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El 15% de los profesores sufre acoso y amenazas por parte de los padres

Los problemas con los alumnos que impiden dar clase se reducen en un 30%.
Martes, 18 de noviembre de 2008
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Autor: Adrián ARCOS

Produce sonrojo reproducir las expresiones que, desgraciadamente, soporta el docente por parte de los padres: “¿Qué te parece si ahora te doy dos h… y no te vuelves a meter con mi hijo?”, “Tú a mi hijo no le tienes que decir lo que tiene que hacer”, “Te voy a denunciar por gilipollas”, “Tú y yo nos vamos a ver en los tribunales”, “Eres una m… y no te voy a consentir que chilles a mi hijo…”.

Cada vez son más los profesores que recurren al Defensor del Profesor para denunciar problemas con los padres de los alumnos. En los tres años que lleva en funcionamiento este servicio puesto en marcha por el sindicato ANPE, los porcentajes no han hecho más que aumentar. El último informe, correspondiente al curso 2007-08, que fue presentado la pasada semana, refleja cómo un 15% de los docentes sufre acoso y amenazas por parte de los familiares; un 24% tiene que soportar las denuncias de los padres; y un 3%, porcentaje pequeño pero significativo, es víctima de agresiones.

Este repunte durante el pasado curso de los conflictos que tienen como protagonistas a los padres coincide a la vez con la disminución de los profesores que denuncian la imposibilidad de dar clase. De hecho, las quejas relacionadas con el alumnado se han reducido en un 30% (de un 70 a un 40%), en lo que tiene que ver con falta de atención, desinterés, esfuerzo nulo y trabajo mal hecho. Según el presidente nacional de ANPE, Nicolás Fernández Guisado, “posiblemente, los cambios normativos, las modificaciones en los reglamentos de derechos y deberes y la implicación de los centros estén produciendo algunos frutos positivos, pero ahora hace falta un cambio de actitud de las familias”.

La psicóloga responsable del Defensor del Profesor, Inmaculada Suárez, considera que “está bastante generalizada la conducta de algunos padres que ante cualquier medida disciplinaria que se tome en relación a sus hijos den la razón a éstos sin siquiera preguntar al profesor, llegando incluso a disculparlos en caso de absentismo”. “No admiten que a sus hijos se les llame la atención, se les corrija o se les sancione por su mal comportamiento y buscan siempre la responsabilidad y culpabilidad del profesor”, asegura Suárez.

Para colmo, el profesor tiene también que enfrentarse a la dirección de los centros, que muchas veces le muestra su falta de respaldo. En este sentido, un 33% de los docentes expresa su malestar por el modo de actuar de los equipos directivos, que intentan desentenderse de estas situaciones, los dejan solos e indefensos. Además, un 11% se queja de la Administración educativa y de los servicios de Inspección.

Un porcentaje que llama la atención es el del 3% de llamadas que denuncian presiones para modificar las notas. Cuando los padres o los alumnos presentan reclamaciones, los profesores se quejan de las presiones que reciben por parte de los equipos directivos, del propio departamento e incluso de la Administración que quiere evitarse problemas.

Además de todas estas presiones, el acoso y las amenazas de los alumnos continúa en un 17%; las agresiones de alumnos en un 8%; grabaciones, fotos e Internet en un 6%; y los daños causados a propiedades o pertenencias individuales en un 5%. En cuanto al estado anímico, el 46% de los profesores sufre ansiedad; el 22% depresión; y el 13% bajas laborales. Sin embargo, el 19% de los docentes que utilizan el servicio de ANPE no presentan problemas anímicos.

Las llamadas al Defensor del Profesor corresponden en un 60% a profesoras y en un 40% a profesores. El 50% de las llamadas son realizadas por profesores de Secundaria; el 35% de Primaria, 6% de Infantil y un 9% del resto de enseñanzas. El teléfono del Defensor del Profesor de ANPE es el 915220827 y también se pueden realizar consultas a través de la web www.defensordelprofesor.com.

 

Definir autoridad
ANPE ha iniciado una campaña para exponer y definir qué es la autoridad del profesor. El sindicato no quiere sólo pronunciarse sobre la consideración penal de la autoridad, sino también sobre todo lo que tiene que ver con el principio de veracidad y el valor probatorio en la constatación de los hechos conflictivos y los problemas que se deriven del ejercicio de la función docente .

La organización sindical va a reivindicar también la autoridad moral, “intrínseca a la dignidad de la tarea docente”, y la autoridad académica, “que tiene que ver con la idea de autoridad magistral y autoridad colegiada, con el respeto a la libertad de cátedra y las decisiones académicas, y con que el claustro recupere las competencias técnico-profesionales”.

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