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Educación para una economía inteligente

Martes, 21 de septiembre de 2010
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En el primer semestre del año, la Unión Europea dedicó gran parte de sus energías a reforzar la gobernanza económica en un contexto de volatilidad de los mercados. Ahora hemos de volver la mirada al futuro y preguntarnos qué clase de economía queremos construir para el mañana.

Esto es exactamente lo que hace la Estrategia Europa 2020. Este plan de trabajo para un crecimiento inteligente, sostenible e integrador ayudará a generar los empleos que necesitamos para una sociedad basada en el conocimiento. Hemos situado la Educación en el centro de este esfuerzo porque el elemento humano es nuestra mayor riqueza. Pero la pregunta urgente es si estamos preparando a nuestros jóvenes para las exigencias del futuro.

Las dimensiones del reto a que se enfrenta Europa se ilustran con estas cifras: El desempleo juvenil supera ya el 20 %. Menos de un tercio de los jóvenes europeos cursa estudios superiores, frente al 40 % que lo hacen en los EE.UU. y el 50 % en Japón; alrededor del 15 % abandona la escuela prematuramente, con cualificaciones básicas en el mejor de los casos. Y, sin embargo, la economía europea de 2020 exigirá cualificaciones de alto nivel para al menos un 35 % de los empleos, y capacidades de nivel medio para otro 50 %.

Por esta razón, la UE se ha fijado objetivos educativos ambiciosos: reducir el abandono escolar por debajo del 10 % y velar por que al menos el 40 % de los jóvenes cursen una enseñanza superior o Formación Profesional avanzada. Estos objetivos son realistas, y ayudarán a llevar nuestras reformas estructurales en la dirección adecuada. El último informe de la OCDE sobre Educación demuestra que los gobiernos que invierten debidamente en la enseñanza superior lo rentabilizan con un crecimiento económico más fuerte.

Ahora, la Comisión Europea pone en marcha Juventud en Movimiento para abordar los retos a que se enfrentan los jóvenes en la Educación, la formación y el empleo. Se trata de un paquete de medidas que ayudará a nuestros sistemas educativos a proporcionar las capacidades adecuadas, mejorará los resultados de la enseñanza superior, animará a los jóvenes a estudiar en otros países y facilitará su transición al mercado del trabajo.

Ante todo hemos de aclarar las ideas básicas: las competencias de lectura, escritura y aritmética, así como las capacidades en nuevas tecnologías, son esenciales para todos los niños. En la competencia de lectura, Europa ha retrocedido en los últimos años —casi la cuarta parte de los menores de 15 años obtienen malos resultados—, y esto es inaceptable. Como medida urgente, he creado un grupo de expertos para reseñar las prácticas más eficaces en toda Europa. Algunos Estados miembros están haciendo auténticos progresos en la competencia de lectura y escritura, y debemos aprender de ellos.

A continuación hemos de reformar la enseñanza superior para que Europa pueda producir y también atraer los mejores talentos del mundo. Hemos dado inicio a un diálogo entre universidades y empresas, promoviendo esta aproximación con el fin de que los planes de estudios ayuden a preparar a los jóvenes para las exigencias del trabajo moderno.

La UE siempre ha aportado valor añadido contribuyendo a que las personas vivan, trabajen y estudien en otros Estados miembros. La movilidad ayuda a dar a los jóvenes las capacidades que necesitarán para toda una vida de cambio y adaptación. Para todos los jóvenes es beneficioso aprender a trabajar con otros, compartir ideas y moverse en una nueva cultura. Esta experiencia mejora su potencial de empleo. Por ello nos proponemos expandir nuestros programas de movilidad y hacer que lleguen a más jóvenes.

Juventud en Movimiento ayudará a nuestra juventud en la transición desde la Educación al mercado de trabajo. Un nuevo observatorio indicará a los jóvenes y a los asesores de empleo dónde hay trabajo en Europa y qué capacidades se necesitan. Con el Pasaporte Europeo de Capacidades será más fácil comparar la experiencia adquirida por los jóvenes en diversos países.

Uno de los mayores retos será poner en marcha el paquete en estos tiempos de austeridad. El apoyo de la UE es crucial para dar a millones de jóvenes europeos la oportunidad de estudiar y trabajar en el extranjero. Gracias al programa Erasmus, por ejemplo, millones de estudiantes universitarios han podido estudiar en otros países y mejorar sus aptitudes académicas, sociales, personales y lingüísticas.

Muy pronto vamos a abrir un delicado debate sobre las prioridades de gastos de la UE para la nueva década. Si queremos estar a la altura de la ambición de nuestra estrategia para 2020, tenemos que tomar algunas decisiones difíciles. En tiempos de crisis, más que nunca, la educación debe seguir siendo nuestra prioridad.

Androulla Vassiliou es comisaria europea de Educación

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