La "ineficiencia" educativa supone 2.100 millones en la universidad pública
El último informe de la Fundación Conocimiento y Desarrollo (CYD), de 2010, calcula que las "ineficiencias" educativas de las universidades públicas suponen 2.100 millones de euros anuales.
Esa cantidad, equivalente al 30 por ciento del gasto en la función educativa universitaria, tiene en cuenta que el 42 por ciento de las enseñanzas tienen menos de 50 alumnos de nuevo ingreso, y hay nueve profesores por cada cien alumnos, cuando son seis docentes en los países plenamente adaptados al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES).
El estudio, presentado hoy, también apunta hacia una "optimización" de los créditos que reciben las universidades para reducir ese "sobrecoste".
El documento, con datos referidos principalmente a 2009, constata que se han reducido los presupuestos universitarios, tanto en recursos públicos como privados, en unos momentos en que se debe potenciar su internacionalización, culminar la adaptación al EEES y colaborar a la salida de la crisis.
Así, se concluye que la situación es "preocupante", pues, además, los "recortes" aparecen cuando más necesidad tiene España de unas universidades potentes, que faciliten la salida de la crisis con innovación, formación y tecnología.
Entre otros datos aportados, la financiación privada de la I+D universitaria bajó un 6,5 por ciento en el curso 2008-2009, y la producción científica de la universidad publicada en revistas internacionales cayó un 4,9 por ciento.
El 55 por ciento de las empresas encuestadas por CYD considera que la universidad no dispone de organización apropiada para actuar como motor de desarrollo económico.
Por el contrario, la crisis ha empujado a que la matrícula en grados universitarios creciera un 1,9 por ciento en el curso 2009-2010, subiera un 63,6 por ciento la de los másteres oficiales y aumentara un 19 por ciento la de graduados en cursos de formación permanente.
Según información del servicio público de empleo estatal recogidos en el documento, el 30 por ciento de los titulados superiores ocupaban en 2009 un empleo de entidad inferior a la de su formación, y la "sobrecualificación" era diez puntos superior a la media europea.
La tasa de empleo de los universitarios españoles era del 10 por ciento en el primer trimestre de 2011, el doble que en 2007 y que la media comunitaria, pero la mitad del conjunto de la población activa española.