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“Al utilizar el ordenador en clase creo un ambiente de biblioteca”

Adrián ArcosMartes, 15 de diciembre de 2009
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Antonio Jimeno. (Foto: Jorge Zorrilla)

Es catedrático de Biología y Geología del IES “La Sedeta” de Barcelona y presidente de AMES (Acción por la Mejora de la Enseñanza Secundaria). Antonio Jimeno nos da su visión sobre la situación de las nuevas tecnologías y los nuevos métodos de aprendizaje en el aula. MAGISTERIO lo entrevistó con motivo de su conferencia sobre Cambios en los conocimientos y dificultades en los aprendizajes, que impartió en la XXIV Semana de la Educación que se celebró la última semana de noviembre en la sede del Grupo Santillana.

  • ¿Cómo va a influir la nueva aula digital en el aprendizaje de los alumnos?

En Educación los cambios tienen que ser pequeños, porque no podemos hacer experimentos con todos los alumnos. Además, tenemos que controlar enseguida si están yendo bien y en qué tenemos que rectificar. Introducir un cambio nuevo importante, como es que el profesor delega en el programa que hay en el ordenador para que el alumno aprenda, supone un cambio radical, y por lo tanto demasiado arriesgado. Se debería hacer poco a poco. Pueden surgir muchos problemas, que las redes no aguanten, que los ordenadores tengan problemas técnicos, que los alumnos al cabo de unas horas se encuentren cansados, que ya no se pueda intercalar una actividad con libro porque se haya apostado por pagar una licencia de acceso a un determinado programa de alguna editorial… Yo creo que pueden surgir muchos problemas y lo mejor sería empezar muy poco a poco.

  • ¿Qué ventajas e inconvenientes tiene entonces el ordenador para el aprendizaje del alumno?

Sobre este tema se han hecho pocos estudios, pero los resultados no son buenos. Se han hecho en Suecia, EEUU y se han detectado algunos problemas. Disminuye bastante la comprensión lectora, hay problemas de comunicación verbal entre los alumnos, disminuye la capacidad de concentración y atención. También disminuye bastante la memorización, ya que lo que se ha visto en pantalla se olvida antes que lo que se lee, porque las personas están acostumbradas a ir leyendo detenidamente y poder releer. En cambio en pantalla se va a buscar datos, más que a entender toda la frase. Después, lo que se ha detectado es que la idea o la síntesis de lo que se ha estudiado se pierde bastante. El ordenador va muy bien para obtener información, pero no tanto para reflexionar y adquirir una idea sobre un aspecto o tema, de forma que quedan informaciones que con el tiempo se van a borrar y el pensamiento al final no queda tan estructurado. Hay una frase que me gusta mucho y que tiene que ver con que una imagen vale más que mil palabras. Hablando de las nuevas tecnologías yo creo que hay que recuperar la idea de que un pensamiento o reflexión vale más que mil imágenes.

  • ¿Es entonces peligroso basar todo el aprendizaje en el ordenador?

Por supuesto. Hay que ir cambiando los paisajes a la hora de estudiar –laboratorio, clase clásica en que el profesor te explica y vuelve atrás si el alumno no lo comprende, con unos ejercicios basados en el ordenador–. Y lo que es fundamental es que se hagan estudios, una evaluación final comparativa de alumnos que hayan utilizado el ordenador, otros que hayan estudiado como siempre, y así los profesores vemos dónde podemos corregir. Lanzarse a la piscina y todos a la vez es muy peligroso.

  • ¿Y el profesor está realmente preparado para el aula digital?

Hay de todo. Lo que sucede es que si el sistema fuera correctamente y los profesores vieran que a sus compañeros que lo utilizan les va bien, se implicarían más. Porque el profesorado tiene bastante tendencia a ir adquiriendo lo que haga falta, ya que tiene la sensación de que se puede quedar atrás. El problema está en que los docentes no se fían, no lo ven claro.

  • ¿Cómo habría que utilizar entonces el ordenador para crear confianza?

Yo cuando utilizo el ordenador en la clase, creo un ambiente como si fuera una biblioteca. Los alumnos no pueden hablar entre ellos, ni salir de la página donde están los ejercicios. Si no lo hiciera, hablarían entre ellos, se distraerían y además, algunos irían a buscar otra información que en aquel momento les apetece. En esas condiciones el ordenador funciona bien, sin ese control sería terrible. De hecho, en los trabajos de los adultos está pasando. Cuando se introducen los ordenadores se descubre que muchas personas no están trabajando, sino que están adquiriendo tales billetes o consultando las noticias del día. Hay que poner unos controles. Con los niños, pues mucho más.

  • Pero si el alumno puede llevarse el ordenador a casa, el papel de la familia también es fundamental.

Hacen falta controles, pero no sólo del propio centro o de la familia. Es que la Administración ha de asumir sus responsabilidades, ha de hacer controles de lo que saben los alumnos para establecer si un alumno puede pasar de una etapa a la otra. Si hay un control por parte de la Administración, ya se espabilarán los centros y los padres para que el alumno estudie. Si no hay controles, los alumnos pueden utilizar muy mal el ordenador, porque el ordenador es una puerta abierta al mundo. Por un ordenador pueden entrar cosas muy antieducativas.

  • El otro gran cambio en las aulas es el aprendizaje por competencias. ¿Cómo se desenvuelve el profesor?

Es difícil porque estamos acostumbrados a una forma de trabajar distinta. Sí nos dicen que tenemos que trabajar de una determinada manera, pero sin embargo no lo van a controlar. Si la Administración quiere que nosotros cambiemos nuestra forma de enseñar, la Administración también tiene que controlar que los alumnos de ahora saben esas competencias. Sin ese control al alumnado, el profesorado va a seguir haciendo lo que ha hecho hasta ahora, no va a cambiar.

  • ¿En qué consistiría ese control?

Preguntarles a los alumnos, mediante pruebas externas, una serie de preguntas en las cuales quede en evidencia que dominan esas competencias. Si el alumno no las domina, la Administración tiene que reconocer que ese alumno no ha llegado a las competencias y no se le puede considerar aprobada la Primaria o la ESO. En el momento en que la Administración haga eso, el profesorado se dará cuenta enseguida de que sus alumnos no han obtenido buenos resultados, y tiene que tomarse en serio lo que la Administración le está pidiendo, porque le está examinando según competencias. Entonces el profesorado es capaz de cambiar rápidamente.

OTRAS IDEAS

  • Más exigencia

“La comunidad educativa necesita un acuerdo sobre un sistema educativo estable, con rigor, con controles y no tener miedo a que los alumnos se esfuercen mucho más de lo que lo están haciendo actualmente, porque no hay un rigor y una exigencia. Los alumnos pueden tener resultados muy buenos aunque los niveles de exigencia se restablezcan, porque es entonces cuando la persona da todo de sí”.

  • Unos PISA internos

“Nuestro país debería de hacer unos PISA internos, de forma que cuando realicemos los PISA internacionales, ya sabríamos de antemano donde cojeamos, habríamos realizado nuestros propios debates e intentaríamos arreglar nuestros defectos. No puede ser que los organismos internacionales sean quienes nos digan que vamos mal en lectura”.

  • Prácticas

“Si hay pruebas externas en las que a los alumnos se les pregunta sobre aspectos prácticos, los profesores haremos prácticas. Si no, pasará lo que está ocurriendo, que cada vez se va menos a los laboratorios y que los libros apenas llevan propuestas de prácticas”.

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