”, “impulsar” y “potenciar”, y a saber lo que eso significa a la hora de las medidas concretas).

Ahora, el profesorado
La semana pasada, a dos semanas de una convocatoria de huelga general en la enseñanza catalana aparece otro informa de la Fundació Bofill, denominado El professorat de Catalunya, que parece sacar la conclusión de que el profesorado catalán, sobre todo el de Secundaria, es el que menos horas trabaja y más cobra.

Y decimos “parece concluir” porque, aunque la mayor parte de los periodistas sacaron tales conclusiones de la rueda de prensa de presentación del estudio, es difícil sacar esa conclusión a partir de los datos del informe. Desde luego, aún no se han detectado ningún movimiento entre los docentes o los sindicatos europeos para conocer el sistema –paradisíaco para cualquier trabajador– donde menos se trabaja y más se cobra.

Hay que resaltar que este informe sobre el profesorado es bastante mejor que el que analizaba la situación de la enseñanza en Cataluña, con algunos capítulos y análisis muy interesantes, desdichadamente oscurecidos por los datos sensacionalistas de la rueda de prensa. MAGISTERIO les dedicará el espacio que merecen en números siguientes.

El informe muestra que los docentes catalanes están en la parte baja en cuanto a retribuciones tras 15 años de servicios, tanto en Primaria como en Secundaria, cuando se expresan en dólares PPS (es decir, cuando se descuenta el nivel de vida en cada país). Los salarios sólo son competitivos entre los docentes sin experiencia, pero luego la posibilidad de mejora es muy pequeña.

El informe apunta que, si se divide el salario docente entre el PIB per cápita, entonces España se pone entre los países que más pagan a sus docentes: lo que no dice el informe es que se pondera dos veces lo mismo (el nivel de vida), y por tanto el dato se desvirtúa.

El otro dato que apunta el informe es que en la ESO tenemos la hora de clase más cara. A partir de ese dato, en la rueda de prensa se presentó la situación de los docentes como paradisíaca, pero en realidad no es más que una expresión más del pésimo rendimiento de nuestro sistema educativo, pero no en cuanto a los docentes, sino en cuanto a organización general y gestión.

Lo que no puede sostenerse, desde hace muchos años en Cataluña, es el anquilosamiento en los postulados de la Logse y la nefasta gestión de la enseñanza por parte de los políticos de uno y otro (y otro) partido. El que lo dude, que mire el Informe PISA. Ahora, intentar echar la culpa de la mala gestión política al profesorado a las puertas de una huelga general, tiene delito.

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