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“Un profesor de inglés no tiene que ser nativo, pero sí tener nivel y confianza”

Nicholson sale al paso de muchos tópicos en torno al aprendizaje de inglés en España. El pretendido bilingüismo de muchos colegios dice que no es tal y recuerda que son muchos y complejos los factores que influyen en el idioma.

José Mª de MoyaLunes, 14 de noviembre de 2011
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(Foto: Jorge Zorrilla)

Como director de Cambridge ESOL para España y Portugal desde el año 2005, Desmond Nicholson, es el responsable de la promoción y desarrollo de los exámenes de Cambridge en la Península Ibérica. Después de trabajar como profesor en el Reino Unido, se trasladó a España, donde vive desde hace 30 años. Antes de unirse a Cambridge ESOL, trabajó en Oxford University Press y en Cambridge University Press. Es licenciado en Sociología y Psicología por la Universidad de Hull, tiene un postgrado en Inglés y Teatro por la Universidad de Nottingham y un MBA de la Open University School of Business.

¿Por qué en España el inglés sigue siendo la asignatura pendiente?
El problema tiene muchos factores. El inglés es relativamente nuevo, de los años 70, antes se estudiaba francés. También es un problema del profesorado. Antiguamente, los profesores de Magisterio salían perfectamente formados en metodología, pero tenían falta de confianza y práctica en inglés. Una lengua no se puede aprender sentándote en un sillón 100 horas; es un trabajo duro y hace falta paciencia y constancia.

¿Ha afectado también la cultura de estudiar sin esfuerzo?
Ha sido lo peor. Cuando hay necesidad es cuando un niño aprende. La mejor forma es meter a un alumno en un grupo de inglés, donde sea una necesidad hablarlo. Si tienes que aprender un idioma para no morir de hambre, se aprende más rápido.

Hace unos años escribió un artículo donde con ironía felicitaba al gobierno porque tuviéramos un sistema educativo donde se exigía poco esfuerzo…
Es curioso, porque me dijeron que todo el mundo conocía los exámenes de Cambridge, que eran muy duros, y que si no nos planteábamos bajar el nivel. Pues claro que no.

La palabra mágica es bilingüismo. Corremos el riesgo de que deje de significar lo que significa, y que todo el mundo diga que es bilingüe. ¿Es capaz de diferenciarme quién es bilingüe y quién no?
El término es muy complicado. Una persona normalmente bilingüe viene de un ambiente en donde, desde que nace, está expuesta a dos lenguas, la materna y la paterna. En los colegios también hay mucha variedad: haciendo tres horas de inglés a la semana no se es bilingüe.

En los colegios británicos en España, ¿qué porcentaje de asignaturas se dan en inglés?
Hacen todo en inglés, pero en muy pocos sitios están convalidados esos estudios. Salvo en el British Council School, donde se imparte todo en inglés y está reconocido en España. Muchos colegios ni siquiera son bilingües, son ingleses, que es diferente.

Nosotros somos críticos con ese concepto ambiguo de bilingüismo. El consejero de Educación de La Rioja fue tajante al decir que no nos debemos engañar, que no tenemos bilingüismo porque los profesores no saben inglés.
Es una opinión que he oído muchas veces y, por supuesto, hay una dimensión política en la que no quiero meterme. Hay que tener cuidado. Hay profesores muy dedicados que hacen un esfuerzo increíble para que los niños puedan prepararse para los exámenes de Cambridge, y otros que no están tan motivados. Hay de todo.

¿Qué comunidades te parece que lo estén haciendo en serio?
Madrid, para nosotros, se destaca. También el proyecto BEDA [de Escuelas Católicas] es muy interesante.

En cuanto a los exámenes, todos los certificados son bastante estándar, ¿no?
En los últimos años hemos visto que el First ha sido como una insignia. Todo el mundo conoce el First, todo el mundo sabe lo que es y, además, tiene un buen nivel, un B2 en el Marco Común de Referencia.

¿Cuál es la peculiaridad de vuestros exámenes?
Que tenemos mucha experiencia y que ahora tenemos exámenes desde el nivel más bajo al más alto. Nos basamos, además, en las cuatro destrezas. Y que están reconocidos en más de 130 países del mundo, y tienen convalidaciones con el Marco Común de Referencia.

¿Los centros aceptan que vengan de fuera a examinar a sus alumnos?
Bueno, depende. Hablamos con los directores y están encantados, hablamos con los padres y están encantados, hablamos con los niños y a ellos les da igual, pero hablamos con los profesores, y ponen pegas. Realmente, muchos tienen miedo, porque ven en nosotros una especie de amenaza. Porque aunque estemos examinando en sus clases a sus niños, piensan que estamos examinando a los profesores. Por eso tenemos muchos programas de apoyo a los profesores, porque no están acostumbrados. Tenemos que calmar los nervios de los profesores.

¿Qué opinas de los métodos de las academias, de los audiovisuales, etc?
Todos esos productos por supuesto que pueden ayudar, porque la tarea de aprender se basa en la repetición y en hacer ejercicios. Todo ayuda, pero no lo es todo. Siempre hemos dicho que los portugueses hablan mejor el inglés, porque ellos no tienen películas dobladas, así que ven películas en versión original. También hay otra razón, ellos tienen más sonidos, su lengua es más compleja. Aprender lo abarca todo: escuchar, leer… No hay una solución fácil, pero sí un conjunto de factores.

Hay otra opción para los colegios, en vez de transformarlos en bilingües, pueden programar estancias en el extranjero. ¿Cómo lo ves?
Me parece perfecto, salvo que no haya preparación anterior, porque si no, van a perder el tiempo. La guinda es que después de estudiar tantos verbos, vas a Inglaterra a utilizarlos. Pero si el niño no va preparado, puede cogerle pánico al inglés.

¿Un verano es suficiente para aprender?
Lo ideal es que el niño fuera un año, aunque es casi imposible. Tiene que vivir con una familia inglesa, en un colegio inglés y regresa a España perfectamente bilingüe, sobre todo los niños, los adultos no tanto. Pero si es en verano, tiene que ser un verano que el niño disfrute. Si el niño lo pasa fatal porque está lloviendo, no va aprender y le va a entrar una depresión. Tiene que pasarlo bien, estar con amigos, y así aprenderá más fácilmente.

¿A qué edad es lo más conveniente?
Hay mucho debate sobre esto. Algunos dicen, que los más pequeños lo hacen mejor, pero por otro lado, dicen que aprenden mejor la lengua con 11 años. Cuando el niño tiene una cierta edad es mejor, porque si es demasiado temprano y se va solo, es muy complicado meterle en un ambiente tan extraño, puede ser negativo.

¿Es necesario que haya profesores nativos?
No, un profesor bien preparado no tiene que ser nativo, tiene que tener confianza y mostrar su nivel de idioma. Además, el profesor no nativo ha sufrido las consecuencias de aprender. Los nativos no saben eso, sólo hablan. El problema es que, al aprender así, puede no entenderse a un inglés nativo.

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