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Aprender a mirar

Varias organizaciones han firmado un manifiesto a favor de que la materia de Cultura Audiovisual esté presente en la ESO y en todas las vías del Bachillerato.
Martes, 25 de noviembre de 2008
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Autor: Adrián ARCOS

Televisión, cine, videojuegos, internet, publicidad. Hoy día vivimos rodeados de imágenes. Desde cualquier sitio nos están constantemente bombardeando con mensajes audiovisuales, muchos de ellos bastante subliminales, cargados de agresividad y que buscan, incluso, cambiar nuestros hábitos de vida. Pero ¿están los jóvenes realmente preparados para descifrar esos mensajes y defenderse de ellos? ¿Desde la escuela se prepara al alumno para que pueda llegar a entenderlos y analizarlos?

Sin embargo, la importancia que va adquiriendo la imagen en el mundo actual parece estar cada vez menos reflejada en el currículum escolar. En Primaria existe la asignatura de Educación Plástica y Visual, que con la LOE ha visto reducida su carga horaria. En Secundaria encontramos en este momento la asignatura de Imagen y Expresión, que pertenece al sistema Logse y que va a desaparecer definitivamente el año que viene. De la Logse también provenía la materia de Comunicación Audiovisual, optativa en todas las ramas del Bachillerato, y que se ha transformado con la LOE en Cultura Audiovisual, pero que en muchas comunidades ha quedado reducida a una materia de modalidad sólo para el nuevo Bachillerato de Artes.

Esta situación llevó al Observatorio de Contenidos Televisivos y Audiovisuales (OCTA) a presentar un manifiesto el pasado 18 de noviembre, en el que pedía “la inclusión de la materia de Cultura Audiovisual en la ESO y en los diferentes Bachilleratos”. La OCTA considera “paradójico que en la sociedad en la que vivimos no se promueva el conocimiento del lenguaje audiovisual y la recepción crítica de sus contenidos, a pesar del elevado consumo que los menores hacen de los productos audiovisuales”.

El manifiesto también señala que “los alumnos de los Bachilleratos de Ciencias y Tecnología y de Humanidades y Ciencias Sociales pueden requerir en el futuro conocimientos en materia de Cultura Audiovisual, como por ejemplo los que estudien Grado Superior de Imagen y Sonido, Comunicación Audiovisual, Periodismo o Publicidad”. Para la OCTA, la desaparición de la asignatura está provocando, además, “el desaprovechamiento de todos los recursos y el equipamiento audiovisual de los que, con grandes dificultades, han ido dotándose muchos institutos de Secundaria, cuyos alumnos han alimentado durante años gran parte de los certámenes audiovisuales escolares”.

Elena La Banda, directora de Muvies (Muestra de Vídeos realizados en centros escolares de la Comunidad de Madrid) cree que la asignatura es básica para alfabetizar en la imagen a todos los jóvenes, y hacerlos creativos y críticos con todos los mensajes que reciben”. Jordi Grau, director del Col·legi de Directors de Catalunya, uno de los firmantes del manifiesto, advierte que “si una persona no es mínimamente crítica y ve anuncios de televisión, piensa que la vida es muy fácil –para adelgazar, para tener coche–, todo es maravilloso y está al alcance de la mano”.

Una realidad “más dura”

Según Grau, “esta sensación subliminal de que todo es fácil es muy destructiva de la personalidad, ya que la realidad es mucho más dura”. El presidente de la Asociación de Educomunicadores Aire, Fernando Tucho, explica que “la asignatura crea en el alumno la capacidad de análisis crítico, para descifrar los mensajes, extraer lo que está entre líneas y relacionar esos mensajes con otros”. Y, por otro lado, se suma “la capacidad de producir mensajes propios, no sólo ser consumidores, ya que producir te ayuda a comprender mejor, a cuestionarte la relación con los medios”.

Para Jordi Grau, “a los responsables políticos y a los profesionales del cine y la televisión no les interesa nada este tipo de Educación”. En su opinión, “el cine y la televisión son motivo de negocio y tienen un público asegurado, porque los niños nacen delante del televisor y a los tres años ya tienen un videojuego”. Fernando Tucho también considera que “a la Administración no le interesa una población que sea crítica con el sistema, y los medios de comunicación nunca van a apoyar una Educación sobre  ellos mismos, ya que no les conviene una audiencia crítica y formada”.

Para Valentín Gómez, miembro del Observatorio Televisivo Infantil “es muy importante educar en los contenidos audiovisuales porque esto va a provocar que las nuevas generaciones creen pantallas sanas, llenas de contenidos éticos que formen, informen, eduquen y entretengan”. Él señala también que, además, “conlleva una actitud sin ningún tipo de patologías o perversiones, por la que los niños se den cuenta de que no es sano grabar a los compañeros de una determinada forma”.

Iñaki Guevara, secretario de organización de la Unión de Actores, que también ha firmado el manifiesto, se queja de la falta de profesores especialistas. “Saldríamos todos ganando si los profesionales que nos enseñaran estuvieran especializados”. Con todo, él destaca la ventaja que supone para un alumno de teatro el hecho de que el Bachillerato de Artes sí que contemple la posibilidad de cursar Cultura Audiovisual.

La diferencia entre lo que dice la LOE y lo que luego se aplica
El presidente de Aire Comunicación, Fernando Tucho, ha realizado un análisis de la presencia en la LOE de la Educación en Comunicación. Dentro de las “competencias básicas” que todo ciudadano de la UE debe alcanzar aparece “el tratamiento de la información y la competencia digital”.

La LOE recoge que esta competencia “implica ser una persona autónoma, eficaz, responsable, crítica y reflexiva al seleccionar, tratar y utilizar la información y sus fuentes, así como las distintas herramientas tecnológicas; también tener una actitud crítica y reflexiva en la valoración de la información disponible, contrastándola cuando es necesario, y respetar las normas de conducta acordadas socialmente para regular el uso de la información y sus fuentes en los distintos soportes”.

Estos propósitos se plasman como objetivos en cada una de las etapas educativas.La Educación Primaria busca para el alumno “iniciarse en la utilización, para el aprendizaje, de las tecnologías de la información y la comunicación desarrollando un espíritu crítico ante los mensajes que reciben y elaboran”. También pretende que los alumnos “utilicen diferentes representaciones y expresiones artísticas y se inicien en la construcción de propuestas visuales”.

La directora de Muvies, Elena La Banda, señala que “en la asignatura de Educación Plástica y Visual de Primaria, la parte que se dedica a la imagen es mínima, ya que se centra más en la plástica, los niños aprenden a pintar y dibujar, y la parte visual se queda para el final, por lo que hay ocasiones en que casi ni se puede dar”.

En Secundaria, el alumno tiene que “desarrollar destrezas básicas en la utilización de las fuentes de información para, con sentido crítico, adquirir nuevos conocimientos y una preparación básica en el campo de las tecnologías, especialmente las de la información y la comunicación”.

Asimismo, dentro de la organización de las enseñanzas, en ambas etapas se prevé que tanto la comunicación audiovisual como las tecnologías de la información y la comunicación “se trabajarán en todas las áreas,sin perjuicio de su tratamiento específico en alguna de las áreas de la etapa”.

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