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Colombia: una Educación de calidad sólo para aquéllos que pueden costeársela

La población más pobre y la de zonas rurales tan sólo puede acceder a una Educación pública caracterizada por un alto índice de fracaso escolar y unos niveles muy bajos de calidad.
Adrián ArcosMartes, 22 de junio de 2010
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La OEI realiza programas educativos para los afrodescendientes. (Foto: magisnet.com)

Juan Manuel Santos, ex ministro de Defensa de Álvaro Uribe y heredero de su legado político, será el próximo presidente de Colombia. El pasado domingo arrasó con un 69% de los votos. Su rival, el matemático Antanas Mockus, del Partido Verde, se quedó en un 27,6%. Santos recibe un país más estable que el que se encontró Uribe en 2002. Sin embargo, siguen quedando muchos retos que afrontar: los conflictos, la corrupción, el desempleo, la pobreza… y una Educación pública gravemente marcada por una falta de calidad que tiene que ser suplida por la Educación privada para aquéllos que puedan permitírselo.

Aunque se han hecho grandes esfuerzos por parte del Gobierno nacional y de las Secretarías territoriales –la Administración educativa en Colombia está descentralizada–, la Educación de calidad sigue estando relacionada con los indicadores de pobreza de los territorios, concentrada sobre todo en zonas rurales. Como explica Ángel Martín Peccis, director de la Oficina de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) en Colombia, “a mayores indicadores de pobreza menor es la cobertura escolar y peor es la calidad en esos centros educativos”.

En su programa electoral, Santos propuso mejorar esa calidad, pero en términos muy generales. Sólo concretó “la obligatoriedad del Grado Cero para combatir la deserción temprana” y que “para 2020 haya cinco millones de niños que lean, hablen y escriban correctamente en inglés”.

Mockus, sin embargo, convirtió la Educación en el eje central de su programa electoral, incidiendo sobre todo en la importancia del capital humano y en la necesidad de una buena formación para los docentes de todos los niveles educativos. “No vamos a ser puros exportadores de carbón, gas y petróleo. Vamos a exportar conocimiento”, aseguró Mockus.

Altos niveles de deserción
Después de la calidad, las poblaciones más pobres y las zonas rurales se ven golpeadas por los altos niveles de fracaso escolar o “deserción”. Como señala Peccis, “siguen existiendo unas tasas de deserción mayor en la Educación oficial que en el sector privado y, a su vez, son más altas en las zonas rurales que en las ciudades”. Por etapas, “el fracaso se ha reducido más en Primaria que en Secundaria, mientras que en Educación Superior ha disminuido, pero todavía tiene indicadores muy altos”. Las diferencias entre Pública y Privada también se aprencian en los sueldos y en las condiciones laborales de los docentes, siendo mucho mejores en el sector privado que en el oficial.

Las grandes desigualdades entre la ciudad y las zonas rurales se notan también en las infraestructuras educativas. A su vez existen grandes diferencias entre ciudades, como Bogotá o Medellín, donde se han construido nuevos centros escolares públicos, y otras ciudades del país que no cuentan con tanta inversión.

Aquí tienen que ver también los desplazamientos producidos por la violencia de la guerrilla y de los grupos paramilitares. Como explica Ángel Martín Peccis, “estos desplazamientos se producen sobre todo desde las zonas rurales a las grandes ciudades como Bogotá, Medellín, Cali o Cartagena de Indias, que intentan atender a los niños en las escuelas públicas. Sin embargo, al ser sus familias grupos vulnerables, la deserción y el abandono de la escuela de estos niños por diferentes motivos es muy alta”.

Donde se han realizado grandes esfuerzos ha sido en la incoporación de las TIC a los centros. El anterior Ministerio puso en marcha varios programas como Computadores para educar y A que te cojo el ratón, donde no sólo se ha dotado de ordenadores a los centros, sino que también se ha formado a los docentes en TIC. Según Peccis, “las cifras de 2008 daban una información de 30 niños por ordenador y, en estos momentos, rondan 26 niños por ordenador”.

UN RETO MÁS: LA ALFABETIZACIÓN DE LOS AFRODESCENDIENTES

  • La Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) viene desarrollando desde hace varios meses proyectos educativos con la población afrodescendiente residente en Colombia, que representa un 9% de la población total del país.
  • El objetivo de la OEI es atender integralmente a esta población en temas como la alfabetización, la atención a la primera infancia, la formación docente, la técnico-profesional, la formación en Educación Superior y el carácter emprendedor, entre otras líneas de intervención.
  • Este proyecto pretende fortalecer los esfuerzos que el Gobierno colombiano viene realizando a través de su política de atención a la población afrodescendiente, articulando a estos esfuerzos estrategias de apoyo con recursos de responsabilidad social corporativa y de cooperación internacional.
  • Según el censo de 2005, se registraron 4.261.996 afrocolombianos, que representan el 9% de la población total de Colombia. Los departamentos con mayor cantidad de población afrodescendiente son el Valle del Cauca, Antioquia, Bolívar, Chocó, Nariño, Cauca y At-lántico; y los de mayor porcentaje de población afrocolombiana, Chocó (83%), San Andrés y Providencia (57%), Bolívar (28%), Valle del Cauca y Cauca (22%).
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