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Más del 60% de alumnos supera la edad teórica para estudiar FP

Los datos del Ministerio evidencian que la FP es una opción muy considerada por quienes abandonaron prematuramente el sistema educativo y por personas adultas que quieren mejorar su nivel de conocimientos y competencias.
Adrián ArcosMiércoles, 25 de septiembre de 2013
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Los países más avanzados, aquellos que consideramos como modelo o referente, han llegado a un alto grado de desarrollo gracias a un sistema de Formación Profesional que se ajusta perfectamente a las demandas de los distintos sectores productivos, sin por ello descuidar una adecuada atención a los aspectos personales y sociales de quienes se forman, lo que, a su vez, garantiza la inserción social de jóvenes y adultos no sólo como trabajadores, sino también como ciudadanos activos y comprometidos.

El aprendizaje permanente, desarrollado a lo largo de toda la vida, es un elemento estructural indiscutible de la competitividad, y así fue entendido en el año 2002 cuando, por primera vez, se hace una apuesta por un sistema integrado de cualificación y FP a través de la promulgación de la Ley Orgánica 5/2002, de las Cualificaciones y de la Formación Profesional, norma que hoy en día mantiene su plena vigencia.

En el periodo transcurrido desde la promulgación de la citada Ley Orgánica 5/2002, hasta la actualidad, se han llevado a cabo acciones en las que se incluyen tanto medidas legislativas como estructurales a través de reales decretos y de la LOE. Las mejoras que se producirán tras la aprobación de la Lomce configuran las bases normativas suficientes para que nuestro modelo de FP se perfeccione a lo largo de los próximos años y alcance los niveles de calidad y competitividad que le son exigibles.

No obstante lo anterior, ninguna medida legislativa tendría eficacia si no tuviera en cuenta la necesidad de acercar la formación al ciudadano y a las empresas, es decir, diseñar, organizar e implementar ofertas formativas atractivas que permitan a los ciudadanos compatibilizar sus obligaciones laborales o familiares con el aprendizaje a cualquier edad y, paralelamente, implicar de forma progresiva al tejido empresarial no sólo en el diseño de la formación, sino también en la oferta de las acciones formativas a través de un modelo de FP dual.

Vuelta al sistema educativo
Especial atención merece el análisis de la edad del alumnado matriculado en los ciclos formativos, tanto de Grado Medio como de Grado Superior. Según los últimos datos recogidos en las estadísticas de enseñanzas no universitarias del Ministerio y correspondientes al curso 2011-12, el porcentaje de alumnos matriculados en ciclos formativos de Grado Medio que supera la edad teórica de realizar estos estudios, 17 y 18 años, asciende al 61%. Si analizamos estos mismos datos para el Grado Superior, en el que la edad teórica de matriculación se sitúa entre los 19 y 20 años, el número de alumnos que supera dicha edad alcanza el 64%.

Por tanto, parece evidente que la Formación Profesional es una opción muy considerada por quienes abandonaron prematuramente el sistema educativo, y por personas adultas que desean mejorar o ampliar su nivel de conocimientos y competencias.

Otro elemento que hay que tener en cuenta es el alumnado que accede mediante prueba de acceso, es decir, que carecen de Graduado en ESO o del título de Bachillerato, y que escogen esta vía de acceso a la FP por entender que facilita su proceso de aprendizaje permanente, aportando una solución rápida al problema de carecer de los requisitos de acceso. El porcentaje de alumnado que accede mediante prueba al Grado Medio es del 16,9%, mientras que al Grado Superior se incrementa hasta el 27%.

Los datos avalan que, cada vez más, estos estudios son una opción atractiva para el alumnado. Hay claros signos de que se está operando un cambio en su imagen, y ese cambio obedece a una serie de medidas adoptadas, ue están teniendo su traducción práctica en un incremento notable de matrícula. Entre ellos hay que destacar las siguientes:

  • La actualización de los títulos de FP, para adaptarlos a los requerimientos del Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales, y la elaboración de otros títulos nuevos que dan respuesta a perfiles profesionales emergentes, hacen que cada vez sea mejor el ajuste entre la formación y los requerimientos empresariales.
  • Se está incrementado la visibilidad de los estudios de Formación Profesional a través de la organización de campeonatos (Olimpiadas de FP o las Skills).
  • La mejora del compromiso del empresariado con la FP, no sólo en diseño de la formación, sino también en el desarrollo de las propias ofertas formativas, ha supuesto una mejora en la relación escuela-empresa, lo que ha permitido que se esté abordando un modelo de FP dual que ya cuenta con un éxito importante.
  • Las TIC permiten reproducir en modalidades de enseñanza a distancia situaciones de trabajo que antes era impensable fuera del centro educativo o de la empresa.

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