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Duran i Lleida dice que la Ley de Educación de Catalunya lesiona la libertad de elección

Federaciones de padres de privada y concertada critican el anteproyecto
Martes, 6 de mayo de 2008
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Autor: Diego FRANCESCH

El portavoz de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, afirmó la semana pasada que el anteproyecto de Ley de Educación de Catalunya “lesiona la libertad de creación de centros y la de los padres a elegir escuela”. Duran cree que hace muchas concesiones a IC-V y a ERC y asegura que “no  garantiza ni la gratuidad ni la diversidad”.

Antonio Arasanz, presidente de la Federación de Madres y Padres de las Escuelas Libres de Catalunya (Fapel) afirma que “tras una lectura en profundidad, no nos gusta”. El motivo, “la autonomía y la pluralidad, tan trabajadas en el Pacte Nacional, se han transformado”. Arasanz, cuya organización representa a 140.000 familias de la escuela concertada y privada no confesional, reprocha “el discurso cambiante de Maragall”, que “las promesas de gratuidad, el derecho de elección y otras, ya no están presentes en esta ley”.

En cualquier caso, Fapel abre un espacio para el diálogo al afirmar que “estamos ante un proyecto de ley en el que todavía se debe trabajar mucho”. Arasanz afirma que “el Pacte nos costó mucho, pero lo logramos, y ahora no sabremos si podremos hacer lo mismo con la ley: parece que no será fácil ni el diálogo ni el consenso”.

En Fapel piden que se retire de la ley “todo aquello que se sabe que no saldrá, porque todos sabemos que va en contra de derechos y leyes que están por encima de ésta”. Fapel participará en los debates de la ley en el Consejo Escolar de Catalunya, donde tratará de modificar una ley “esperada con ilusión y recibida con decepción”.

Para el portavoz de la Plataforma Dret a Escollir, Joan Garriga, “el anteproyecto ha ignorado las 42.000 firmas que esta plataforma recogió demandando que la planificación educativa respete siempre el derecho de los padres a escoger escuela y proyecto educativo”. Esta plataforma critica la “imposición radical de la zonificación y del intervencionismo uniformizador de la Administración pública”. La Plataforma considera que Maragall “ha cedido totalmente a los planteamientos corporativistas de los sindicatos que hicieron chantaje por medio de una huelga preventiva contra los principios de más libertad y pluralidad que quería hacer el Gobierno”.

La plataforma ciudadana critica especialmente que “se priorice absolutamente la pertenencia a la zona; se ignore el carácter propio e incluso se prohíba la Educación diferenciada a los centros públicos y concertados”; y se incluya en el llamado “servicio público de Educación” tanto a centros públicos como concertados. Además rechaza que se imponga un comisario político municipal en los consejos escolares de centros concertados para el “control y la gestión”. Por último, que imponga un porcentaje máximo de inmigrantes.

En este sentido, Duran i Lleida se pregunta qué se hará con el porcentaje sobrante en barrios como El Raval, donde el 70% son inmigrantes.

Duran asegura que tanto la libertad de elección como de creación de centros quedan lesionados, ya que no se garantiza la gratuidad. Y, sin gratuidad no hay libertad, afirma.  “Pero tampoco diversidad, ya que se habla de proyecto educativo pero no de ideario”.

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