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La Eurocámara debate medidas para reforzar el Proceso de Bolonia

Europa cuenta con cerca de 19 millones de estudiantes y más de 4.000 instituciones de Educación Superior. Se calcula que en 2020 se necesitarán trabajadores altamente cualificados en el 35 por ciento de los empleos, pero actualmente sólo el 26% de la mano de obra cuenta con esta cualificación.
MagisnetLunes, 12 de marzo de 2012
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El eurodiputado socialista Luigi Berlinguer, miembro de la Comisión de Cultura y Educación, presenta en el pleno del Parlamento Europeo un informe sobre la situación actual del proceso de Bolonia, la amplia reforma estructural del sistema europeo de Educación Superior que, entre sus objetivos, pretende ajustar los estudios universitarios a la demanda social y del mercado laboral. La Educación es, para los eurodiputados, un ámbito fundamental de la cooperación con los Estados miembros para alcanzar los objetivos fundamentales de la Estrategia Europa 2020 de empleo y crecimiento, necesaria para la recuperación económica.

Las universidades europeas, a pesar de tener una calidad de enseñanza bastante buena, siguen sin lograr liberar todo su potencial para estimular el crecimiento económico, la cohesión social, la mejora de la calidad y la cantidad de empleo. El refuerzo del Proceso de Bolonia es, según Belinguer, un requisito necesario para la plena integración del mercado interior de la UE, y una herramienta “indispensable” para hacer frente a los retos que plantea la crisis económica y financiera.

El contexto económico actual, precisa el eurodiputado socialista, debería obligar a los Estados miembros a “acelerar” el proceso, así como a examinar nuevos formatos y marcos financieros, apoyar el reconocimiento de las cualificaciones académicas y promover la movilidad y la empleabilidad de los estudiantes universitarios. Para conseguirlo sugiere un cambio radical en la gestión actual del Proceso de Bolonia, con una participación más completa y eficaz de todos los interesados (universidades, sindicatos, empresarios, profesores y estudiantes).

El Espacio Europeo de Educación Superior todavía no se ha desarrollado plenamente, advierte Belinguer, por lo que considera “esencial” aprovechar al máximo su potencial y abordar una serie de problemas pendientes, como las normativas gubernamentales, las limitaciones presupuestarias, el control de la calidad, y la acreditación a nivel nacional. Precisa además que el primer objetivo del Proceso Bolonia sigue siendo que “un estudiante matriculado en una universidad europea debe tener derecho a obtener un título y a que su título sea reconocido en toda la UE”.

El ponente propone también ampliar el acceso a la Educación Superior a estudiantes procedentes de grupos infrarrepresentados y entornos socioeconómicos desfavorecidos, inmigrantes, minorías culturales y estudiantes con discapacidad. Incrementar la empleabilidad, y la inclusión del doctorado como titulación de tercer ciclo en la estructura de titulaciones de Bolonia, son otras de las propuestas que debate la Eurocámara.

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