López Rupérez: “La valoración docente sólo se consigue con una buena selección”
“La valoración social del profesorado sólo se consigue mediante una buena selección del mismo”. Fueron las palabras del presidente del Consejo Escolar de la Comunidad de Madrid, Francisco López Rupérez. En este sentido, manifestó también que “los países con mayor consideración social del profesorado facilitan la puesta en marcha de procedimientos selectivos excelentes, que contribuyen a la vez a la valoración de la profesión docente”. Además, aseguró que “en sentido contrario también opera este diagrama causal circular, ya que si la consideración es baja, contribuye a no seleccionar a los mejores”.
Lo hizo en el II Observatorio de la Educación, celebrado el pasado 23 de febrero por la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) . También intervinieron José Antonio Ibáñez-Martín, catedrático de Filosofía de la Educación en la Universidad Complutense de Madrid; Nicolás Fernández Guisado, presidente de ANPE; y José Penalva, profesor de Teoría e Historia de la Educación de la Universidad de Murcia. El acto estuvo presentado por Fernando Navarrete, director de Políticas Públicas de FAES.
Según López Rupérez, “en Finlandia existe una doble selección rigurosa que hace que sólo el 10% finalmente pueda ejercer como profesor”. Sin embargo, apuntó que “en España tenemos un sistema de selección mejorable que ha empeorado con el tiempo”. Recordó que “la LOCE recuperaba el Cuerpo de catedráticos de instituto, que establecía la posibilidad de ingreso directo a este Cuerpo de cualquier brillante universitario. Sin embargo, la LOE eliminó el ingreso directo e introdujo una transitoria, una fórmula exclusiva de acceso al profesorado de centros públicos reservado a los interinos”.
Por su parte, José Antonio Ibáñez-Martín destacó la importancia de que el profesor conozca las individualidades de cada alumno. “Cada uno toca un instrumento, por lo que hay que conocer bien a todos los músicos, aunque a veces los profesores dicen que lo suyo es dirigir una filarmónica y se deprimen cuando les toca un orfeón municipal”, bromeó. Ibáñez-Martín alertó de que “el alumno fácilmente desaparece de clase, por lo que es tarea del profesor hacer que el alumno se encarne en el aula, animarlo aunque sea un zoquete, pero por desgracia a veces es el profesorquien abandona su clase”.
Guisado criticó las leyes vigentes en España desde 1985, “sobre todo la Logse, que extendió el falso igualitarismo ramplón de la Educación comprensiva”. De la LOE, afirmó que “reincide en los errores y reproduce el modelo de la Logse, que rebaja la cultura del esfuerzo”. Para Guisado, “la verdadera reforma educativa está pendiente, que recupere de forma positiva valores como la autoridad, la noción del respeto, la jerarquía profesor-alumno y el esfuerzo individual”.
Penalva, sin embargo, discrepó de que “la LOCE supusiera un cambio de paradigma, ya que era un proyecto que se asentaba sobre unos modelos prefijados por la Logse”. Según el profesor de la Universidad de Murcia “no existe un modelo alternativo. En el mundo de la pedagogía, el modelo actual es intocable, de un conservadurismo que es incluso defendido por las posturas progresistas y por los poderes autonómicos”.