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Gabilondo arenga a los sindicatos para defender la jubilación LOE

Pablo RoviraMiércoles, 9 de febrero de 2011
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Firma en el Palacio de la Moncloa del Pacto Social alcanzado por el Gobierno, sindicatos y patronal.

Diálogos con Jorge Alarte era el título con el que el PSPV-PSOE reunió a unas 250 personas para una conferencia en la que, a pesar del título, sólo hablaron el ministro de Educación, Ángel Gabilondo, y el candidato socialista a la Generalitat. Un ministro totalmente decantado ya por el pacto social –y sin concesión alguna a aquella predisposición inicial por el consenso político– arengó a las organizaciones sindicales a “reivindicar al Gobierno” la prórroga de la jubilación anticipada y voluntaria LOE.

El ministro explicó “su” necesidad de que los sindicatos presionen reclamando la prórroga de la jubilación LOE para que pueda defenderla en un contexto de pacto social que, en la práctica, ha aumentado la edad de jubilación para todos los trabajadores. Así lo vieron los representantes de FE-CCOO que asistieron a la conferencia, que señalaron que no es la primera vez que Gabilondo transmite esta opinión.

Por su parte, otros representantes sindicales presentes en el acto, como los del sindicato STEPV, dieron otra lectura a las palabras del ministro. “Al acabar la conferencia, Gabilondo nos explicó que no era tanto que lo pidiesen los sindicatos docentes, sino que lo asuman públicamente (Ignacio Fernández) Toxo y (Cándido) Méndez”, secretarios generales de CCOO y UGT, respectivamente. En definitiva, que las direcciones confederales de estas organizaciones asuman el discurso de sus respectivas federaciones de enseñanza, y hagan compatible con su firma del Pacto Social el aumento de la jubilación hasta los 67 años con la prórroga de la jubilación anticipada de los docentes.

Sea la lectura que sea, el ministro Gabilondo mostró su disposición a prorrogar la jubilación LOE y su dificultad ya que “no puedo hacerlo solo”, porque no todos los miembros del Ejecutivo tienen la misma visión, apuntó el ministro.

La prórroga de la jubilación anticipada voluntaria es una de las cuestiones laborales más importantes y urgentes que están encima de la Mesa Sectorial. Esta opción finaliza el próximo 31 de agosto, aunque ya el ministro ha mostrado su disposición (ver MAGISTERIO del 19 de enero) a que se prorrogue un año más, a la espera de que se aborde la cuestión en el seno del Pacto de Toledo. “No son sólo asuntos del Ministerio de Educación, son políticas de país, de Gobierno”, señaló Ángel Gabilondo, por lo que el sistema educativo no puede quedar al margen de la reflexión general sobre la edad de jubilación, pero también cree que “hay colectivos singulares que deben merecer también una atención singular”.

La cuestión, y el temor sindical, es que en este contexto, el profesorado sí puede tener mucho que perder. Más cuando se acaba de ampliar la edad de la jubilación a los 67 años y se ha dejado los 65 para aquellos que tengan 38,5 años cotizados. Más cuando, según el Pacto Social, se amplía a 25 los años cotizados para el cálculo de la pensión. Más cuando la época de las grandes oposiciones han dado paso a las restricciones en las ofertas de empleo docente y la amortización de vacantes para interinos y, por tanto, se retrasa la edad a la que se accede a la función pública docente. Y, sobre todo, más tras el anuncio de que los nuevos docentes que aprueben la oposición pasarán al régimen general de la Seguridad Social y, por tanto, tengan que compartir con los docentes de la Concertada los nuevos cálculos sobre sus futuras jubilaciones.

Así, el sector está a la espera, más allá de si se prorroga un año más la jubilación LOE, de la concreción del Pacto Social en el seno del Pacto de Toledo. En una doble vertiente. En primer lugar, cómo se adapta a las clases pasivas (funcionariado) el nuevo cálculo de pensiones. Para ello, comenta Nicolás Fernández Guisado (ANPE) “el Pacto Social contempla dos años, hasta 2013, para hacer esta adaptación”. En segundo lugar, si la docencia será calificada como una de esas profesiones que por sus singularidades quedará exenta de la nueva edad de jubilación a los 67 años. Como recuerda ANPE, “el trabajo que realizan los profesores tiene particularidades muy específicas que singularizan esta profesión y la convierten en una de las más afectadas por el desgaste psicológico”. “La posibilidad de jubilación anticipada en la enseñanza constituye una garantía de renovación y de rejuvenecimiento de las plantillas, y esta renovación es imprescindible para garantizar la calidad de la enseñanza”, señala el sindicato ANPE”.

Este contexto, de hecho, puede unir los intereses entre el profesorado de la Pública y de la Concertada. Si el Pacto de Toledo reconoce estas “particularidades muy específicas que singularizan esta profesión”, la jubilación que pueda establecerse no dependerá, por tanto, de la titularidad del centro en el que se cotice.

En esta coincidencia de intereses, el sindicato FSIE coincide con ANPE en que “pelearemos para que uno de los colectivos singulares que tiene que regular la Seguridad Social sea el docente, porque el Pacto Social, a los profesores de la Concertada, nos afecta como a cualquier trabajador. Y a partir de estas oposiciones, también afectará a los funcionarios”. Por de pronto, cuantifica Jesús Pueyo (FSIE), el nuevo cálculo de las pensiones, que pasa a tener en cuenta los últimos 25 años cotizados, “supondrá una pérdida de entre el 12% y el 18% de las pensiones”.

  • Europa: jubilación anticipada, voluntaria e íntegra
  • Actualmente, las posibilidades de jubilación anticipada son diferentes en ambos sectores. El funcionario, además de la posibilidad de jubilarse anticipadamente a los 60 años, cuenta con la jubilación LOE, que le permite adelantar su jubilación a los 60 con un mínimo de 15 años de servicios prestados, y que además de ver reconocidos los últimos años como cotizados a efectos de pensión, se le gratifica con la llamada ‘bufanda’ si cuenta con entre 28 y 35 años de servicios. Una opción que termina este año y que los sindicatos reclaman prorrogar, incluso, como señala Nicolás Fernández Guisado (ANPE), “aunque sea a costa de endurecer las condiciones para poder acogerse a la jubilación LOE”.
  • En cuanto a la Concertada, existe la opción de jubilarse parcialmente a los 61 años –se aumentará a los 63 en unos años– de tal forma que el docente puede reducir hasta un 75% su jornada laboral, que la ocupa un docente ‘relevista’. Eso sí, desde el sector, se reclama que “también los profesores de la Concertada puedan acogerse a la jubilación LOE”.
  • Esta posibilidad de jubilarse antes de los 65 años, además, no es nada extraña en el resto de países europeos . La mayoría de ellos contempla la jubilación de los docentes con pensión íntegra entre los 60 y 65 años y con un número de años de servicio que oscila entre 30 y 35. Según datos de la OCDE, el 30,4% de los docentes de la franja de 60 a 65 años continúa en activo y tan sólo el 5,1% supera los 65 años.
  • Por tanto, la jubilación docente más allá de los 65 en Europa es una rareza y la jubilación anticipada con pensión íntegra es la norma en toda la UE. Y, como ha señalado el ministro Gabilondo, necesita de los sindicatos para que España no vuelva a ser diferente.
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