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Las mayores diferencias se registran entre los alumnos de un mismo centro

Diego FranceschMartes, 22 de junio de 2010
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A pesar de la obsesiva insistencia de los responsables del Ministerio en no hacer ranking con los datos de la Evaluación General de Diagnóstico, es evidente que las comunidades se sitúan en distinta posición en relación a los 500 puntos elegidos como promedio de la escala de evaluación de competencias de los alumnos de 4º de Primaria. Eva Almunia sólo reconoció que había seis o siete comunidades en la zona superior de la tabla, otro grupo en torno a la media, y varias comunidades en la cola. MAGISTERIO ya había adelantado, en su edición del 19 de mayo, los resultados de cada comunidad y la comparativa nacional.

Por otro lado, tanto ella como el director del Instituto de Evaluación, Enrique Roca, responsable del estudio, trataron de ocultar en todo momento que los resultados del País Vasco fueron suprimidos de dos de las cuatro competencias evaluadas (la científica y la social y ciudadana) aduciendo literalmente “un funcionamiento diferencial en los ítems de la versión euskera”. La propia consejera vasca, Isabel Celaá, tuvo que reconocer que estos malos resultados se debieron a una “decisión errónea del anterior Departamento, que permitió a los centros elegir en qué idioma realizar la prueba”. Según Celaá, el 80% de los alumnos de 10 años tienen como primera lengua el castellano y todavía no han desarrollado las destrezas suficientes en euskera como para responder a una prueba de esa naturaleza.

Más allá de este hecho, algunas de las conclusiones más importantes que se pueden extraer son que las mayores diferencias están dentro de los propios centros más que entre ellos o entre comunidades, hasta el punto de que en alumnos del mismo nivel socioeconómico hay hasta 600 puntos, 300 entre centros y 20-30 entre comunidades. Una conclusión que obligó a la secretaria de Estado, Eva Almunia, a reconocer la importancia de aplicar las políticas educativas encaminadas a fomentar la autonomía –de la LOE, eso sí–.

Otra conclusión obvia es la que se refiere a la necesidad de tener más alumnos excelentes y reducir el número de alumnos peores. Hay un 15% de malos alumnos de media y un 8% de excelentes. El discurso de Eva Almunia insistió también en la homogeneidad y equidad de nuestro sistema educativo, en contradicción con las diferencias que muestran los datos, y en la inutilidad de “la repetición por la repetición”. La secretaria de Estado dijo que por sí sola no ayuda a conseguir el éxito. Los resultados de los repetidores están sólo un nivel por debajo (unos 70 puntos) de los alumnos de la edad que corresponde a su curso. En cambio, la responsable del Ministerio destacó la influencia del nivel de expectativas, tanto del propio alumno como de sus padres. El alumno o los padres que aspiran a los estudios universitarios se esfuerzan más y obtienen mejores resultados que los que piensan abandonar antes los estudios. Otro factor que influye, pero no determina los resultados, es el llamado Índice Social Económico y Cultural (ISEC), según el Ministerio.

Otra de las conclusiones del informe es que, al evaluar competencias más que conocimientos, es decir, lo que el alumno sabe hacer, se advierte que en España la tradición pedagógica es más teórica que práctica. Esto se manifiesta en la dificultad de aplicar los conocimientos por ejemplo matemáticos a las situaciones reales o, en otro ámbito, para dar cohesión a los textos que escriben, aunque sea sin faltas de ortografía o errores gramaticales. En el caso de la competencia científica, los alumnos están más familiarizados con la identificación de los fenómenos que con su explicación. La misma dificultad encuentran los alumnos para la explicación de hechos sociales.

Por sexos, el informe repite los resultados de estudios anteriores en los que las chicas son mejores en las competencias lingüísticas y social y ciudadana y los chicos en las matemáticas. En el área científica no se advierten diferencias significativas.

Por lo que respecta a las reacciones de la comunidad educativa, el sindicato STES criticó la comparación entre comunidades. “No pueden compararse fácilmente pruebas estándar aplicadas en comunidades donde las políticas educativas están siendo muy diferentes”, dice este sindicato. Además, esta organización ofrece otras competencias evaluables, como la digital, artística y cultural, la de aprender a aprender y la de autonomía e iniciativa personal. Además, STES señala que “no es adecuado un sistema masivo de evaluación que en teoría sirve para diagnosticar déficits individuales”. En este sentido, el sindicato echa en falta otras dimensiones no presentes en el estudio como los contenidos excesivos, la fragmentación curricular, la consideración del profesorado, los sistemas de acceso, la formación docente, la tipología del alumnado, los recursos y la inversión en Educación o la falta de democracia de los centros. STES cree que se debe potenciar la evaluación interna al centro y del alumnado en la consecución del currículum.

Por su parte, ANPE deduce que se debe flexibilizar el sistema, atender de manera más individualizada a los alumnos, incidir sobre el riesgo de abandono, establecer evaluaciones al final de etapa y reforzar la autonomía. Para este sindicato, la homogeneidad no es más que “una igualdad en la mediocridad” y exige un cambio en el modelo y en la estructura del sistema, especialmente en lo referido a la “promoción semiautomática (profundamente desmotivadora para los alumnos) para sustituirlo por un modelo que valore más el esfuerzo individual”.

La opinión de algunos consejeros

  • Alberto Catalán

Consejero de Navarra
“Primaria equitativa y eficiente”
El consejero navarro destaca que la Primaria de su comunidad es “equitativa, es decir, que compensa las posibles diferencias que tienen los alumnos cuando acceden a la Educación, desarrolla la excelencia (los resultados se sitúan bastante por encima de la media), cumple sus objetivos y es eficiente en cuanto a la relación con el gasto”.

  • Isabel Celaá

Consejera del País Vasco
“No comparar con sistemas bilingües”
“No deberían ser comparables los sistemas bilingües con los que sólo trabajan una lengua, porque requieren mucho más esfuerzo”. Así explicó la consejera vasca los malos resultados de esta comunidad y que se suprimieran las puntuaciones obtenidas en Interacción con el Mundo Físico (Ciencias) y en la competencia Social y Ciudadana.

  • Francisco Álvarez de la Chica

Consejero de Andalucía
“Nos acercamos a la media estatal”
“El alumnado andaluz ha acortado diferencias y ha alcanzado la media estatal”. El consejero andaluz valoró positivamente los resultados y los comparó con los de PISA, aunque éstos se refieren a alumnos de otra edad. En cualquier caso, De la Chica, insistió en que ahora se producen avances “de hasta 15 puntos en Lengua” con PISA.

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