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El nivel de formación de los jóvenes cae al 61,1%, el más bajo desde el año 1995

España se aleja de Europa una vez más en sus indicadores más importantes.
Martes, 13 de mayo de 2008
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El nivel de formación de la población joven, uno de los cinco objetivos fundamentales marcados en la agenda de Lisboa para 2010, vuelve a descender en España medio punto, lo que equivale a un estancamiento del indicador por cuarto año consecutivo. La nueva cifra para 2007, 61,1%, es la peor desde 1995.

Este indicador, que mide el porcentaje de población entre 20 y 24 años que ha conseguido al menos el título de Secundaria superior (en España, Bachillerato o FP de Grado Medio) ha sufrido la segunda peor evolución de la UE en los últimos siete años (sólo superada por Luxemburgo).

El indicador venía ascendiendo con rapidez desde una década antes de la implantación de la Logse, pero al retrasar en dos años la edad para obtener el título requerido (el de FPI se obtenía a los 16 años en la Ley General de Educación de 1970, y el de FP de Grado Medio con 18 con la Logse de 1990), la evolución positiva se frenó primero y comenzó a caer después, debido en parte a razones técnicas.

Sin embargo, la evolución no era del todo coherente con las razones técnicas: el bache duraba demasiado y era más pronunciado de lo esperado, y además otros indicadores paralelos  –fracaso escolar, titulados en Bachillerato– tenían una evolución similar sin ningún tipo de razones técnicas que la justificasen.

Hoy se puede decir que las razones técnicas ocultaron un error aún más grave: el problema técnico se solucionaría en pocos años, pero –como es el caso– si además había causas derivadas de la falta de calidad del nuevo sistema educativo, el problema permanecería.

Por ejemplo, era de esperar que el indicador, que llevaba creciendo exponencialmente durante una década, siguiese creciendo tras superar el bache. Sin embargo, en 2007 España no sólo no ha crecido, sino que presenta las peores cifras desde 1995. Pero el estancamiento de nuestro sistema, cuando los países que estaban a nuestro nivel –o incluso por debajo– no dejan de mejorar año a año, sigue sin ser una prioridad para España.

En la búsqueda de culpas que eviten dirigir la mirada hacia los males intrínsecos del sistema Logse, sólo queda, por tanto, el enemigo del sistema educativo por excelencia en los últimos años, a juzgar por los análisis del logsismo: la inmigración. Una vez más, se demuestra que el fracaso no ha venido en patera, sino que es propio de nuestro sistema educativo: una vez eliminado el efecto de los inmigrantes, las cifras mejoran un poco (se conseguiría superar la cifra de 1996), pero la evolución es idéntica.

Por sexos, la situación es también preocupante:mientras que la evolución de las chicas no deja de ir a peor, la de los chicos se ha estancado alrededor del 55%, de manera que ya estamos cerca de poder decir que la mitad de los chicos fracasan en España en sus estudios.

Sólo Valencia mejora
Por comunidades, la evolución tiende al estancamiento. Sin embargo, no sólo España empeora significativamente: sus tres comunidades más populosas  –Andalucía, Madrid y Cataluña– también lo hacen, aunque la peor evolución se da en los archipiélagos (Baleares baja 6,6 puntos, y Canarias 7,3). La única comunidad que mejora significativamente es la valenciana (3,3 puntos).

 

En cuanto a la distribución geográfica de los resultados, vuelve a reproducirse el mapa denunciado tantas veces desde estas páginas: las nueve comunidades con mejores resultados están en la mitad norte, excluyendo la cuenca mediterránea, mientras que la mitad sur peninsular se encuentra a más de 30 puntos del objetivo europeo. Baleares no consigue ni siquiera que la mitad de sus jóvenes alcancen el nivel de formación mínimo exigido por la UE.

 En resumen, de continuar con la evolución actual, España seguirá dejando fuera de la sociedad del conocimiento a un tercio de sus jóvenes, precisamente cuando más evidente es que, para integrarse con garantías en la economía europea, y para evitar los riesgos inherentes a una economía en continuo cambio, la mejor arma sigue siendo la escuela, una buena escuela.

Y lo peor no es que no cumpliremos los objetivos de Lisboa en décadas, sino que, viendo la evolución del fracaso escolar y la práctica ausencia de medidas que ataquen sus causas, este índice será la herencia para una nueva generación.

Referencias:

Eurostat: Nivel de formación de la población joven. Todos

Eurostat: Nivel de formación de la población joven. Hombres

Eurostat: Nivel de formación de la población joven. Mujeres

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