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Llega la ‘flexiguridad’: empleo fijo con destinos cada vez menos definitivos

Tras la reducción de interinos, crecen los desplazados y suprimidos. Compactación de asignaturas, maestros polivalentes, comisiones de servicios... Las autonomías ‘flexibilizan’ los destinos definitivos.
Pablo RoviraMartes, 26 de febrero de 2013
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Durante los meses previos a la reforma laboral, se habló mucho de la ‘flexiguridad’, un modelo de mercado de trabajo propio de algunos países centroeuropeos que combina la flexibilidad en el empleo con una amplia protección social de los trabajadores. Es decir, políticas públicas que garanticen la protección para el de-sempleado, empleo más flexible y reciclaje profesional. Salvando las distancias, tras los recortes que han reducido la presencia de interinos en las plantillas, es el momento de la ‘flexiguridad’ para los funcionarios de carrera. Con una distinción: al funcionariado la seguridad en el empleo está garantizada por ahora. Por tanto, decir ‘flexiguridad’ se resume en una tendencia autonómica para que las administraciones educativas dispongan con mayor libertad de sus recursos humanos para cubrir los huecos del sistema.

Esta flexibilidad era la que recogía el primer borrador de la Lomce, que estipulaba que el Gobierno establecería las condiciones para que durante cinco años las comunidades autónomas pudieran “trasladar al personal funcionario a centros educativos distintos al de su destino” con las mismas condiciones pero “modificando, en su caso, la adscripción de los puestos de trabajo de los que sean titulares”.

Esta disposición adicional se cayó en los posteriores borradores del anteproyecto pero la esencia continúa en las decisiones que algunas autonomías están tomando en cuanto a plantillas y especialidades.

Un caso paradigmático es el de la Comunidad Valenciana, que en un lapso breve de tiempo aprobó la modificación de las plantillas de Infantil y Primaria por la cual, según los sindicatos, se perderán 400 plazas de catálogo, y anunció la contratación de 800 profesores para reforzar las plantillas de los centros que participen en los contratos programa. Estos contratos programa, propuestos por el Ministerio tras la aprobación de la LOE en cooperación con las comunidades autónomas, ya están implantados en muchas de ellas y consisten en que el centro presenta un proyecto que agrupa todos los proyectos de innovación, de refuerzo y de compensación ajustado a su realidad escolar y se compromete a alcanzar unos resultados, para lo cual la Administración le proporciona recursos económicos y humanos adicionales.

La gran diferencia entre uno y otro anuncio es que la reducción de plazas en las nuevas plantillas se refieren a puestos de catálogo, estructurales del sistema, mientras que los recursos adicionales asociados a los contratos programa son plazas habilitadas, fundamentalmente, cubiertas por comisiones de servicio. De esta manera, por ejemplo, se han cubierto 180 plazas en la Comunidad Valenciana este año, en las que por primera vez han tenido voz, como plantea el anteproyecto de la Lomce, los equipos directivos. De hecho, la Conselleria valenciana elabora un Decreto de Autonomía en el que se prevé que al menos el 20% de la plantilla del centro sea “recomendada” por el director.

Las nuevas plantillas de Primaria valencianas, además, plantean otra tendencia más allá de que se quiten plazas de catálogo: habrá más maestros especialistas en detrimento de maestros generalistas. No sólo se sustituyen los de Francés (con una oferta cada vez menor) por los de Inglés, sino que se añaden especialistas de Educación Física y de Audición y Lenguaje, según casos, a costa de generalistas de Primaria. En definitiva, se potencia el plurilingüismo a través de la polivalencia de los especialistas de Inglés que, como de hecho ya pasa, pueden ser también tutores como maestros de Primaria.

También los cuerpos de Secundaria se verán afectados por esta ‘flexiguridad’, ya que la Conselleria de Educación trabaja en dos nuevas órdenes que regularán las nuevas materias que podrán impartir, a partir del próximo curso, los docentes de Secundaria y Formación Profesional de la Comunidad Valenciana. Es decir, como ya hacen comunidades como Andalucía, Valencia introducirá los ámbitos competenciales en el primer ciclo de la ESO y se compactarán las asignaturas. El objetivo, señala la Administración “es flexibilizar la normativa para que los profesores puedan impartir otras materias que no sean de su especialidad pero sí afines”. De este modo, la Administración valenciana “concederá habilitaciones transitorias a los docentes de Secundaria y Formación Profesional con destino definitivo para impartir otras materias afines pero que no sean de su especialidad”.

Pero esta tendencia no es exclusiva de la Comunidad Valenciana. En otras autonomías, las plantillas propuestas para el curso que viene han recibido las críticas sindicales porque supondrán “remover injustamente a los profesores de sus actuales destinos definitivos”, como señaló ANPE en Castilla-La Mancha o FETE-UGT Asturias: “el ajuste generará una fuerte dependencia de los centros de aquellos puestos no consolidados elevándose el porcentaje de interinos”. Pero tras el adelgazamiento de las plantillas a costa de los interinos, lo que se flexibiliza son los destinos definitivos de los funcionarios.

Retos políticos, flexibilidad laboral

  • Las políticas educativas actuales pretenden una serie de iniciativas que ‘chocan’ con la rigidez laboral de la plaza en propiedad del funcionariado. Los recortes y la amortización de las jubilaciones han elevado el número de docentes desplazados y suprimidos, con la consiguiente pérdida de su destino definitivo. Además, la Lomce prevé la compactación de las asignaturas, como reconocía recientemente la secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio: “No es una reforma costosa, ya que tiene elementos de racionalización y elementos de compactación que suponen un gran ahorro”.
  • También es una tendencia la especialización de los centros y la potenciación de la figura del director dándole la responsabilidad sobre el diseño de los perfiles específicos en las plantillas docentes, como ya anticipó la LEC catalana. Por último, está la introducción del inglés en el sistema, para lo cual las autonomías estudian todas las posibilidades para adelantar su generalización, incluso, trayendo docentes de fuera.
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