Andalucía dice que la reforma no va contra fracaso escolar, sino contra alumnos que fracasan
La consejera andaluza, Mar Moreno.
Tras afirmar en conferencia de prensa que esta reforma se ha planteado "de espaldas a la comunidad educativa", la consejera ha exigido diálogo con los profesionales de la Educación y con las comunidades autónomas para evitar "una reforma meramente ideológica, a medida del PP y de los sectores más conservadores". Sin ese diálogo, para el que Moreno ha considerado que existe tiempo suficiente, y si la propuesta inicial del Gobierno no se modifica, la reforma será "ideológica, regresiva, excluyente, elitista y segregadora" porque "combatirá el fracaso escolar maquillando las estadísticas" y "expulsará a los alumnos con más dificultades socioeconómicas" del sistema educativo.
Moreno ha advertido que es posible "avanzar en la calidad y en la equidad, porque no son conceptos incompatibles", y ha señalado que a la luz del anteproyecto de Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa aprobado el viernes por el Consejo de Ministros, no le extraña la previsión de bajar en un punto del PIB las inversiones en Educación en los próximos años. "Habrá una escuela más pequeña, y también una sociedad más pequeña; y en Andalucía no estamos dispuestos a ello", ha afirmado la consejera, quien ha afirmado que la reforma del Gobierno parque de un mal diagnóstico: "Primero se ha hecho la ley y luego se han buscado indicadores en la que sustentarla".
"La visión catastrofista" del Gobierno "no se corresponde con la mayoría de los indicadores internacionales", según la consejera, quien ha citado los informes internacionales que sitúan el sistema educativo en Andalucía como "ejemplo de equidad". El sistema de reválidas planteado por el Gobierno supondrá "una carrera de obstáculos para el alumnado", al que sin la madurez suficiente se afrontará a pruebas que marcarán su futuro, según Moreno, quien ha dudado de que haya una reválida también para acceder a la Formación Profesional superior, al enumerar las previstas en Primaria, en la ESO y al final de Bachillerato.
Según la consejera, se trata de pruebas que "nada tienen que ver con la evolución académica" de los alumnos y en los que estos "se la juegan a una carta", además de suponer "una selección muy temprana" algunos alumnos tendrán que afrontar con 13 años. Moreno también ha criticado que los Programas de Diversificación se pretendan sustituir por los denominados de Mejora del Aprendizaje", que se obligue a los alumnos a elegir itinerarios entre los 13 y los 15 años, y que el acceso a la Formación Profesional básica sea "sin retorno" por llegarse a ella sin el título de la ESO.
Igualmente ha rechazado que al término de 3º de ESO, con 14 o 15 años, se efectúe la selección de los tres itinerarios: Bachiller, Formación Profesional o Formación Profesional básica, de modo que el incremento de titulaciones de FP "sea a costa" de menos titulaciones de Bachiller. Moreno ha insistido en que "en esta carrera de obstáculos" para acceder a los estudios universitarios "las circunstancias socioeconómicas cada vez pesarán más", lo que supone "descompensar la igualdad de oportunidades con la excusa de la calidad". También ha reiterado su "exigencia de diálogo" para mejorar "no a golpe de exclusión; ni a costa de abandonar a los que tienen más dificultades" y con el convencimiento de que "el diálogo es posible y exigible; con los profesionales y con las comunidades autónomas".