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“Con la autonomía de la Lomce, serán los centros los que elijan a los alumnos”

El nuevo secretario general de la Federación de Enseñanza de CCOO considera que la autonomía que propugna la Lomce “es en realidad desregulación”, ya que, bajo el pretexto de la especialización, sólo podrán acceder a los centros aquellos alumnos que tengan un cierto nivel en esa especialidad.

Adrián ArcosMartes, 29 de enero de 2013
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Desde el año 2000 ha sido secretario general de FE-CCOO Madrid, y en el XI Congreso del sindicato, celebrado el pasado día 19, fue elegido secretario general a nivel estatal, en sustitución de José Campos. Francisco García Suárez es consciente de que le toca una etapa difícil en la que asegura que va a defender la escuela pública e inclusiva y la inversión en Educación como valor de futuro.

¿Cómo afronta el nuevo cargo? Le toca una época complicada.
La trayectoria de CCOO en Madrid ha sido de pelea por la Educación pública y de lucha contra los recortes. Ahora me toca seguir con lo mismo, pero en España, ya que el tenor de las políticas educativas del ministro Wert se parece mucho a las que se han impulsado en Madrid.

¿Cree que eran evitables los recortes?
Te voy a poner un ejemplo sangrante que es el de la Comunidad de Madrid. Los recortes en profesorado del curso pasado supusieron una reducción de entre un 15 y un 20% de los desdobles en Lengua y Matemáticas, un 20% en atención a alumnos con asignaturas pendientes, un 50% de horas de biblioteca, un 78% de horas de actividades extraescolares y complementarias, además del empeoramiento de las condiciones laborales que también redundan en la calidad. Todo esto, según el propio Gobierno regional, suponía un ahorro de 80 millones de euros. Mientras tanto, la Comunidad financiaba, con 90 millones de euros, becas para pagar los uniformes escolares de los niños que van a la Privada o el inglés como actividad extraescolar. Si hubieran quitado las desgravaciones fiscales a familias de renta media y alta que van a la enseñanza privada, no hubieran tenido que quitar a profesores de la escuela pública. Por lo tanto, claro que se puede priorizar.

¿Piensa entonces que con los recortes se está beneficiando a la Concertada?
Los gobiernos del PP promueven la instalación de colegios concertados con diferentes fórmulas. Por ejemplo, Madrid y Valencia han puesto en marcha la política de cesión de suelo público para la instalación de colegios concertados. También en el anteproyecto de la Lomce que conocemos, bajo el epígrafe de libertad de elección, lo que subyace es una apuesta por debilitar la enseñanza pública y por implantar la Concertada. Esa libertad de elección es mentira, porque con el modelo del PP sólo pueden elegir centro los que tienen un nivel de renta suficiente, porque la Concertada al final no es gratis. Pero además, son los centros los que eligen a los alumnos, no las familias las que eligen centro.

¿Cómo eligen los centros a los alumnos?
La Lomce va a promover la autonomía de los centros, que en realidad es la desregulación. La autonomía consiste en que el centro puede desplegar estrategias pedagógicas y educativas para atender a la diversidad de los alumnos y que todos alcancen el éxito escolar. Pero el PP entiende la autonomía como desregulación, ya que dice que los centros van a poder definir una parte de su currículo y van a poder especializarse en un área. Al final, con ese modelo, los centros que definen su especificidad curricular son los que eligen a los alumnos, ya que si un centro está especializado en deportes, si un alumno no tiene un cierto nivel en deportes no podrá entrar. Ya está pasando con los institutos bilingües, en los que los alumnos que no tienen un cierto nivel de inglés no pueden acceder al bilingüismo.

