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“Es posible que en el futuro haya menos profesores”

Rodrigo SantodomingoMartes, 26 de octubre de 2010
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(Foto: Jorge Zorrilla)

Una de los temas más polémicos de su tesis es el papel que jugarán los profesores si la enseñanza on line se generaliza. ¿Cómo acogieron “Clase disruptiva” los sindicatos de su país?
Cuando se publicó el libro hace dos años, el primer discurso que pronuncié fue precisamente ante un grupo de líderes sindicales educativos. Y sí, tenía algo de miedo. Pensaba que quizá estarían enfadados, que me acosarían con preguntas duras…, me había preparado para lo peor. Me sorprendió gratamente que estuvieran extremadamente interesados en el asunto. Querían entenderlo mejor. Casi al unísono me dijeron: “sabemos que la transformación es inevitable, que el estatus quo no se sostiene, y queremos jugar un papel importante en el cambio”.

¿Cuáles serían las funciones exactas del docente en ese hipotético contexto? ¿Más un guía en el aprendizaje personalizado que un transmisor de conocimiento?
Exacto. Aunque el alumno asuma más responsabilidad en su aprendizaje, el profesor debe estar ahí para animarle y ayudarle a idear caminos que puedan conducir al éxito, a resolver problemas concretos, a arrojar luz cuando se bloquea. En especial si el alumno se embarca en proyectos interdisciplinares que implican a varias personas de distintos ámbitos. Ahí el profesor debe supervisar y explicar al alumno las formas más eficaces de colaboración cuando se trabaja en equipo, una habilidad que casi no se practica en la enseñanza tradicional pero que resulta fundamental para tener éxito en el mundo laboral. En algunos aspectos, el nuevo modelo de predominio on line va a preparar mejor al alumno para el vida real.

¿Se necesitarán menos profesores en el futuro?
Hay gente que sostiene que, siendo éste un modelo económico más eficiente, se necesitarán menos profesores porque un docente podrá ocuparse de más alumnos. Es una consecuencia posible, aunque no estoy seguro de que sea deseable.

¿Y el futuro de la escuela como institución? Si la enseñanza on line se impone, ¿tenderá a desaparecer?, ¿aprenderán los alumnos desde sus casas sin necesidad de conocer a sus profesores en persona?
Bueno, es algo que ya está ocurriendo: el crecimiento de los cursos on line ha sido espectacular en los últimos años. Y si hablas con alumnos de Secundaria que van a clase todos los días, muchos te dirán que aprenden más fuera del colegio que dentro. Esto se debe a que la mayoría de escuelas en la actualidad mantiene un modelo pensado para el siglo XX. Cuando reconozcan que los ordenadores forman parte del mundo del estudiante actual, que cuando los utilizan es cuando más aprenden, entonces podrán capitalizar esta situación y adaptarse al nuevo contexto, en lugar de ignorarlo y dejar que otros tomen ventaja.

¿Así que no hay vuelta atrás?

Mire, es como si enseñas a alguien por primera vez la televisión en color y luego le dices que lo correcto es que la siga viendo en blanco y negro. Una vez que los alumnos han sido expuestos a este tipo de aprendizaje mucho más personalizado, interactivo y colorista, es lógico que se opongan a sentarse obedientemente en un pupitre para escuchar durante una hora a una persona que afirma saber lo que todos tienen que aprender. Es imposible que funcione.

Resuma en pocas palabras cómo será en 20 años esa Educación customizada (adaptada a cada cliente o usuario).
No hace falta ir tan lejos. En cinco años habrá una cantidad muy elevada de colegios en los que el gran objetivo docente será ayudar a trazar un plan individual basado en los intereses del alumno. Cada vez resulta más claro que se puede enseñar lo fundamental, lo que todo niño debe aprender (en Matemáticas, Lengua…), a partir de lo que le apasiona a cada uno.

Ustedes reconocen que la enseñanza on line tiene un amplio margen de perfeccionamiento para atraer a esa mayoría de estudiantes y centros que aún no se sirve de ella. ¿Cuáles son las principales áreas de mejora?
El gran objetivo es llegar a un punto en el que el e-learning sea capaz de respetar las diferencias entre alumnos. Se trata de que un programa o experiencia de aprendizaje on line sea lo suficientemente sensible para reconocer lo que ya sé y no necesito aprender de nuevo o, al contrario, para identificar mis dificultades y proponerme alternativas para que siga avanzando, y que además conecte el conocimiento con el mundo real, que no me haga preguntarme “¿Para qué estoy aprendiendo esto?”. Ahora está emergiendo una nueva era en la que la mayoría de las iniciativas de e-learning se plantean en estos términos.

Cito de su libro: “Hasta el momento, los ordenadores siempre se han utilizado de forma absolutamente predecible, lógica y errónea”. ¿Tan mal lo hemos hecho?
Durante la última década, los ordenadores han llegado al aula como meros añadidos, como quien instala un teléfono. Y es muy distinto concebir una nueva tecnología como una herramienta más del sistema tradicional que como una plataforma, como la capacidad fundacional de un nuevo contexto educativo.

¿Y por qué hemos repartido esa enorme cantidad de ordenadores en las aulas de todo el mundo sin saber muy bien cómo sacarles provecho?
Porque siempre aspiramos a arreglar las cosas en el mínimo tiempo posible. Alguien decide un día: “Que todos los alumnos tengan un portátil”. Bueno, el tiempo ha demostrado que este tipo de estrategias han sido un fracaso en términos de coste-beneficio. Si permitimos que los chavales asuman más responsabilidades en cuanto a su propio aprendizaje, ellos mismos irán al encuentro de las tecnología, incluso la llevarán a clase, no habrá que estimularles para que las utilicen con fines educativos.

Ustedes aseguran que la enseñanza on line favorece el intercambio y la creación de redes de usuarios (tipo You Tube o E-Bay) donde compartir experiencias. ¿Imagina un mundo en el que la Educación deje de ser un asunto nacional, de manera que un alumno español pueda aprender álgebra según un sistema colgado en la red por un alumno de Singapur?
La tecnología ha matado la geografía en todas las industrias y sectores. ¿Por qué no habría de hacerlo en Educación? Su predicción es perfectamente factible.

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