Irene Rigau: es un día triste para quienes construyeron una Educación propia
La consellera catalana de Educación, Irene Rigau, ha dicho que ha sido un día muy triste para quienes construyeron políticas educativas propias en Cataluña, por el visto bueno dado a una reforma que "invade competencias" de las comunidades autónomas y que les supondrá un gasto inasumible. Rigau ha hecho estas declaraciones al abandonar, "decepcionada", la última reunión sectorial sobre la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) en la que las comunidades autónomas, con la excepción de Cataluña, el País Vasco, Andalucía, Asturias y Canarias, han dado el visto bueno al texto presentado por el Ministerio.
La consellera, que ha asistido a la reunión "por responsabilidad" y a sabiendas de la dificultad de que el titular de Educación, José Ignacio Wert, aceptase cambios, ha dicho que la mayoría que ostenta el PP en el Congreso y en la cantidad de comunidades que gobierna no le da el liderazgo que necesita para mejorar la Educación. "El soporte único del PP hace pensar que la ley podrá ser aprobada, pero el futuro que debería ser de estabilidad es bastante difícil", ha dicho.
La consellera ha denunciado que el Ministerio ha "consagrado" el cambio de un modelo educativo vigente y pactado hace más de 30 años. "Hoy el Ministerio ha renunciado a liderar la mejora del sistema educativo del Estado para imponer un modelo que políticamente les interesa porque es recentralizador", ha dicho. Rigau también ha considerado "imposible" implantar una reforma educativa en un momento en que el Gobierno está aplicando políticas de austeridad pactadas con la Unión Europea, y, en ese sentido, se ha preguntado cómo se va a financiar una ley que, en su opinión, va a suponer un "ahogo" para las autonomías.
Con respecto a las previsiones presupuestarias para la aplicación de la ley, la consellera ha mostrado un informe propio según el cual el Gobierno debería destinar a Cataluña 180 millones de euros, algo que no se corresponde con la cifra del Ministerio, que prevé un gasto global de 408 millones. La consellera también se ha preguntado si, ante las dificultades económicas del Gobierno, serán "los propios profesores con sus retribuciones" quienes financien la reforma educativa, o si, por el contrario, el Gobierno eliminará por completo las becas y ayudas al alumnado o "imputará el gasto a las comunidades".