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“Ojalá todo el PP mostrara actitudes como las de Castilla y León”

Palma recuerda que algunas comunidades del PP no han tenido ningún problema en el desarrollo de la LOE.

Adrián ArcosMartes, 10 de enero de 2012
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(Foto: Jorge Zorrilla)

Durante muchos años ejerció como psicóloga escolar en diferentes centros públicos catalanes. Después ha sido durante cinco años diputada en el Congreso de los Diputados por el Grupo Parlamentario Socialista. Montse Palma repasa toda su carrera política en un libro que ha titulado Contra la crisi, talent, en el que hace un recorrido por todos los avances que ha conseguido la LOE y advierte de los retos a los que debe enfrentarse nuestro sistema educativo en los próximos años.

Usted ha vivido en primera persona los debates de la LOE, su aprobación, su desarrollo… Con los datos actuales de fracaso en nuestro sistema educativo, ¿cómo han podido repercutir las diferentes leyes y reformas?
A menudo se simplifica el debate de la Educación y se reduce a cuestiones ideológicas. Nadie puede discutir que en este país el nivel de formación de la población en general ha subido en los últimos 20 años. Si entre 25 y 34 años tenemos el porcentaje más alto de Europa de titulados universitarios (el 40%), eso significa que hemos progresado. Luego podemos discutir si realmente nos conviene que haya técnicos de alto nivel a los que se llega a través de la formación universitaria, o si es mejor a través de una FP de Grado Superior que te permite unos perfiles determinados.

¿Pero cómo hemos llegado a estos datos de fracaso?
Es verdad que hay un 30% de fracaso, pero eso no significa que ese porcentaje de alumnos esté por debajo del nivel mínimo. Simplemente no han logrado obtener el Graduado en ESO, a pesar de haberlo intentado. En cualquier caso, el esfuerzo que ha hecho el país en escolarizar al 100% de la población hasta los 16 años tiene que calibrarse en términos de formación general, no en decir que hay muchos chavales que no tienen el nivel mínimo. Es verdad porque ahora están dentro. Antes estaban fuera. Se abarca más y suben los porcentajes de gente que no llega a los niveles mínimos exigidos. Este es el reto, porque corremos el riesgo de que ese 30% aumente si no dedicamos los recursos suficientes para atender a aquella parte de la población que tiene más dificultades porque su entorno no les sea favorable.

¿Qué tiene la LOE que le falta a la Logse y a la LOCE?
De las tres que me citas, la LOE es la primera que se hace en una situación de mucha complicidad con las comunidades autónomas, que me parece un elemento fundamental, porque al fin y al cabo son las responsables de las políticas educativas de sus territorios. Además, la LOE fue capaz de no ser adanista, porque en este país tendemos con las leyes a borrar todo lo que se ha hecho hasta ese momento. Pero en este caso la comunidad educativa hizo un gran esfuerzo para poner en valor la experiencia que teníamos e intentar volcarla en la LOE. Lo que ocurre es que, al final, en el tema educativo, terminamos reduciendo los debates a dos cuestiones, que nada tienen que ver con el nivel de formación y el fracaso, que son la religión y la privada concertada. Y si acabamos mostrando al país que el desencuentro se basa en esto, ¿estamos hablando de Educación o de otra cosa?

Pero cuando se propuso el Pacto, uno de los aspectos que se criticó es que hacía pocos años que se había aprobado la LOE, y una ley es ya un pacto.
Lo que ocurre es que la LOE no tenía el apoyo de una parte importante de la representación política, que fue lo que intentó el ministro con el Pacto. Me llama la atención que algunas comunidades autónomas del PP no hayan tenido ningún problema en el desarrollo de la LOE. Ojalá todos los responsables políticos del PP hubieran tenido actitudes como las que ha mostrado estos años la Administración de Castilla y León. Pero no ha sido así. El ministro Gabilondo puso todo su empeño en impulsar el Pacto precisamente por eso, porque la realidad nos estaba demostrando que en los temas realmente educativos hay mucho más espacio para el acuerdo del que aparentemente quieren mostrar algunos, o del que se pudo ver en el debate de la LOE.

¿Qué le parece que generara tantas diferencias el tema de la libre elección de centros?
Si dejamos para los centros públicos todo lo costoso y más difícil, y dejas para la privada todo lo que es más sencillo, pero es más rentable económicamente, estás dualizando el sistema, y estás poniendo enfrente lo que es negocio de lo que no lo es. Y, de ninguna manera, un servicio público que cumple con un derecho básico como es el de la Educación, se puede plantear como negocio.

Y la excelencia, ¿cómo cree que debería tratarse?
Yo no la entiendo como algo que se tenga que tratar aparte. Creo que en el entorno educativo hay que plantearse como objetivo que todo el mundo llegue al máximo de sus capacidades.

¿Y el Bachillerato de Excelencia? El PP dice que los grandes deportistas van a centros de élite para explotar sus capacidades, y eso se ve con absoluta normalidad.
Pero es que no es lo mismo el deporte que la Educación. La Educación básica y obligatoria la hemos considerado como un derecho, y ahí no valen segregaciones. Otra cosa es que a partir de los 16 años podamos establecer algún tipo de acción diferenciada para ayudar a aquellos alumnos que sabemos que tienen muchas posibilidades. Pero yo no entiendo la Educación como un entrenamiento ni como una mera instrucción, sino como un hecho completo y global que debe desarrollarse en un contexto natural como la vida misma.

La primera parte de su libro la dedica al tema lingüístico. ¿Cuál debe ser el modelo de inmersión en una comunidad autónoma?
Yo creo que el catalán es el adecuado. Creamos este modelo en los 80 y ha tenido efectos muy positivos desde el punto de vista lingüístico, educativo y social. La lengua, además de un instrumento de comunicación, es un elemento de identidad cultural, social, histórica, e incluso de identidad individual. Yo no soy la misma hablando sólo una lengua, que hablando dos, tres o las que pudiera. Compara el modelo vasco con el catalán. Yo creo que la fractura de la sociedad vasca también tiene que ver con las raíces lingüísticas que se plantean en las escuelas desde la más tierna infancia.

¿Y qué le parece la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña?
Yo tengo una opinión de relativismo puro y duro, porque lees otras sentencias y te dicen otra cosa. A mí lo que más me importa es el resultado que ha tenido. En Cataluña la gente no tiene problemas de convivencia lingüística; nos los inventamos para uso político.

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