STES, la crítica política y la libertad de expresión

Dice el presidente del Consejo Escolar del Estado que no quiso adoptar una decisión “tactista” cuando recibió el informe de STES sobre el anteproyecto del Ministerio y vio que estaba cargado de valoraciones imposibles de compartir por el resto del Consejo. Pidió el aval de la Abogacía del Estado, que no dudó en echar el texto abajo por no ser “respetuoso” ni “neutral”, como se supone que debe ser un informe procedente de un “órgano no político”. Tal y como estaba redactado, dice el Abogado del Estado, no podía “ser tomado como voz
de una institución”.

Francisco López Rupérez devolvió el documento a su autor, Augusto Serrano, rechazando llevarlo al Pleno del Consejo para su votación, y Serrano respondió al desaire con un plante al Pleno, arropado, además, por el resto de sindicatos (salvo ANPE), el de estudiantes, así como por Canae y Ceapa. Todos ellos acusaron al presidente de “cercenar de forma muy grave el derecho a la libertad de expresión”, informa Efe.

El informe de STES hace afirmaciones como las siguientes: “El preámbulo rezuma ideología neoliberal mercantilista”; “tiene una gran carga ideológica neoliberal conservadora”; “no se ha negociado con nadie, a no ser con las organizaciones de la derecha más reaccionaria”; “su mayoría absoluta y la actitud demostrada por el ministro nos hacen temer que desprecien los cauces de participación democrática”; “los intentos de desmantelar el sistema público de enseñanza necesitan un marco legal y esta ley lo es”; “se trata de aplicar con urgencia las recetas neoliberales con los ingredientes más retrógrados y la vuelta a contenidos propios del siglo pasado, al autoritarismo”; “el objetivo, además de recortar, despedir y poner al profesorado bajo la bota de una dirección omnipotente, es el de favorecer a la enseñanza privada y privada concertada”.