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¿Por qué los varones van con retraso y abandonan antes el sistema escolar?

Diego FranceschMartes, 15 de marzo de 2011
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Es obvio que los alumnos varones presentan índices de fracaso escolar muy superiores a sus compañeras. Pero hasta ahora ningún organismo oficial se había atrevido a sugerir un estudio sobre las causas. Por los niveles de rendimiento en PISA y en otras evaluaciones sabemos que no es porque aprendan menos. El retraso se inicia a los 8 años y se acumula hasta derivar en fracaso o en abandono temprano. La Junta de Participación Autonómica de los consejos escolares ha estudiado las estadísticas educativas y ha concluido que, efectivamente, los alumnos varones tienen más suspensos, repiten más, abandonan antes y se gradúan en menor proporción. Pero por primera vez, además, se insinúan dos causas muy probables: las expectativas de los varones de que sin cualificación es posible un empleo fácil y bien remunerado y, en segundo lugar, los estereotipos mediáticos según los cuales resulta poco compatible ser chico y, a la vez, ser buen alumno y aceptado por tus iguales.

Se trata, por tanto, de aspectos socioculturales más que pedagógicos, que los presidentes de consejos escolares proponen investigar, aduciendo, además, que “estamos ante un importante problema de nuestro sistema educativo”. La propuesta de los consejos escolares pretende considerar con seriedad el problema y, a continuación, formular objetivos de mejora e indicadores de control, tendentes a conseguir la igualdad de hombres y mujeres en todo lo referente a su formación y, en particular, en los resultados de promoción y titulación”.

Curiosamente esta cuestión ya se abordó en las conclusiones del último Estudio Estatal sobre la Convivencia Escolar en la ESO vista por el alumnado desde una perspectiva de género y realizado por el Observatorio Estatal para la Convivencia Escolar. Un informe en el que se constata esta desigualdad de género (académica y de valores) que existe en los institutos y colegios españoles. El estudio concluye que “una de las respuestas más frecuentes a la pregunta de por qué los varones tienen peores resultados destaca “la ventaja de los tradicionales valores femeninos y la imposibilidad de adaptarse a la escuela desde el estereotipo masculino tradicional”. Sin embargo, “aunque acertada, esta respuesta parece incompleta”, añade el informe coordinado por María José Diaz-Aguado, profesora de la Unidad de Psicología Preventiva de la UCM.

El estudio realizado por el Observatorio para la Convivencia aporta una nueva variable: el 61,9% de las adolescentes espera acabar sus estudios universitarios frente a un 51,4% de los adolescentes. Es decir, no sólo la desigualdad está en los resultados, sino además en la expectativa académica. En lo que cada uno de los géneros consigue del sistema educativo y también en lo que espera de él. En definitiva, en el distinto valor que conceden al estudio chicos y chicas.

Como el problema afecta a la imagen social de los alumnos varones, a estereotipos y a roles consolidados en la sociedad, los consejos escolares proponen una campaña en la que se impliquen los medios de comunicación para que “difundan información realista sobre las consecuencias nada deseables de la falta de cualificación, la necesaria igualdad de hombres y mujeres en el acceso al empleo y en su remuneración y se promuevan modelos sociales más acordes con los requerimientos de formación y desarrollo personal de la sociedad del conocimiento”.

Para las mujeres el estudio significa un “progreso en su autonomía y promoción social”, como señala Luisa Martín, de CCOO. Y, en palabras de Javier Marrodán, presidente de Usite, “las chicas son conscientes de que sus padres sólo les protegen educativamente si destacan. De alguna manera, se dejan la piel porque lo tienen más difícil. El hombre, en este sentido, espera que la vida se lo ponga fácil”.

En definitiva, ellas trabajan y se esfuerzan más y los chicos tienen más problemas de convivencia. Por eso, si queremos mejorar los resultados tenemos que mejorar el clima del centro, algo en lo que coinciden todos, y tener en cuenta estas diferencias de esfuerzo entre chicos y chicas.

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