Cuatro comunidades contra la transparencia informativa
El Ministerio quiere publicar los resultados por centros que se obtengan de la Evaluación General de Diagnóstico que, como ya se ha adelantado, será nacional y censal. Se trata simplemente de que los ciudadanos, el pueblo llano, las familias conozcan los resultados que obtienen los colegios con el objeto de que puedan elegir centro de forma informada. Es de esas cosas tan obvias y de sentido común que resulta bochornoso tener que dar razones pero es lo que tiene un sistema educativo excesivamente ideologizado.
Recuerdo bien la queja de una consejera de Educación cuando le advertí de que íbamos a publicar los resultados de Selectividad de los IES y colegios de su comunidad: “¿No te das cuenta de que si publicáis esos resultados algún centro puede verse obligado a cerrar?”. A aquella responsable política (sic) no le importaba tanto que determinados centros estuvieran por debajo de lo esperado, como que esa circunstancia trascendiese a las familias. Menudo lío, la basura debajo de la alfombra. Es esa suerte de paternalismo o de despotismo ilustrado al que nos tiene acostumbrado determinada clase política. Dicen que ellos saben bien lo que nos conviene y la educación que necesitan nuestros hijos. Dicen que si nos dan esa información haremos un mal uso de ella comparando colegios que no son comparables por nivel socioeconómico y cultural, etc. No dicen, pero lo deben pensar, que somos estúpidos.
Porque hay cuatro comunidades autónomas a las que no gusta que se publiquen los resultados de los centros y que prefieren no perder el control de la información. Es una triste casualidad que esas regiones (Cataluña, Baleares, País Vasco y Canarias) quedaran en los puestos 12, 13, 14 y 16 en la Evaluación de Diagnóstico de 2009, es decir, todas ellas por debajo de la media. Los enemigos de la trasparencia son habitualmente aquellos que tienen algo que ocultar. Tal vez sea por esto, no veo otra explicación, que nuestros amigos de CiU –amantes donde los haya de la libertad y del papel protagonista de las familias en la educación– se hayan alineado con el grupo del cerrojazo informativo. La verdad, no les pega pero seguro que tienen sus razones más o menos inconfesables.