Los emprendedores del futuro

Una empresa láctea y 54 millones de euros de capital social inicial son la base de esta competición, en la que los estudiantes deben aprender a tomar las decisiones correctas para hacer crecer su negocio. Deben decidir, desde la cantidad de producción y su precio de venta, el tipo de ofertas y el medio para publicitarlas; hasta el número de empleados y el de proveedores. Una labor de dirección, que ahora pueden realizar los estudiantes, gracias al Young Business Talents (YBT) que premió a los mejores empresarios virtuales de España.

La segunda edición reunió el 13 de abril en Madrid a 100 finalistas, procedentes de toda España. El ganador absoluto resultó el equipo Retamar 21, del Colegio “Retamar” (Madrid), seguido por el equipo Rolling, del IES “Antonio María Calero” (Córdoba); Tarraco, del IES “Antoni de Marti i Franqués” (Tarragona); Techenterprise, de las Escuelas “San José” (Valencia); y, en quinto lugar, el equipo Frei2, del IES “Frei Martín Sarmiento” (Pontevedra). Los premios constaron de una dotación económica de entre 600 y 1.000 euros.

Pero si hubiera que destacar a alguno de los premiados, este sería el equipo de las Escuelas “San José”, por su espíritu inquieto y aventurero. Sus cuatro componentes, de 1º de Bachillerato, se apuntaron a la competición a pesar de no dar Economía, sino Dibujo. Uno de ellos, Pablo Peñalver, relata así su experiencia: “Nos llamó la atención y nos apuntamos; aunque hemos tenido que ir aprendiendo poco a poco. Pero después de este concurso creo que seríamos capaces de gestionar un negocio”, dice este alumno, quien desde el principio estaba convencido de que quedaría entre los primeros.

Las empresas organizadores, Praxis MMT y Nivea, hicieron posible este sueño emprendedor a 4.100 participantes, procedentes de 234 colegios e institutos de España. Las comunidades que contaron con más estudiantes fueron: Madrid, Cataluña y Galicia, con 17 equipos cada una; seguidas por Valencia, Andalucía y Extremadura.

El éxito de esta convocatoria, que duplica el número de concursantes de la edición anterior, pasando de 1.900 a 4.100, ha supuesto el salto del certamen al ámbito internacional. “Estamos trabajando para que se amplíe al sur de Europa y participe Italia, Portugal y Grecia”, adelanta a este periódico Álvaro Alonso, country manager de Nivea España. Una empresa que apostó por esta iniciativa desde sus comienzos, con el objetivo de favorecer el emprendimiento en España. “Ayudar a jóvenes con inquietud por hacer cosas nuevas en economía es una forma magnífica para contribuir al desarrollo de la sociedad”, asegura Alonso.

El mismo simulador que los estudiantes emplearon en la competición es el mismo que usan en universidades como la Complutense de Madrid y la de Barcelona, y escuelas de negocios como ESIC. La empresa Praxis MMT, pionera en simulación empresarial mundial, ofrece gratuitamente esta tecnología con el objetivo de “hacer conocer el mundo empresarial a los estudiantes, así como fomentar valores de trabaja en equipo, constancia…”, señala a MAGISTERIO Nuño Nogués, director de proyectos de la empresa y director del YBT.

Un trabajo en equipo
Los profesores participantes destacaron de este certamen el gran potencial educativo del simulador, así como la oportunidad que le ha otorgado para relacionarse más con los alumnos. “Es una gozada trabajar con ellos fuera del aula, porque se ve su interés y cómo van aprendiendo”, relata Miguel Pérez, profesor y subdirector de 2º de Bachillerato del Colegio “Las Tablas Valverde”, de Madrid. Una relación profesor-alumno que también se ha estrechado al dedicarles horas fuera de clase: “Me ha sorprendido mucho porque, al ser de 1º de Bachillerato, pensaba que no iban a entender temas como las cuentas de resultados, pero tienen mucha intuición; no sé cómo, pero lo van aprendiendo desde antes”, apuntaba Pérez.

Muchos participantes manifestaban sus dudas respecto a su futura profesión, mientras que otros mostraban su clara vocación empresarial. Este era el caso de las tres componentes del Colegio “Canigó”. Sofía Navas, Blanca Cabré y Sofía Ojeda decían casi al unísono: “Estudiaremos ADE”. “Esto es más práctico que las clases y, además, la profesora nos ha enseñado más cosas para poder aplicarlas bien en el simulador”, decía Navas. Un simulador “más simple que una empresa, pero lo justo como poder aprender bien en qué consiste”.

Tras finalizar la competición Nogués destacaba de la experiencia de estos dos años de concurso “el esfuerzo y la tenacidad” de los jóvenes, porque “los que llegan a la final han estado trabajando, trabajando muy bien y trabajando durante cuatro meses”.

La final de Madrid supuso un lugar de encuentro de jóvenes de la misma edad y similares inquietudes, así como un intercambio de ideas entre docentes; algunos de los cuales se reencontraron con antiguos compañeros.