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“Si aumentan los alumnos por aula, el profesor no podrá individualizar la enseñanza”

El nuevo presidente de CSI-F Enseñanza recuerda que nuestras aulas son muy heterogéneas, con alumnos de diferentes procedencias y capacidades, pero con un profesor que es único y que tiene que amoldarse a cada alumno.

Adrián ArcosViernes, 8 de junio de 2012
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Profesor de Lengua y Literatura, llevaba como responsable del sector de enseñanza de Extremadura desde 1986. Tras el último congreso celebrado el pasado mes de abril, Adrián Vivas fue elegido presidente nacional de CSI-F Enseñanza en sustitución de Eliseo Moreno. En estos momentos de dificultades, entiende su nuevo cargo como un reto y espera conseguir mejores condiciones a través de la negociación.

¿Están justificados los recortes en Educación?
Para ver si hay una mala racionalización de los recursos o si están sobredimensionados habría que hacer un estudio pormenorizado de la Educación en España, centro por centro. Y cuando tuviéramos la fotografía, quizá habría que hacer una redistribución de los recursos, que no recortes. Pero el problema que tiene la Educación es que los resultados se obtienen a largo plazo. No es como la autovía o el AVE que construye el Ministerio de Fomento y que se ve en el acto. Y lo que está claro es que los recortes no van a mejorar lo que tenemos. Sí se puede mejorar la gestión o hacer una redistribución de los recursos, pero nadie puede entender que recortando se mejore la calidad.

¿Qué consecuencias pueden tener?
El modelo educativo que ahora mismo tenemos se caracteriza por una enseñanza inclusiva, abierta a todo el mundo, y que en el caso de la escuela pública llega a todos los rincones de España. Y eso tiene una consecuencia buena porque todo el mundo tiene cabida en el sistema. Pero después nos encontramos con aulas muy heterogéneas, donde hay alumnos de diferentes procedencias, capacidades y formas de ver la vida, pero con un profesor que es único y que tiene que amoldarse a todos esos alumnos. Si aumenta el número de alumnos por clase, indudablemente el profesor no puede individualizar su enseñanza. Tiene que limitarse a transmitir unos conocimientos y que los adquiera quien pueda. Sin embargo, la enseñanza que tenemos ahora es más personalizada, en la que se trata de cubrir las diferencias entre los alumnos, las distintas velocidades, sus carencias y adaptarnos a ellos. Y es precisamente este aumento de alumnos por aula lo que nos preocupa. No tanto el aumento de horas lectivas, ya que lo han hecho muy mal, porque es nuestra obligación. Tenemos una banda de 18 a 21 horas que simplemente hubiera bastado con unas instrucciones del servicio de Inspección diciendo que vamos a hacer 21 horas. Lo que ocurre es que se le ha dado mucho bombo y se ha hecho mucho uso político. Y ha servido incluso para poner a los profesores en tela de juicio por la sensación de que nuestro trabajo se reducía a 18 horas a la semana.

Ya se han dado cifras del profesorado que se va a ver afectado. ¿Ha hecho también CSI-F sus estimaciones?
Yo no voy a hablar de 100.000 interinos, pero sí es verdad que muchos miles se van a ir a la calle. Y el concepto de interino no es el que antes tenía mucha gente, cuando se pensaba que era el incapaz de sacar unas oposiciones o con un grado menor de conocimiento. Son compañeros que han aprobado la oposición dos, tres y cuatro veces y con notas altas, pero que se han quedado sin plaza. Es decir, es gente muy preparada y cualificada, pero que va a ir fuera con las consecuencias que ello conlleva de cara a la renovación de las plantillas de los centros, porque además se eliminó la jubilación voluntaria anticipada. Ahora mismo, un profesor de 55 años, por mucha voluntad que tenga, no se mueve en las nuevas tecnologías igual que los chavales que están saliendo de las facultades. Todo el engranaje que se ha ido construyendo y que iba en buena dirección, con los recortes se va al traste.

El PP dice que se ha invertido mucho pero los resultados no son los esperados.
Y tiene su parte de razón, pero hay que analizar las causas. La Educación no va mejor o peor sólo por el tema económico. Hay que ver qué tipo de sociedad tenemos, nuestro sistema educativo, el grado de exigencia… Por eso en CSI-F estamos deseando que pase ya este capítulo de los recortes e introducirnos realmente en las medidas reformadoras, hablar del Bachillerato, de la FP y de nuestras condiciones a través del Estatuto Docente.

¿Qué tiene que recoger el Estatuto Docente?
Tiene que ser un marco de referencia en el que se regulen nuestras condiciones y, además de los derechos y deberes, las competencias estatales que nos unen a todos. Para nosotros es imprescindible mantener los cuerpos estatales y, a partir de ahí, ponernos de acuerdo en cuál es el mejor sistema de acceso. Pero tenemos que ver la movilidad y, ya que somos cuerpos estatales, hacer que no exista ningún impedimento lingüístico ni de ningún otro tipo para moverse por todo el Estado español. Tendremos que ver también la carrera profesional y conseguir que el profesor se motive, progrese, avance y mejore económica y profesionalmente. Y después intentaremos recuperar la jubilación voluntaria anticipada, aunque los tiempos vengan difíciles. Pero CSI-F no va a renunciar a renovar las plantillas y a darle un aire nuevo a los centros.

¿Es válido un sistema de acceso con tanta interinidad? ¿Cómo debería plantearse?
Coincidimos en que queremos que entren los mejores, pero tenemos que llegar a un acuerdo para determinar quiénes son los mejores. Lo del MIR es complicado, porque no se pueden trasladar del ámbito sanitario al educativo unos procesos en los cuales la Educación siempre va a salir perdiendo, ya que las retribuciones sanitarias no son las mismas que las educativas. Y lo que pretendía el anterior Gobierno era que estuvieran en prácticas un año o dos cobrando la mitad del sueldo. En cuanto a la inestabilidad de los interinos, si no hay ofertas de empleo público ni tasas de reposición está claro que no puede entrar nadie nuevo al sistema mientras que la gente se sigue jubilando. Y hay que tener en cuenta que ahora va a aumentar el número de alumnos y va haber menos abandono, ya que antes estaba motivado por el trabajo fácil y la construcción, pero ahora ya no.

¿Qué va a pasar en septiembre cuando realmente se noten los recortes? ¿Hay previstas movilizaciones?
Aquí hay dos marcos de referencia. El de los compañeros que van a dejar de trabajar, que vendrán a las organizaciones sindicales a manifestarnos su situación. Y después está el funcionamiento de los centros. Y yo te digo, por experiencia, que en esta profesión podremos quejarnos y protestar, pero una vez que tú entras en el centro, cierras la puerta del aula y te quedas con tus alumnos, tiras adelante. Y si tienes que dar tres horas más, las das. Al final tienes una cierta frustración personal y estás fastidiado. Pero es una profesión en la que nuestra materia prima son los alumnos y al final lo haces por ellos. ¿Qué va a hacer CSI-F? Pues somos un sindicato negociador. Ni somos asamblearios, ni nos gustan las movilizaciones ni la huelga, porque entendemos que son un desgaste para todas las partes. ¿Son necesarias? Cuando no queda más remedio hay que hacer una llamada de atención. Pero nosotros primero haremos nuestras propuestas, iremos a todas las mesas, trabajaremos conjuntamente y buscaremos soluciones.

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