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“Las certificaciones dan valor añadido al curriculum vitae”

Ufano es el hombre de las certificaciones. Su empresa cuenta con la bendición de los Microsoft, Adobe, Oracle y compañía para convertir a un colegio en “centro certificador”.
Martes, 16 de junio de 2009
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De origen anglosajón, esto de las certificaciones de cualquier cosa se está poniendo de moda también en nuestro país. Si lo que dices que sabes no lo puedes certificar ya te puedes ir olvidando. Así con los idiomas y más recientemente con los conocimientos informáticos. Si ya estábamos acostumbrados a ver esos diplomas de Microsoft en la recepción de esa gestoría o en la salita del notario, tendremos que acostumbrarnos a verlos también en la sala de espera del colegio del niño. Para que nadie le diga un día: “si no estás certificado, majete, no existes”.

¿Qué supone para un alumno tener una certificación del manejo de una herramienta informática?
En los centros normalmente los alumnos van recibiendo la formación en tecnología a lo largo de toda su vida escolar. Por ejemplo, en 6º de Primaria muchos alumnos reciben unas nociones del Word. Pero, ¿cómo calibramos que esos alumnos saben manejar correctamente esa herramienta? Pues pasando por el filtro de la certificación, que supone que alguien acredita que ese alumno sabe manejar ese programa informático.

¿Qué hay que hacer para pasar por ese filtro?
Nosotros recomendamos que primero se certifique el profesor, porque así conoce la certificación, detecta los objetivos y puede adecuar la formación a esos objetivos. Y los alumnos, a final de curso, concurrirán con mayores garantías al examen de certificación.

De hecho, hay una larga tradición de certificaciones en idiomas, ¿no es así?
Desde luego. Yo puedo llevar toda la vida estudiando inglés, pero ¿quién certifica que sé hablar en inglés? ¿Quién calibra mi nivel de inglés?

¿También en la empresa privada son habituales este tipo de certificaciones?
Por ejemplo, los departamentos de Informática de las empresas suelen contar con una certificación que acredita que todos los parámetros tecnológicos siguen unos criterios establecidos. En definitiva, son formas de certificar el conocimiento que acredita que una persona es competente en algo, en idiomas, en tecnología, en lo que sea…

La semana pasada publicamos unos datos que relacionaban nivel de formación y paro. ¿Le parece que un chico que finaliza sus estudios con una certificación de Microsoft, por ejemplo, sale con ventaja?
En primer lugar, ese alumno demuestra que tiene la capacidad de superar un examen de certificación. Esto ya es importante. En segundo lugar, demuestra que ha adquirido esos conocimientos informáticos correctamente y con capacidad de aplicarlos en el mundo de la empresa. Sí pienso, por tanto, que está en ventaja en un entorno tan competitivo como el empresarial.

¿Es como ir haciendo curriculum vitae desde Secundaria?
En efecto, es dar valor añadido al curriculum. Y cuando se tenga que enfrentar al mercado laboral podrá demostrar que él adquirió esos conocimientos que las empresas están demandando. Por supuesto, después tendrá que recertificarse con las sucesivas actualizaciones del software correspondiente.

¿De qué tipo de certificaciones estamos hablando?
Son certificaciones de los principales fabricantes de software: Microsoft, Oracle, Adobe, Cisco…

Por vuestra experiencia y más en clave de marketing, el que un colegio ofrezca a sus alumnos este tipo de certificaciones, ¿supone una ventaja competitiva?
Es un refuerzo para la captación de alumnos. Nuestra experiencia nos dice que los padres se fijan mucho en este tipo de valores complementarios a la oferta educativa ordinaria cuando eligen el colegio de sus hijos. Y mucho más cuando se trata de una certificación que cuenta con el marchamo de un Microsoft o o un Oracle.

Por tanto, ¿un colegio que se convierte en centro certificador puede utilizarlo como herramienta de marketing?
Es más, hay unos logotipos diseñados específicamente para que se puedan insertar en los folletos promocionales o en la publicidad que haga el centro. Evidentemente es un reclamo. Ante la disyuntiva de matricularse en un centro de informática del que desconozco el profesorado o el material que van a utilizar o en un centro que aparece con el sello oficial del fabricante, el alumno siempre se inclinará por este último. Le ofrece seguridad, que es clave en este tipo de decisiones.

¿Qué pasos tiene que dar un centro para convertirse en centro certificador?
El proceso es muy sencillo. El centro tiene que firmar un contrato para convertirse en centro certificador y para ello se le exige la compra inicial de diez derechos de examen. De esta forma, evitamos que se utilice el logo del fabricante sólo como herramienta de marketing sin que realmente se esté ofreciendo esa certificación a los alumnos. Por tanto, el centro sólo paga por los derechos de examen que otorgan la certificación y eso te convierte automáticamente –sin pagar nada más– en centro certificador.

¿Y a partir de ahí?
Se te dota del sistema y del acceso a la intranet de centros certificadores. A partir de entonces eres totalmente independiente para convocar las pruebas de certificación en tu centro.

¿Este proceso sirve para cualquier tipo de certificación?
Las certificaciones son como comodines y, por tanto, las puedo canjear por el examen de software que me interese en cada momento. Puedo usarlas para certificar en Excel, en Word, en Adobe, etc. Por tanto, lo que compro son derechos de examen que luego canjeo por la herramienta en la que deseo certificar.

¿También en la empresa privada son habituales este tipo de certificaciones?
Por ejemplo, los colegios de la Institución Educativa SEK llevan seis años certificando. Entraron al principio y se han implicado a fondo. En concreto, en el SEK “La Garriga” todos los alumnos en 1º de ESO obtienen el certificado en Word; en 2º en Excel; en 3º en Power Point y en 4º en Access, que es el más complejo. No lo hacen como una actividad extraescolar sino que lo ofrecen como parte del currículo. Todos los alumnos de ese centro terminan con su título de ESO, la certificación de inglés que tengan y cuatro certificaciones de Microsoft debajo del brazo. No está mal, ¿verdad?

Tipos de certificaciones

–Qué aplicaciones
“Según el currículo oficial del Ministerio, todo alumno debe terminar sus estudios sabiendo manejar un tratamiento de textos, una hoja de cálculo, un programa de presentaciones y una base de datos”.

–Cuándo empezar
“Lo lógico es que empiecen en la ESO para que cuando lleguen al Bachillerato o a la Formación Profesional ya lo tengan asumido y lo puedan aplicar”.

–Bachillerato
“Ofrecemos las certificaciones de Adobe para diseño que cuentan con una herramienta que es muy popular entre los jóvenes, como es el Photoshop. También ofrece las certificaciones en Dreamweaver y en Flash. Pienso que son herramientas muy adecuadas para Bachillerato y ciclos formativos”

–Formación Profesional
“De forma transversal también nos piden herramientas de ofimática y diseño. Para módulos específicos de de FP de Electrónica o Informática los centros están pidiendo certificaciones Cisco para redes o Microsoft a nivel técnico para administración de sistemas, por ejemplo”.

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