Cambio al frente de la CECE y cambio de rumbo

V aya semanitas nos lleva dando la CECE. Finalmente Rodríguez-Campra (publicamos una entrevista la semana pasada en calidad de candidato) ha relevado a Isabel Bazo al frente de la patronal. Vaya semanitas porque el enfrentamiento entre la dos candidaturas ha sido bronco, basurilla incluida. Como no quisimos hacernos eco entonces, no lo vamos a hacer ahora. Nuestros lectores no se lo merecen.

Sí es importante lo que cada candidatura representa. El malestar entre la práctica totalidad de las Federaciones era atronador desde hace años y todas –salvo Murcia y Granada, según mis datos– han apostado por el cambio. Se quejaban de que la anterior dirección se estaba metiendo en jardines que no eran de su competencia y se estaba olvidando de sus obligaciones como patronal. Es incuestionable que en los últimos tiempos la CECE se ha matrimoniado con el PP y ha vinculado sus siglas a causas –nobles, por cierto– como la lucha contra el aborto o el matrimonio gay. Un amplio sector le reprochaba, en suma, hacer un uso privado de un bien público. Un clásico.

Hay otro factor que ha precipitado el cambio. El protagonismo excesivo que estaban cobrando las organizaciones sectoriales (ya saben, peluquerías, autoescuelas…) en detrimento de los colegios de toda la vida que fueron y son el fundamento de esta patronal…

Pelillos a la mar, los datos dicen que éste puede ser el momento de CECE porque es precisamente su colegio tipo –el concertado laico, de inspiración católica o sin inspiración– el único que crece en el sector. Los religiosos tienen circunstancias internas que les dificultan crecer y los privados de pago tienen circunstancias externas –crisis y competencia desleal de los concertados– que les han restado ya un 3% de matrícula.