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Sí a la tecnología en el aula, pero con los cambios metodológicos adecuados

La introducción de las nuevas tecnologías en clase debe ir acompañada de un proceso mucho más profundo de transformación de conceptos de aprendizaje y de la forma de enseñar a los alumnos.
Adrián ArcosMartes, 18 de junio de 2013
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Vivimos en un mundo donde las nuevas tecnologías están presentes en todos los ámbitos y donde el número de nativos digitales ya está superando al de inmigrantes digitales. Su implantación ya ha revolucionado muchos sectores, sobre todo los que tienen que ver con el mundo laboral. Eurostat acaba de publicar que, a día de hoy, el 50% de los trabajos requieren de competencias digitales; pero es más, en la próxima década prevé que para el 77% de los trabajos sean necesarias las competencias digitales o tecnológicas.

Pero “si tenemos claro que la tecnología ha entrado en nuestras vidas y ya nadie la cuestiona, ¿por qué todavía seguimos planteando que hay que introducir las TIC en el aula?”. Así se preguntaba Beatriz Álvarez, de Fundación Antena 3, durante la mesa redonda organizada por Samsung el pasado viernes en la que se debatió sobre la tecnología al servicio de la Educación. Mauricio Vulart, de Aula Planeta, recordó la gran inversión que ha habido en las aulas españolas en los últimos años, con la introducción de una gran cantidad de dispositivos, pero lo que él echa en falta es “la implantación en nuestro país de contenidos adaptados y de un cambio metodológico eficaz que realmente tenga en cuenta las nuevas tecnologías”.

Por eso Beatriz Álvarez considera tan importantes no los dispositivos, sino su uso. En su opinión, la introducción de las nuevas tecnologías tiene que ir acompañada de un proceso mucho más profundo de transformación de conceptos de aprendizaje en el aula y de la forma de trabajar con los alumnos. Para Marta Reina, maestra ganadora del primer Premio Educared de Innovación Educativa en Educación Infantil 2012 y Premio Espiral 2013, “nuestro sistema educativo está preparado para introducir las TIC pero no para sacar el máximo rendimiento y para elevar las tasas de innovación a través de las nuevas tecnologías”.

Reina cree que “necesitamos una reformulación de la organización y de la cultura de los centros para explotar al máximo todas las posibilidades de las TIC y no caer en el error de llenar las aulas de pizarras digitales y de ordenadores, ya que no produce una mejora automática en los procesos de enseñanza-aprendizaje”. Para esta maestra, “su introducción siempre tiene que estar supeditada a las capacidades que queramos conseguir y a los objetivos que nos planteemos, y en función de esto elegir unos dispositivos u otros”.

Armando Fernández, experto en Pedagogía, considera que “si, dentro del sistema, introducimos tecnología sin más, distorsionamos el resto de elementos”. Por eso él se muestra partidario de “modificar a la vez metodologías, currículos, formación del profesorado, espacio de centro y evaluación”.

Frenos del cambio
Y precisamente en evaluación los participantes en la mesa redonda apostaron por más concienciación sobre los cambios en el modelo. Sin embargo, Marta Reina explicó que “hay muchos docentes que quieren innovar y modificar metodologías, pero que se encuentran con barreras de organización y de estructuras de nuestro sistema educativo, una de ellas la evaluación, sobre todo en Secundaria”. Estos impedimentos, a su juicio, “convierten a la Educación Infantil en el escenario perfecto para empezar a implantar las TIC”. Reina considera un error todas las políticas que se han llevado a cabo y que han implantado las TIC en niveles educativos superiores. “Hay más maniobra de actuación en Infantil y Primaria que en Secundaria”, afirmó.

Con todo, Vulart subrayó que “las nuevas tecnologías no son un fin, sino un medio, de forma que sólo sirven como herramienta para apoyar a profesores, padres y alumnos”. En este sentido, Diego Redondo, profesor de Matemáticas y Tecnología en un Centro de Educación para Adultos, considera las nuevas tecnologías como “el mejor aliado para los alumnos y la mejor arma motivadora para ellos”.

Y desde el punto de vista del profesorado, Beatriz Álvarez añadió una ventaja más: “Es una herramienta que nos facilita la atención a la diversidad sin tener que dejarnos la vida en ello”. Según Álvarez, “el hecho de tener que trabajar con distintos ritmos y con contenidos diferenciados convierten también a las nuevas tecnologías en un aliado fundamental para los docentes, que disponen ahora de una herramienta potentísima que facilita las explicaciones a distintas capacidades”.

Sin embargo, muchos centros están llegando tarde a las nuevas tecnologías. Y todos los invitados destacaron la brecha social que se está produciendo en nuestro país, sobre todo en la escuela rural, que no dispone de los mismos recursos que las zonas urbanas. “No pensemos sólo en Madrid, si no en escuela rural de Galicia, Aragón o Castilla-La Mancha, y las administraciones públicas deben garantizar la igualdad de oportunidades”, exigió Armando Fernández.

ES CLAVE FORMAR A LAS FAMILIAS

  • Se habla de que, en la implantación de las nuevas tecnologías en el aula, es fundamental la formación del profesorado, pero siempre se olvida a la familia como elemento clave para el éxito de la enseñanza digital. Los participantes en la mesa redonda organizada el pasado viernes por Samsung consideraron primordial una formación adecuada también a las familias para que las nuevas tecnologías funcionen.
  • Para Sara Reina, maestra ganadora del Premio Educared 2012, “la alfabertizacion digital debe empezar en las aulas y con las familias”. Ella es partidaria de crear proyectos en el centro para que la alfabetización digital llegue a todos los ámbitos de la comunidad educativa: “Cuando recibimos por primera vez a los padres que traen al centro a sus hijos de 3 años, ahí ya debe empezar la alfabetización digital”.
  • Para ello es también básico que “los padres puedan acceder a todas las webs, ver cómo funcionan los procesos de aprendizaje a través de las TIC, e incluirlos en las redes sociales, el gran aliado de los centros para la alfabetización”, asegura Reina. Esta formación va también a evitar el habitual e inicial rechazo que los padres suelen mostrar hacia las nuevas tecnologías.
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