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Pruebas diagnósticas: la evidencia del bajo nivel que arrastran los alumnos


En Andalucía, según indican los inspectores, “los motivos de que este balance sea tan negativo se deben al bajo nivel que los estudiantes arrastran en los últimos cursos de Primaria y que se evidencia cuando llegan a Secundaria”.
Adrián ArcosMartes, 14 de junio de 2011
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Un alumno hace las pruebas en Madrid.

Justo mañana se publican los resultados de la prueba de evaluación de 6º de Primaria en Cataluña, realizada por 71.000 alumnos los pasados 4 y 5 de mayo. Pero no ha sido la única comunidad autónoma donde se han realizado este tipo de pruebas, cuyo objetivo es conocer el nivel de conocimientos y competencias del alumno, aunque el resultado no cuenta en el expediente académico. La particularidad de Cataluña es que hace públicos los ejercicios y modelos de examen para darlos a conocer a los centros y a las familias. Otras comunidades, sin embargo, consideran que son pruebas internas con valor puramente informativo para los centros y la Administración.

Precisamente, la publicación de estas pruebas y de los resultados pone en evidencia, año tras año, el nivel de los alumnos ante unos ejercicios que son considerados demasiado fáciles para el curso en el que se encuentran. En el curso pasado, el 23,4% de los alumnos catalanes de 6º de Primaria suspendió Matemáticas, el 28,4% no superó la comprensión lectora en lengua catalana, ni el 29,8% en lengua castellana. El examen de inglés, que se incorporó por primera vez el año pasado, reveló que el 35,5% de los alumnos no tiene las competencias básicas en el idioma.

El conseller de aquel momento, Ernest Maragall, defendió que los resultados se debían al “aumento en la exigencia en las pruebas, que incorporaron un dictado que provocó que los alumnos que antaño aprobaran por poco, en esa ocasión no alcanzaran el nivel mínimo”. Pero la cruda realidad es que cada año las pruebas son más fáciles y el porcentaje de alumnos que no las superan va in crescendo.

Para el profesor de Secundaria Enrique Timor, autor de la tribuna de la página siguiente, las pruebas evidencian que “un 30% de los alumnos no sabe ni hacer la O con un canuto después de seis años en Primaria. Si se estima que el coste medio por alumno de Primaria es de 4.000 euros por curso, precios constantes, se puede decir que hemos tirado a un pozo sin fondo 24.000 euros por cada analfabeto, o sea, 432 millones de euros por no hacer las cosas bien; además de los costes adicionales que ocasionan en la ESO, sin garantía de que consigan las competencias básicas”.

Para que el lector se pueda hacer una idea del grado de dificultad de los ejercicios de Matemáticas y de comprensión lectora, transcribimos los enunciados de dos ejercicios en la página siguiente. “Se considera que un alumno supera las competencias básicas en Matemáticas a partir de 70 puntos sobre 100, cosa que no acabo de entender si son competencias básicas”, añade Timor.
“La pregunta de las figuras geométricas ha sido más elemental”, puntualizaba una profesora de 6º de Primaria en el diario Avui sobre las pruebas del año pasado. “Y este año son aun más simples que en 2010”, asegura Enrique Timor.

En Andalucía, donde la Consejería viene realizando desde hace ya varios años las pruebas de diagnóstico a los alumnos de 4º de Primaria y 2º de ESO, los resultados no son mucho más alentadores. Según indican los inspectores, “los motivos de que este balance sea tan negativo se deben al bajo nivel que los estudiantes arrastran en los últimos cursos de Primaria y que se evidencia cuando llegan a Secundaria”. En este caso, muchos profesores exigen que no se les culpe de los malos resultados, ya que aseguran que hay preguntas que no se ajustan a los conocimientos impartidos en clase. Según la Junta, “un diagnóstico precoz ofrece la posibilidad de anticipar las medidas correctoras desde el sistema educativo”. Además, “tienen carácter formativo y orientador para los centros al aportar información que facilite la toma de decisiones sobre la evaluación y promoción del alumnado y sobre la planificación educativa”.

