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La libertad de elección lingüística en las comunidades con lengua propia

Los defensores de una vía bilingüe mixta y de la libertad de los padres para elegir la lengua vehicular en la enseñanza se enfrentan a los que luchan por la primacía de la lengua propia de la comunidad.
Martes, 27 de mayo de 2008
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Autor: Adrián ARCOS

¿Pueden los padres elegir la lengua vehicular que quieren para la enseñanza de sus hijos? En las comunidades autónomas con lenguas propias las leyes son claras, y en algunos casos dan prioridad a los idiomas autonómicos en la Educación frente al castellano. Para los gobiernos regionales el objetivo de esta primacía es obvio: es la única forma de garantizar un auténtico bilingüismo. Este sistema tan sensato para algunos, y que en ningún caso pretendería marginar al castellano, es para otros totalmente opresor y discriminatorio.

De hecho, la primera iniciativa parlamentaria del PP en esta legislatura ha sido una moción en el Senado destinada a garantizar la enseñanza del castellano en toda España. Para Bernat Joan, responsable de política lingüística de la Generalitat catalana, “la moción del PP es desafortunada, ya que parte del supuesto falso de que los niños en Cataluña no saben castellano”. Según el representante de la Administración catalana, “cuanto más reducida es una lengua, más se tiene que potenciar”.

El objetivo marcado por las leyes autonómicas consiste en que al terminar la formación obligatoria, el alumno tiene que dominar oralmente y por escrito la lengua propia de la comunidad y el castellano. Para Bernat Joan, “este fin sería imposible a través de una línea paralela, teniendo en cuenta la desigualdad que existe en la sociedad a favor siempre del castellano”. “En Cataluña, si tenemos que vivir juntos tenemos también que educarnos juntos”, matiza Joan.

Prioridad del catalán
Mª Teresa Casals, coordinadora del Àrea d’Educació de la Plataforma per la Llengua de Cataluña, explica que “los alumnos de Primaria se escolarizan con el catalán como lengua vehicular y con la introducción paulatina del castellano”.  Para ella “este sistema asegura que, al finalizar la enseñanza obligatoria, todos los alumnos conocen el catalán y el castellano”. Casals asegura que “diferentes evaluaciones confirman que incluso saben más castellano que catalán y que su nivel de castellano es superior que el de otros alumnos de otras comunidades que sólo tienen el castellano como lengua propia”.

Sin embargo, Marita Rodríguez, presidenta de la Asociación por la Tolerancia de Cataluña, piensa que esa afirmación “es una patraña victimista y una mentira sentimental con el fin de imponer una lengua única que identifique a una nación, de forma que todo va encaminado a la consecución de un Estado a través de la lengua”. Según Rodríguez, “si la gente sigue hablando español en Cataluña se debe a que es la lengua familiar de millones de catalanes”.

Desde la Generalitat, Bernat Joan asegura que, aunque “la lengua vehicular de la enseñanza es el catalán, los padres pueden prever la enseñanza individualizada en castellano”.  Por su parte, Marita Rodríguez explica que “la ley catalana contempla que la primera enseñanza en lectoescritura la puedan escoger los padres, pero es una ley que se oculta, y cuando unos padres la solicitan la Administración, ésta les pone multitud de obstáculos”. Según Rodríguez, “la Generalitat propone una atención individualizada, que provoca la segregación del alumno, ya que se le arrincona y se le pone un traductor”. Para ella “es hasta tal punto delictivo que ni siquiera se ofrece una casilla en la preinscripción para elegir lengua española”. La presidenta de la Asociación por la Tolerancia piensa que “lo más democrático sería crear tres modelos educativos, en catalán, español o en las dos lenguas”.

Los “mínimos” en gallego
La plataforma Galicia Bilingüe también propone que sean los padres los que elijan la lengua vehicular a partir de tres vías, ya sea a través de una línea en castellano o gallego, o una vía mixta. Su presidenta, Gloria Lago, explica que “este año ha entrado en vigor el decreto lingüístico en Galicia, que obliga a que todas las asignaturas troncales se impartan en gallego y las asignaturas con menor peso en el currículo se impartan en castellano, eso siempre que el centro no quiera ampliar esos mínimos en gallego”.

Sin embargo, Carlos Callón, presidente de la Mesa pola Normalización Lingüística, denuncia que “el decreto de mínimos de Galicia, que señala que al menos el 50% de las asignaturas deben impartirse en gallego, no se está cumpliendo”. Callón afirma que “el incumplimiento del decreto de mínimos alcanza el 70% de los centros, por lo que hay alumnos en Galicia que sólo reciben una hora o menos de gallego al día, como si se tratase de una lengua extranjera”.

El catalán en Baleares

El Círculo Balear, asociación a favor del bilingüismo, va a presentar un dictamen jurídico al Defensor del Pueblo sobre la discriminación que sufre el castellano en Baleares. El presidente de esta plataforma, Jorge Campos, denuncia que “gracias a las leyes autonómicas, hoy día es prácticamente imposible que un padre pueda elegir la lengua vehicular en la enseñanza Pública balear”. Campos asegura que “el porcentaje de asignaturas en catalán es del 90% en la Pública”.

“Reforzar el euskera”
El Departamento de Educación vasco está preparando una reforma de los modelos lingüísticos para establecer el euskera como lengua vehicular. El Departamento asegura que no pretende “que el castellano desaparezca, sino reforzar la parte más débil: el euskera”.

María Aldecoa, portavoz de la Plataforma por la Libertad de Elección Lingüística del País Vasco, apunta que “al menos el catalán es comprensible, pero no el euskera”. Aldecoa considera que “el nuevo decreto conlleva que los niños no puedan formarse en el registro culto del castellano”.

El valenciano en la escuela
Diego Gómez, presidente de Escola Valenciana, destaca que “sólo al 25% de los alumnos se les enseña a leer y escribir en valenciano”. Según Gómez “el mínimo en valenciano obligatorio es la clase de lengua  y Conocimiento del Medio, y el resto de asignaturas en valenciano depende del diseño particular de cada centro y de las zonas de influencia lingüística”.

Las contradicciones del PP
El encargado de defender en la Cámara Alta la moción para garantizar la enseñanza del castellano en toda España fue el senador balear del PP Joan Huguet.

Para el presidente del Círculo Balear, Jorge Campos, “la propuesta del PP en el Senado tiene poca credibilidad, sobre todo porque la presenta una persona –refiriéndose a Huguet– que participó activamente en la aprobación de toda la normativa lingüística que existe actualmente en Baleares, y por la cual es prácticamente imposible que un niño pueda estudiar en castellano”.

En Galicia ocurre algo similar a Baleares. Según Carlos Callón, presidente de la Mesa pola Normalización, “el PP forma parte de esa defensa de la lengua gallega que ahora en teoría debería de empezar a aplicarse, pero parece que sólo lo hace de forma propagandista, porque los pasos que aprueba luego no los concreta”.

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