Inmigrantes y sistema educativo: entre el optimismo y la realidad

Autor: Adrián ARCOS

Un informe muy optimista sobre la inmigración en las aulas. Lo presentó la Fundación Pfizer el pasado día 4 y se resume en una valoración muy positiva de la imagen que los inmigrantes tienen de ellos mismos, pero que coincide también con la de los profesores, los padres y la población en general. El 62,4% de los españoles está a favor de la multiculturalidad en las aulas, frente a sólo un 9,4% que la ve negativa. Además, el 77,2% de los profesores afirma que los hijos de los inmigrantes se han adaptado muy bien al sistema educativo. Esta opinión es compartida por el 88,7% de los padres de estos niños, que consideran también que el profesorado está bien preparado para enseñar a sus hijos (49,5%) y que el colegio fomenta la igualdad (85,7%).

Los datos no dejan de ser gratificantes, pero también sorprendentes, ya que contrastan con el estudio sobre violencia escolar en Secundaria presentado hace sólo dos años por el Defensor del Pueblo y que fue publicado en exclusiva por MAGISTERIO. El informe recogía que los niños inmigrantes sufren una mayor exclusión social y el 20% de los extranjeros, el doble que los autóctonos, declaraba ser “ignorado” por sus compañeros. Sin embargo, según el estudio de Pfizer, los profesores consideran que los niños españoles se han adaptado muy bien (80,1%) a la presencia de alumnos originarios de otros países. Aunque hay que tener en cuenta que la encuesta de Pfizer no está realizada a los alumnos.

El catedrático de Antropología Social de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), Carlos Giménez Romero, que participó en la jornada de debate del informe, apuntó también un detalle a la interpretación de los resultados. Él considera que hay que tener en cuenta que “España es el país de toda Europa en el que existe mayor presión por lo políticamente correcto, quizá por una democracia reciente, y hay un cierto rechazo por todo aquello que no suena bien”.

El profesor de la UAM señaló también que “uno de los déficits de la encuesta es que no se ha preguntado por sectores de edad, ya que a medida que los alumnos se hacen mayores, los problemas se van haciendo más graves –se producen malentendidos con el profesorado, la conducta en el patio es distinta, prefieren buscar trabajo que estudiar–, y no es igual la actitud de niños de seis a ocho años que de 10 a 12”.

Sin embargo, el estudio sí que presenta un obstáculo al que tienen que hacer frente los alumnos inmigrantes para integrarse. Se trata del idioma, que dificulta al 43,6%, seguido de las diferencias culturales o del distinto nivel de estudios. Para superar estas barreras, solicitan de forma mayoritaria (8,28 sobre 10) la posibilidad de que se ofrezcan clases adicionales en castellano.

En este sentido, el ex presidente del Consejo Escolar de Madrid, Luis Carbonell, que también participó en el debate, criticó duramente los espacios de bienvenida que ha puesto en marcha la Generalitat de Cataluña. Los definió como “contenedores sociales controlados por los ayuntamientos para mantener a los inmigrantes apartados de sus compañeros y profesores, y suponen un atropello moral y una indecencia”. “Son de un tinte racista y pedagógicamente no tienen sentido, son una inmoralidad”, censuró Carbonell.

Además de la integración de los inmigrantes, el otro aspecto analizado en la encuesta es la valoración de nuestro sistema educativo, y de igual forma, los resultados que se obtienen son bastante positivos. Los que muestran mayor nivel de satisfacción son precisamente los inmigrantes (7,94 sobre una puntuación de 10). Los profesores también otorgan una mejor valoración (6,30) que la población general (6,02). Además, los profesores piensan que el sistema educativo español es mejor que el de los países de nuestro entorno (6,10).

Resultados relativos
La clave de estos resultados se encuentra en las variables analizadas, como la formación del profesorado, las instalaciones o el número de centros en relación a la población. José Luis Carbonell, apunta una percepción que no tiene en cuenta el estudio. “Con el sistema educativo están de acuerdo, pero no con determinadas partes del sistema, como los resultados, la programación, o los planes de estudio”. “Todo el mundo está contento con los profesores de Primaria e Infantil o con unas instalaciones modernas y adecuadas, pero no preguntan por el plan de estudios ni lo que aprenden nuestros hijos”, explica Carbonell.

Sí que hay un dato interesante en el estudio, que tiene que ver con la calidad de la enseñanza. La población española considera que el mejor nivel educativo está en la Universidad (7,28) y en Educación Infantil (7,22). En cambio, los profesores dan la mejor nota a Infantil (8,48) y Primaria (8,00). Ambos segmentos le dan la valoración más baja a la ESO (6,62 profesores y 6,28 la población general).