La Comunidad de Madrid, que también publica los resultados de igual modo que Cataluña, ha sido también muy criticada por sacarlos a la luz. La diputada de IU en la Asamblea, Eulalia Vaquero, calificó el pasado año de “grave el hecho de que la Consejería divulgara las calificaciones de una prueba que carece absolutamente de rigor y posibilita que se elabore un injusto y falso ranking de colegios”.

En 2º de Primaria
Este año en Madrid se ha evaluado por primera vez el nivel de los alumnos de 2º de Primaria en las llamadas pruebas LEA (letras equivalentes a Lectura, Escritura y Aritmética). Las realizaron hace un par de semanas unos 11.000 alumnos (el 16% del total de estudiantes de 2º de Primaria en la región) en una evaluación muestral que se ampliará en cursos sucesivos, según la Consejería. La Comunidad empezó sus evaluaciones regionales con los estudiantes de 6º de Primaria (12 años) y siguió con 3º de la ESO (15 años) con unas pruebas que han recibido críticas desde distintos sectores de la comunidad educativa, que consideran que las pruebas no sirven de mucho porque no conllevan más recursos para los centros y los estudiantes.

La Prueba LEA forma parte de un plan de evaluación que “tiene como objetivo principal detectar, con rapidez y fiabilidad, posibles fallos o carencias en el aprendizaje de los niños para que ninguno pueda quedar rezagado”, según la Consejería madrileña. Andalucía también ha evaluado este año por primera vez a los alumnos de 2º de Primaria a través de unas pruebas que ha denominado Escala. También se realizaron hace dos semanas a unos 96.000 escolares de la comunidad autónoma que tuvieron que hacer diferentes ejercicios de problemas de cálculo con operaciones matemáticas y redacciones para medir su vocabulario y ortografía, entre otros.

Más carga de trabajo
Estas pruebas Escala están sembrando la polémica en los centros ante la carga de trabajo a la que se están viendo sometidos los docentes de Primaria. Según el boletín oficial de la comunidad autónoma andaluza, “la responsabilidad de la aplicación y la corrección de la prueba corresponderá al equipo del primer ciclo de Educación Primaria”. La Asociación Andaluza de Directores de Centros Públicos de Educación Infantil, Primaria y Residencias Escolares (Asadipre), que agrupa a responsables de más de 600 centros educativos, se queja de la excesiva carga de tareas burocráticas que soporta el colectivo docente.

Según Asadipre, “en los centros educativos tenemos problemas de todos los colores, empezando por la carga burocrática, ya que tenemos una gran cantidad de papeles que rellenar, muchos informes, escritos oficiales, y en la mayoría de los casos no hay apoyo administrativo”. Asegura la asociación que “a todo ello se une la realización de las pruebas de diagnóstico, las nuevas pruebas Escala y el proceso de matriculación, con todas las solicitudes que hay que procesar”.

Los sindicatos CCOO y FETE-UGT también se han quejado del “sobreesfuerzo y del trabajo añadido que supone a estos docentes el hecho de tener que corregir, sin remuneración económica alguna, estos ejercicios”. Según el responsable de Pública de CCOO en Andalucía, Patricio Pérez, “la Consejería ha enviado a los centros unas instrucciones en las que se impide a los maestros llevarse los exámenes a casa para corregirlos por secreto profesional, lo que está generando alteraciones en el normal funcionamiento de los centros, ya que hay maestros que están utilizando sus horas de guardia para corregir o incluso otros que están sustituyendo a los tutores de los cursos que han hecho las pruebas para que ellos puedan dedicarse a las evaluaciones”.

Por su lado, FETE-UGT propone en un comunicado que “estos ejercicios sean corregidos por agentes externos y no por el profesorado, ya que éste debe limitarse a su tarea pedagógica”.

Pero no sólo han recibido críticas las pruebas andaluzas. También en Galicia, el sindicato CIG-Ensino ha denunciado “el exceso de trabajo burocrático que tiene que desarrollar el profesorado coincidiendo, precisamente, con el final de curso y cuando muchos centros no cuentan con personal administrativo”. En las pruebas de Galicia han participado 3.265 alumnos de 2º de ESO y 21.999 alumnos de 4º de Primaria.

También la CIG ha denunciado la inadecuación al nivel de 4º de Primaria de los contenidos de los exámenes y de los tiempos establecidos.

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