Mal curso pero buenas sensaciones para el próximo

Termina el curso y nosotros también nos despedimos hasta septiembre. Ha sido un año duro para la sociedad en general y para los educadores en particular. No ha habido Pacto por la Educación, ni Estatuto docente, ni convocatoria de oposiciones en varias comunidades. Ha habido recortes salariales y se están cocinando incrementos de horas disfrazados. Habrá que estar atentos. España sigue mal en casi todos los indicadores educativos nacionales e internacionales: PISA, abandono educativo y fracaso escolar. El Ministerio intenta mitigar esos datos sacando pecho con la tasa de escolarización a los dos años y con el número de ordenadores por alumno. En esto somos los campeones de Europa, aunque nadie haya logrado demostrar sus beneficios educativos, pero si es por dinero… Para crear plazas infantiles y repartir ordenadores no se requiere de gran talento, sólo pasta. Mejorar en PISA o reducir el abandono, amigo, eso es otra cosa.

El resumen del curso no es muy alentador y, sin embargo, creo que estamos al comienzo de algo grande y digo porqué:
1. Porque definitivamente hemos recuperado el sentido común a la hora de diseñar las políticas educativas: PROA, PCPI, itinerarios en 4º de ESO, pasarelas de FP, autoridad, programas de excelencia, etc.

2. Porque la sociedad empieza a ser consciente de la importancia de la Educación. Los Barómetros del CIS la sitúan ya como el quinto problema de los españoles cuando tradicionalmente no bajaba del décimo.

Pero aún nos falta algo: recuperar la confianza. Los partidarios de la Concertada siguen necesitando un funcionario vago para alimentar sus prejuicios y los de la Pública un empresario ladrón para alimentar los suyos… Será tarea para el próximo curso.

Felices vacaciones.