La Educación, objetivo militar en las guerras

Según un estudio de la Unesco publicado el pasado día 10, los ataques perpetrados en el mundo por razones políticas o ideológicas contra profesores, alumnos y centros docentes están aumentando, lo cual es motivo de preocupación, ya que, “aunque estos actos violentos sean a menudo obra de grupos armados de insurrectos, en ocasiones son cometidos por tropas de los ejércitos regulares”. ¿Por qué?

El informe
Education under Attack 2010 –La Educación, víctima de la violencia armada 2010–  es el segundo estudio de la serie iniciada en 2007 por parte de la Unesco, y va acompañado de un informe elaborado por expertos en Educación, seguridad y derecho internacional titulado Proteger la Educación contra los ataques: un balance.
Ambos informes hacen un llamamiento a reaccionar contra un fenómeno alarmante, como bien muestran los ataques cada vez más frecuentes contra civiles y personal de las ONG. Hace tres años, este hecho no era muy conocido. Sin embargo, las Naciones Unidas, las ONG y la opinión pública internacional van cobrando conciencia del carácter recurrente de estos ataques contra el sector.
Es obvio que la destrucción de escuelas y el asesinato de profesores y alumnos no es obra exclusiva de los talibanes para impedir la Educación de las jóvenes y niñas, ya que, según esta edición, entre enero de 2007 y julio de 2009 se sucedieron actos violentos contra el ámbito educativo en 32 países por lo menos. A menudo, los insurrectos toman como blanco las instituciones docentes para atacar al Estado, pero también es cierto que algunos Estados y organizaciones paramilitares tratan de silenciar a sus oponentes, reales o supuestos, arremetiendo sobre todo contra los universitarios.
El estudio aborda también el problema de los niños soldado,  250.000 en todo el mundo, pues los secuestros de niños en conflictos armados suelen tener como fin su enrolamiento forzoso, mientras que el destino de las niñas es la esclavitud.
El informe estima especialmente preocupante que en varios países se siga recurriendo al asesinato y las tácticas siniestras contra profesores –sobre todo sindicalistas– y alumnos. Las razones de esta inquietud, según la directora general de la Unesco, Irina Bokova, son principalmente tres: estos hechos “constituyen una amenaza contra el derecho a la vida, atentan contra el derecho a la Educación y ponen en peligro la Educación para todos”, compromiso de la ONU para 2015.
Por último, se reflexiona  sobre el papel que podría desempeñar el Tribunal Penal Internacional para asumir las responsabilidades y poner fin a la impunidad de esos ataques.

Las recomendaciones del autor

• Entre las recomendaciones del autor del estudio, Brendan O’Malley, está crear un observatorio mundial para vigilar el fenómeno, pues las Naciones Unidas carecen de datos fiables.
• También incide en que se deben realizar investigaciones más profundas para poder analizar y comprender los motivos, medios e impacto de estos ataques.
• O’Malley admite que no se sabe con certeza los motivos de los grupos armados para atacar a los centros ni por qué son tantod numerosos los Estados que persiguen a  universitarios.
• Por último, señala que no existen prácticamente estudios sobre las consecuencias concretas de esta violencia.
• El informe está disponible en inglés en www.unesco.org.