Si se puede, mejor el dinero con el alumno

Los directores de los centros suelen ofrecer una visión bastante ecuánime de los cotidianos conflictos educativos. A los outsiders nos falta el contacto con la realidad y a los docentes a pie de aula la perspectiva suficiente, la visión de conjunto. Por eso, cuando saltó el conflicto entre patronal y administración por la supresión de los conciertos de la FP de Grado Superior en Madrid quise preguntar a los directores de los centros.

Pero vayamos por partes. El atento lector sabrá que el Gobierno de la Comunidad de Madrid anunció oficialmente la semana pasada que sustituiría los conciertos de la FP superior por un programa de becas a los alumnos, el llamado “cheque FP”. El asunto es de calado porque supone un cambio del modelo de financiación estándar santificado por la LODE y podría sentar un precedente revolucionario. Pasamos de un modelo de financiación al centro a un modelo de financiación directa al alumno que podrá elegir dónde lleva su beca. Obviamente, este modelo dinamizará a los centros, que tendrán que ser más competitivos en calidad si quieren conseguir alumnos que, ahora sí, vienen con un cheque en la mano. En todo caso, no hay que olvidar que estamos hablando de un cambio de modelo en una etapa posterior a la posobligatoria y que corre en paralelo a la universidad, donde nadie se plantearía un modelo de concierto.

Hasta aquí lo que dice el sentido común y que la patronal –particularmente Escuelas Católicas– se ha encargado de refutar con virulencia bajo el lema de “fuera del concierto no hay salvación”. Por eso, he querido chequear con algunos directores y titulares de centros pertenecientes a las diferentes patronales. Con matices, la opinión generalizada es que “el concierto acomoda” y que el nuevo modelo va a obligarles a ser más competitivos y a mejorar en calidad. Ven el cambio como una oportunidad de mejora y de dinamización de un sector que consideran poco eficiente, con profesorado con poca docencia durante demasiados meses y con pocos alumnos en demasiadas titulaciones. Saben que algunos cerrarán pero también que, por fin, podrán crecer muchos que tienen lista de espera… Sinceramente, me ha emocionado la energía, la valentía y el empuje con el que hablaban.