¿Era necesaria una reforma educativa?
Que hay que abordar medidas de cambio en nuestro sistema educativo, es evidente. Pero deberían de hacerse desde el consenso. La Educación tiene que ser una política de Estado antes que una política de partido y las líneas generales deberían estar consensuadas entre los grandes partidos políticos. El anterior ministro al menos hizo un esfuerzo. Este ministro, sin embargo, ha puesto encima de la mesa una ley que bebe de los postulados ideológicos del PP y de la derecha más rancia. Pero además, la reforma debería partir de la identificación de los problemas educativos reales. Si convenimos en que las altas tasas de abandono son un problema muy serio, pero también lo son las bajas tasas de egresados en Secundaria postobligatoria y las altas tasas de repetidores, habrá que dar más Educación para más y no para menos. Y tirar la toalla con los alumnos a los 12, 13 o 14 años y mandarles a una FP Básica –que es una puerta falsa de salida del sistema educativo, ya que devalúa la FP convirtiéndola en un segundo itinerario para los que no son capaces de estudiar Bachilerato– no nos lleva a buen camino.

¿No es mejor que un alumno estudie FP a que abandone el sistema?
Es que lo que tiene que desplegar el sistema son medidas para que el alumno no abandone tempranamente, más que tirar la toalla y derivarle a un itinerario que se empieza a considerar de segundo rango.

¿Por qué es de segundo rango? ¿No se prestigia la FP si se sitúa al mismo nivel que el Bachillerato?
¿Pero tú crees que se prestigia la FP convirtiéndola en itinerario de los que no pueden estudiar otra cosa? Ahora mismo la FP está razonablemente prestigiada porque hay que tener el Graduado en ESO para acceder a ella, igual que para acceder al Bachillerato. Si dices que los más listos van a estudiar Bachillerato y los demás FP, ¿la estás prestigiando?

¿Hay algo bueno que tenga la Lomce?
Las grandes líneas no las compartimos. La Constitución dice que la Educación es un derecho. El preámbulo de la Lomce decía que la Educación es un bien. Lo han quitado porque, claro, rechinaba. Pero la filosofía de la Lomce sigue siendo esa, aunque ya no esté en el preámbulo. Un derecho es un reconocimiento subjetivo que tienen los ciudadanos por el hecho de serlo. Un bien es algo de lo que te provees en el mercado, y te rebaja de la condición de ciudadano a la de cliente.

¿Qué le parecen las evaluaciones externas?
Rezuman desconfianza hacia el profesorado que ha evaluado a esos alumnos a lo largo de una etapa con evaluación continua, con muchos exámenes parciales, finales y de recuperación. Y al final viene el señor ministro y con una reválida te dice si tienes el título de Bachillerato o no.

¿Pero cree que hay que evaluar el sistema educativo?
Claro que hay que evaluar el sistema educativo y todos sus componentes, pero ninguna institución internacional seria hace una evaluación censal de todos los alumnos. ¿Para qué se evalúa? El ministro lo dice muy claro, para saber cómo progresan los centros en relación a sí mismos y a los demás y hacer un ranking. Eso no es una evaluación, eso es otra cosa. Además, es muy injusto, porque se comparan realidades que no son comparables y no miden lo que los expertos en evaluación consideran imprescindible, que es el valor añadido. Un centro de un entorno social desfavorecido suspende si coge a los alumnos en un 2 y los lleva hasta un 4,5. Y otro centro de un entorno favorecido, los coge en un 7 y los deja en un 7, y aparece por delante. ¿Qué centro trabaja mejor? ¿Por qué el primer centro queda por detrás si incorpora 2,5 puntos de valor añadido?

 

OTRAS REFLEXIONES

– Profesionalizar la dirección
“El modelo de participación y de gestión democrática de los centros es útil porque compromete a la sociedad con el funcionamiento del centro. Que los consejos escolares y las familias participen en la definición y en la ejecución del proyecto educativo a su nivel es algo útil, ya que supone esfuerzos compartidos en la misma dirección. Quebrar ese modelo para convertir a los directores en terminales políticos de la Administración de turno no tiene nada que ver con la participación democrática”.

– Falta de negociación
“Este Gobierno no ha negociado con las organizaciones sindicales representativas ni con los padres, pero sí ha negociado con la Iglesia católica para acceder a una demanda largamente acariciada como es la alternativa evaluable a la Religión. Es que esta reforma es profundamente ideológica. ¿Bajo esos parámetros ideológicos se va a buscar el consenso? Yo veo esta ley como la ruptura del consenso educativo y como la ley de la imposición. Es implantar la agenda del PP y su modelo ultraliberal en todo”.

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