Guisado: “Que haya 600 cualificaciones no quiere decir que todas se oferten”

Romper el desequilibrio que existe entre los casi 1,6 millones de universitarios frente a los 520.000 alumnos de FP. Es la meta hacia la que la sociedad española tiene que dirigirse, según el sindicato ANPE. Su presidente, Nicolás Fernández Guisado, considera que esas cifras “no se corresponden con la realidad económica y productiva de nuestro país y, además, nos alejan de los países de nuestro entorno”. Ahora el sindicato ha presentado un modelo de Pacto por la FP que pretende que sirva para abrir el debate sobre la importancia de potenciar esta etapa educativa.

Dentro de la estrategia del Gobierno para reformar la FP, el ministro, Ángel Gabilondo, ya se comprometió hace unas semanas –exactamente en la inauguración de la Semana de la FP– a trabajar para alcanzar un Pacto de Estado referente a esta etapa educativa. Aunque ANPE hacía tiempo que ya venía elaborando las líneas maestras por las que debía guiarse dicho acuerdo, sobre todo a través de las encuestas realizadas a más de 1.300 profesores de FP, con las que ha podido conocer de primera mano cuáles son las dolencias de este nivel educativo en nuestro país.

Mucha oferta para nada
Una de las primeras deficiencias que ha destacado ANPE en su estudio es la falta de especialidades en los centros educativos. Esta carencia provoca que los alumnos tengan que acudir a centros lejanos para cursar los ciclos formativos que realmente les gusta o conformarse con lo que tienen en su localidad. El presidente de ANPE advierte de que “una cosa es que existan más de 600 cualificaciones en nuestro país, y otra muy distinta es que realmente se oferten en los centros”. Guisado tampoco considera adecuado que “de esas 600 cualificaciones, sólo 47 se impartan en el nivel uno de los Programas de Cualificación Profesional Inicial (PCPI)”.

Guisado también considera necesario “realizar un mapa de centros de la FP para que el alumno pueda saber dónde puede cursar la especialidad que le gusta, pero que, además, va a servir para conocer las deficiencias de algunos centros con respecto a la demanda de sus alumnos”. En su documento sobre el Pacto, ANPE expone claramente que “los centros de FP no pueden quedar rezagados ni con una oferta anticuada, sino que deben dar respuesta al cambio y a la igualdad de oportunidades entre los alumnos”.

Asimismo, el sindicato propone que el Gobierno promulgue una Ley de Financiación de la FP que garantice una dotación suficiente de recursos materiales y humanos. El presidente de ANPE incide en que “la FP requiere muchísimo dinero para que no sea la cenicienta del sistema educativo, ya que hay que invertir en la tecnología necesaria para esas 600 cualificaciones”.

Guisado se muestra convencido de que “se trata de una inversión cuyos beneficios no se recuperarán más que a largo plazo”. Pero recuerda cómo “los países que en su día decidieron apostar de forma clara por la FP son los que en la actualidad ejercen el liderazgo económico, político y social”.

ALGUNAS CLAVES DEL PACTO

• Colaboración empresarial

“El Gobierno debería favorecer con ventajas fiscales y con rebajas en las cotizaciones a la Seguridad Social la colaboración del mundo empresarial y del sistema productivo con la FP y reconocer a la empresa un mayor protagonismo, tanto en el diseño de los contenidos de la FP como en la actualización constante de los profesores”.

• Colaboración Universidad

“La implicación de la universidad podría contribuir a prestigiar la FP. Debería establecerse un sistema de reconocimiento y convalidación de parte de las asignaturas o créditos de los estudios de grado universitario a aquellos jóvenes y adultos que posean el título de técnico superior en las carreras que tengan relación con la especialidad cursada en la FP”.

• Optimización de recursos

“Es imprescindible optimizar los recursos en los dos subsistemas de FP, inicial y formación para el empleo, estableciendo una mayor flexibilidad entre los ciclos formativos, el Bachillerato y otros estudios y articulando e integrando eficazmente todo el sistema reglado y no reglado”.

• Formación permanente

“En estos momentos resulta necesario fomentar la Educa-ción a distancia y la programación de acciones formativas on-line y semipresencial, que hasta el momento han tenido escaso desarrollo en las enseñanzas técnico-profesionales”.

• Orientación profesional

“Un sistema para dar a conocer las cualificaciones profesionales que se requieren en el mercado de trabajo y los centros en los que se imparte la formación correspondiente”.

• Profesorado motivado

“La labor del profesorado de FP y su contribución al bienestar social debe ser reconocida y traducirse en mejores condiciones laborales y salariales. Su formación debe corresponder a las demandas y necesidades sociales”.

• Inversión

“Invertir en FP –inicial y para el empleo– es invertir en desarrollo, productividad y en mejora del nivel y calidad de vida”.